Un niño escapa de su casa para liberarse de su tormento y encuentra un ángel que se ocupa de él

Por La Gran Época
13 de octubre de 2018 6:07 PM Actualizado: 13 de octubre de 2018 6:11 PM

Xiaoman es un niño chino de 12 años que deseaba tener una vida feliz. Sus padres se divorciaron cuando él era pequeño, y su padre, quien tenía su custodia, se volvió drogadicto y a menudo golpeaba a Xiaoman. Lamentablemente, los sistemas legales y de bienestar social en China le ofrecen poca protección.

Estaba tan mal que un frío e invernal día de enero de 2018, él decidió escaparse de casa.

El destino quiso que Xiaoman terminara en la puerta de una buena persona, quien lo acogió y le ayudó a tener un mejor futuro.

«Alguien llamó a mi puerta mientras mi hijo practicaba piano. Abrí la puerta y vi a un joven con ropa liviana parado en la puerta», relató Shaoling (su alias) en Minghui.org. «No podía creer que una madre dejara salir a su hijo con tan mal tiempo y tan poca ropa».

Un frío e invernal día de enero, un niño de 12 años huyó de casa para escapar de su abusivo padre. (Pixabay)

Xiaoman vivía en un barrio detrás del suyo en una casa de campo. El niño le dijo que estuvo de visita en su casa una vez el año pasado y que no se le ocurrió ningún otro lugar a donde ir, así que ella rápidamente lo dejó entrar para que se protegiera del frío. Ella notó que, aunque su delgado y pequeño cuerpo le hacía parecer mucho más joven, él tenía la misma edad que su hijo menor.

Niño abandonado

El niño entró en la casa y jugó con el hijo de Shaoling toda la mañana.

Pero la segunda señal de que algo andaba mal llegó cuando Shaoling le pidió al niño que llamara a sus padres para decirles que se quedaría a almorzar durante el mal tiempo y el niño dijo que no sabía su número de teléfono.

Entonces en la tarde, preocupada por que el niño hubiera pasado demasiado tiempo fuera, Shaoling le pidió a Xiaoman que se fuera a casa, pero él insistió en que sus padres estaban acostumbrados a que permaneciera fuera durante largas horas.

Mientras oscurecía, Shaoling obligó al niño a volver a casa.

Pero poco después, Xiaoman regresó diciendo que su madre lo dejaba jugar otra media hora. Se quedó hasta las 6 de la tarde, cuando Shaoling le dijo: «Ya está oscuro y debes irte a casa».

Pero el niño volvió poco después, diciendo que la puerta estaba cerrada con llave. Así que Shaoling no tuvo otro remedio que dejarlo quedarse a cenar.

(Pixabay)

Alrededor de las 9 p.m., Shaoling vio que el niño seguía dando vueltas y que nadie había venido a recogerlo. Así que ella y su hijo mayor decidieron acompañarlo a casa.

Cuando llegaron al barrio de Xiaoman, el niño se preocupó. Él finalmente dio otra explicación, dijo que su padre estaba trabajando en otra ciudad y que se acababa de mudar a esta casa con su familia y que no podía reconocer su casa por la noche.

Encontrar a la familia de Xiaoman

Shaoling lo llevó de vuelta a casa. No podía dejar a un niño solo.

Cuando llegó la mañana, lo envió de vuelta a su casa. Pero de nuevo regresó diciendo que la puerta estaba cerrada. Cuando ella lo envió de regreso después del almuerzo, él volvió una vez más y dijo que aún estaba cerrado con llave.

El niño le dijo a Shaoling: «La puerta aún está cerrada. El dueño de una casa aledaña llamó a mi abuelo por mí. Mi abuelo quiere que me quede contigo. Vendrá a llevarme a casa después de cuidar a mi bisabuelo, que está en el hospital».

Shaoling intentó contactar a la casa del señor, pero no encontró a nadie allí. Su esposo sintió que Xiaoman era un niño descuidado, así que lo dejaron quedarse hasta que lo pudieran recoger. Durante su estancia, lo llevaron a todas partes, aunque estuvieran muy ocupados con sus propios dos hijos.

(Pixabay)

Shaoling comenzó a tratarlo como a sus propios hijos. Ella alimentó a Xiaoman y lo vistió, igual que a sus propios hijos. Pero, como pasa con los niños, ellos empezaron a pelear y discutir hasta por pequeñas cosas.

Cuando aumentaron las peleas, Shaoling solo usó la razón con ellos. Ella es, como millones de otras personas en China, alguien que sigue la aún perseguida práctica espiritual de Falun Dafa.

La práctica de Falun Dafa enseña a las personas cinco ejercicios sencillos de qigong y los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia – esta práctica creció ampliamente en popularidad desde los años 90 debido a sus grandes beneficios en la salud física que brindan sus ejercicios y los grandes beneficios en la salud mental que trae seguir sus tres principios. Sin embargo, en 1999, el régimen comunista en China declaró ilegal esta práctica espiritual por su popularidad generalizada, señalando que iba en contra de los ideales ateístas del comunismo.

Shaoling impartía estos tres principios a sus hijos también, enseñándoles a lidiar con conflictos pensando primero en estos principios.

Sus hijos ya estaban acostumbrados a estas enseñanzas, pero ella le abrió los ojos sobre esto a Xiaoman.

Una noche Xiaoman se resfrió y estuvo tosiendo. El hijo mayor de Shaoling animó a Xiaoman a meditar, a recitar «Verdad, Benevolencia y Tolerancia es bueno», y a hacer los ejercicios de qigong que forman parte de la práctica de Falun Dafa.

En dos días, la tos y el resfriado de Xiaoman desaparecieron. Él estaba realmente sorprendido de mejorar tan rápidamente y vio los beneficios de la práctica.

La bondad que Xiaoman vio en Shaoling y sus hijos fue tan diferente a lo que él estaba acostumbrado, que tuvo que decirlo.

«Tía, eres tan amable. Envidio de verdad a tus hijos. Sería maravilloso que fueras mi mamá», le dijo.

Ayuda de su amigo

La madre de Shaoling le había dicho que entregara al niño a la policía, pero ella sabía que esto probablemente no era lo mejor para el niño, ya que solo lo devolverían a su abusivo hogar sin ninguna otra acción.

Ya habían pasado 12 días y los abuelos del niño no habían aparecido. Nadie había venido a reclamar al niño. Shaoling se preocupó y le contó a una amiga sobre el niño. Ella necesitaba ayuda.

Ella y su amiga se dispusieron a localizar a la familia de Xiaoman. Los vecinos les dijeron que los padres del niño se habían divorciado y que su padre no trabajaba en otra ciudad. Así que Shaoling se enfrentó a Xiaoman y le pidió que dijera la verdad, para que pudiera ayudarlo.

Finalmente él dijo la verdad sobre su abusiva situación familiar. Le mostró las cicatrices a Shaoling y a su amiga. Pidió con lágrimas que no lo enviaran de regreso a casa.

Shaoling sintió tristeza por el niño, pero pensó que si no se iba a casa, el padre drogadicto seguramente vendría a causarle problemas. Sin embargo, su amiga sintió que si lo devolvían a su casa, probablemente el futuro de Xiaoman se arruinaría.

Ellas pensaron que tal vez podrían encontrar una mejor alternativa para Xiaoman y se pusieron en contacto con otros parientes suyos, que como policías, podrían tomar una decisión.

Xiaoman coopera

El niño les dio la dirección de su abuela materna. Cuando hablaron con ella, les dijo que no recibiría al niño y que se lo devolvieran a su padre. Pero el muchacho gritó: «Por favor, no me envíen a casa. Seré golpeado de nuevo».

(Pixabay)

Shaoling y su amiga sugirieron enviar a Xiaoman a un internado, para que él pudiera alejarse de su abusivo padre, si los abuelos no podían acogerlo. El abuelo de Xiaoman les dio las gracias y los envió de regreso a su camino.

Pero después de irse, les preocupaba que la familia decidiera no enviarlo a un internado.

Tan decididas estaban de hacer lo posible para que el niño tuviera un mejor futuro, que volvieron para hablar de nuevo. Incluso ellas ofrecieron pagar los gastos de la educación de Xiaoman, antes que los abuelos las rechazaran de nuevo.

Pero la mirada de Xiaoman hizo que ellas regresaran por segunda vez.

«De camino de regreso, nosotras le prometimos a Xiaoman que no lo dejaríamos con su familia. Si lo hacemos podría herirlo tan profundamente que no volvería a confiar en nadie. Es mejor que lo mantengamos con nosotros a pesar que tendremos que regresar mañana», dijo la amiga de Shaoling.

Ellas se dieron la vuelta para llevarse al niño. Su abuelo se movió y dijo: «Veo que lo hacen por el bien de este niño».

(Pixabay)

Cuando regresaron al día siguiente, el abuelo había hecho los arreglos para el internado de Xiaoman. Xiaoman estaba muy contento con esto. Le dijo a Shaoling que había estado recitando «Verdad, Benevolencia y Tolerancia es bueno» todo el día. Estaba seguro que esto lo estaba ayudando a que las cosas salieran mejor para él.

Su abuelo les dijo: «Ustedes tocaron dos veces a nuestra puerta por el bien de este niño y ofrecideron dinero para su educación. Nos sentimos muy avergonzados. Hoy en día, las buenas personas como ustedes son pocas y lejanas. Nunca las olvidaremos».

Shaoling les dijo que ella y su amiga le habían ayudado porque es lo que hacen los practicantes de Falun Dafa: ayudar a los demás y tratar de pensar en los demás antes que en ellos mismos. Si no hubieran seguido los principios de Falun Dafa de Verdad, Benevolencia y Tolerancia, probablemente no habrían ayudado.

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