Tras 62 años de matrimonio se separan por pandemia y él acepta trabajo en asilo de su esposa para verla

Por Robert Jay Watson
09 de agosto de 2020 8:08 PM Actualizado: 09 de agosto de 2020 8:08 PM

Para un hombre de Port Huron, Michigan, la pandemia del virus del PCCh no pudo mantenerlo separado de la que ha sido su amada esposa durante 62 años.

Larry y Carol Burnett nunca habían pasado más de unos cuantos días separados hasta que la pandemia golpeó y restringió las visitas personales a la residencia de Carol. Sin embargo, impávido por las circunstancias, Larry, de 83 años, salió de sus casi 30 años de retiro para conseguir un trabajo en la casa de cuidado de su esposa en Fort Gratiot para poder verla de cerca.

Incluso antes de trabajar oficialmente en el hogar Regency-On-The-Lake, donde Carol, de 80 años, ha sido residente durante dos años, Larry siempre estuvo seguro de estar al lado de su esposa. Pasando 12 horas cada día en la casa de asistencia y también como voluntario con trabajos ocasionales en las instalaciones, Larry ganó el premio de Voluntario del Año en 2019, según WDIV.

Imagen ilustrativa (Sabine van Erp/Pixabay)

En marzo, cuando se establecieron restricciones a raíz de la pandemia del virus del PCCh (Partido Comunista Chino), comúnmente conocido como el nuevo coronavirus, Larry a pesar de todo intentó pasar por la habitación de su esposa para saludarla a través de la ventana, y a veces conversaba por video con ella, pero eso no era suficiente para este devoto esposo. «Después de 62 años, era casi como si fuéramos una sola persona», dijo Larry.

La duradera pareja incluso pensó que podrían perder la oportunidad de verse el uno al otro debido a la pandemia. «Primero dije que temía no volver a verla por el virus», dijo Larry al Times Herald. «Dijo que estaba de acuerdo con eso, que tenía la sensación de que nunca nos volveríamos a ver, que uno de nosotros, uno del otro, habría fallecido».

Entonces, Sandra Ball, la directora de actividades de la casa, se dio cuenta de que Larry sería el candidato perfecto para un puesto abierto a tiempo parcial en su departamento. «Antes de que lo contrataran aquí, estaba aquí todos los días desde la mañana hasta la noche», dijo.

Larry, que aceptó el trabajo, compartió: «Estaba bastante familiarizado con el establecimiento y con quién hace qué y qué se hace y cómo se hace».

Imagen ilustrativa (Claudia Peters/Pixabay)

Recordando su primer día de trabajo, y al encontrase a Carol en persona, Larry le dijo al WDIV sobre el momento especial, «Fue emocionante».

«Fue genial. Nos abrazamos. Nos besamos— probablemente no debimos hacerlo», añadió.

Este trabajo fue el primero de Larry desde que se retiró de la Compañía Telefónica Bell de Michigan el 31 de diciembre de 1991, pero estaba decidido a hacer lo que fuera necesario para ver al amor de su vida, informó The Times Herald. En su nuevo trabajo en la sección de actividades, Larry trabaja en la organización de barbacoas, juegos y eventos al aire libre. Generalmente viene en turnos de ocho horas los viernes, sábados y domingos, y pasa tiempo con Carol por un promedio de 30 a 60 minutos.

Ha sido realmente especial que la inseparable pareja haya podido finalmente reunirse. Larry y Carol han estado agradecidos de tener la oportunidad de verse tan a menudo. «Hablamos de cómo nos echamos de menos», dijo Larry.

Añadió que «hablamos de cosas que solíamos hacer, hablamos de este coronavirus».

Debido a la situación del virus, Larry tiene que tomar importantes precauciones al entrar en el trabajo. Después de que Larry se prueba la temperatura, el personal se asegura de que no tenga ninguno de los síntomas reveladores del virus del PCCh. «Si se tiene alguno de los síntomas, no le dejarán entrar», dijo Larry. «Una vez que entre, tengo que usar una mascarilla N95».

A pesar del hecho de que los residentes están atrapados en la instalación hasta que las condiciones sean más seguras, no hay ningún lugar en el que Larry prefiera estar. Él y Carol reconocen el golpe de buena suerte que han tenido.

«Ambos estamos inquietos, preocupados por las personas del asilo de ancianos de las que nos hemos hecho amigos, sus cónyuges o familiares no pueden entrar», dijo. Mientras tanto, sin embargo, los dos están disfrutando de todas las oportunidades que tienen de verse.

Por ahora, Larry está disfrutando de su trabajo y planea continuar incluso después de la pandemia.

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