Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de EE. UU. confirmaron más casos de coágulos de sangre raros relacionados con la vacuna de Johnson & Johnson contra el COVID-19, diciendo que se han reportado más de dos docenas de casos.
El Dr. Tom Shimabukuro, del grupo de trabajo de vacunas de los CDC, dijo en una actualización (pdf) el miércoles que se informaron de 28 casos totales de trombosis con trombocitopenia tras la administración de la vacuna J&J. Aquellos fueron informados a través del Sistema de Notificación de Eventos Adversos a las Vacunas (VAERS, por sus siglas en inglés), que es el sistema nacional de supervisión de vacunas.
Shimabukuro dijo que cuatro de las 28 personas con la afección fueron hospitalizadas—una de ellas en una unidad de cuidados intensivos de un hospital—mientras que tres personas murieron el 7 de mayo. Los otros 19 pacientes ya han sido dados de alta, dijo.
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) y los CDC recomendaron el 13 de abril a los estados dejar de usar temporalmente la vacuna J&J por precaución e investigaron a varias mujeres que desarrollaron trombosis del seno venoso cerebral junto con plaquetas bajas en la sangre dentro de las dos semanas posteriores a la inyección. Sin embargo, un grupo de los CDC a fines de mes votó a favor de reanudar el uso de la vacuna de inyección única y recomendó agregar una advertencia.
La mayoría de los casos fueron entre mujeres de 18 a 49 años, dijeron los CDC, con tasas entre las mujeres de 30 a 39 años de 12.4 casos por millón y aquellas de 40 a 49 años de 9.4 casos por millón. Solo seis de los eventos de coagulación identificados fueron en hombres.
Las mujeres de 40 a 49 años tuvieron el aumento «más pronunciado» en los casos de coagulación sanguínea poco común, dijo Shimabukuro, según Fox News.
El miércoles, los CDC dijeron que los eventos parecen similares a los que se están observando luego de la administración de la vacuna contra COVID-19 de AstraZeneca en Europa.
Ambas vacunas se basan en tecnología que utiliza adenovirus, los cuales pueden causar el resfriado común, como vectores. Los virus modificados se utilizan para llevar instrucciones de ADN al cuerpo para producir proteínas específicas del coronavirus, preparando al sistema inmunológico a producir anticuerpos que combatan el coronavirus real.
Los científicos están trabajando para encontrar el mecanismo posible que explicaría los coágulos de sangre. Una de las principales hipótesis parece ser que las vacunas están desencadenando una respuesta inmune poco común que podría estar relacionada con estos vectores virales.
COVID-19 es la enfermedad causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), conocido también como el nuevo coronavirus.
The Epoch Times se puso en contacto con J&J para solicitar comentarios.
Anteriormente, el gigante farmacéutico le dijo a The Epoch Times, luego de los reportes sobre los coágulos, que la «seguridad y el bienestar de las personas que usan nuestros productos» es la prioridad de la empresa. Señaló que es consciente de un «trastorno extremadamente raro que involucra a personas con coágulos de sangre en combinación con plaquetas bajas en una pequeña cantidad de personas que han recibido nuestra vacuna COVID-19».
Con información de Reuters.
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