Veterano del ejército ayuda a los soldados a sanar con parrilladas

Frank Díaz, propietario de Tin Hut BBQ, emplea a veteranos que no tienen hogar o que luchan con trastorno por estrés postraumático

Por Andrew Thomas
13 de Diciembre de 2019 3:01 PM Actualizado: 13 de Diciembre de 2019 3:01 PM

Era el 4 de julio de 2018, y la Marina de los Estados Unidos estaba realizando los Rim of the Pacific Exercise (Ejercicios del Borde del Pacífico). Los fuegos artificiales estaban explotando en el aire, y la veterana Desiree Cortés, que trabajaba en Tin Hut BBQ (Parrillada Tin Hut) en Honolulu, Hawai, estaba teniendo dificultades para hacer frente a la pesada cacofonía.

Cortés había informado a su jefe, el propietario y veterano del ejército, Frank Díaz, de antemano, que podría ser un día difícil para ella. Ambos habían experimentado estrés postraumático, y Díaz podía identificarse con ella.

“Hoy eres mi compañera de batalla. Vamos a pasar por esto juntos”, le dijo Díaz.

Díaz rápidamente notó que la mente de Cortés estaba en otra parte, y sus ojos parpadeaban ocasionalmente. También notó que ella seguía contando el dinero una y otra vez. Él le preguntó qué estaba pasando, y ella le dijo que no lo sabía, pero que no podía contar.

Díaz le dijo a Cortés que se concentrara en él y en las instrucciones que iba a dar. Le dijo que abriera todas las ranuras de la bandeja de dinero frente a ella, y lo hizo.

“Esa fue la primera tarea completa. El cerebro humano reacciona maravillosamente cuando se realiza una tarea, incluso las más pequeñas”, explicó Díaz.

Díaz le pidió que separara el dinero en denominaciones. Luego le pidió que contara los billetes de 20 y anotara el total. Luego contó las otras denominaciones una por una. La división de la misión en tareas más pequeñas permitió que la mente de Cortés disminuyera su velocidad y se concentrara.

Mientras Cortés se dirigía a su casa, Díaz le dijo que lo llamara cuando llegara a diferentes puntos de control. Ella lo llamó en cada uno de los puntos, y cuando llegó a casa, los dos hablaron un poco más. Después de la conversación, pudo recostarse y descansar.

“Simplemente dividir la gran tarea [en] pequeñas tareas y tener una victoria es la forma en que superamos esa situación en particular”, recordó Díaz.

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(Desiree Cortés y Frank Díaz trabajando duro en el camión de barbacoa Tin Hut. (Cortesía de Tin Hut BBQ)

BBQ para veteranos

Díaz, de 59 años, inauguró el Tin Hut BBQ en julio de 2012. El negocio de camiones de comida y catering emplea a veteranos, y sirve tanto en lugares públicos como en los cuarteles del Ejército en Honolulu diariamente. Para Díaz, el negocio combina su pasión por la BBQ con su deseo de ayudar a los veteranos, como Cortés, que luchan por adaptarse a la vida civil.

En 2015, Díaz trató de ayudar a un compañero veterano a abrir su propio camión de comida, pero trágicamente se quitó la vida antes de que pudieran abrir. En ese momento, Díaz ya había estado empleando veteranos, pero la muerte de su amigo lo motivó a hacer más.

“Me prometí a mí mismo que si alguna vez encontraba a un veterano que [necesitara] ayuda de alguna manera, me esforzaría por ayudarlos en todo lo que pudiera”, relató Díaz.

En Tin Hut BBQ se contrata a veteranos en el acto, sin hacer preguntas. Además de proporcionar empleo, Díaz trata de inculcar los valores de honestidad, integridad, confiabilidad y formalidad en sus empleados. Él es el mentor de todos ellos, nutriendo sus intereses y habilidades particulares.

También lleva a algunos de ellos a su propia casa si necesitan un lugar donde quedarse, y les permite usar sus camionetas para ir y volver del trabajo hasta que ahorren suficiente dinero para comprar un auto propio.

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Frank Díaz con Desiree Cortés. (Cortesía de Tin Hut BBQ)

Desiree Cortés, que ha trabajado con Díaz durante un año y nueve meses, es solo una de los más de 65 veteranos o familiares de veteranos que Díaz ha contratado desde la apertura de Tin Hut BBQ.

Cuando Cortés se retiró por motivos médicos de la Marina después de seis años de servicio, luchó por adaptarse a la vida civil. Experimentaba cambios de humor maníacos y enojo.

“Realmente estaba luchando con síntomas severos de TEPT (Trastorno por estrés postraumático), y eso realmente me hizo desvincularme de mucha gente”, recordó Cortés.

Se encontró durmiendo por largos períodos de tiempo, usando alcohol y drogas para lidiar con sus síntomas, y acurrucándose en el sofá o durmiendo en su auto.

Después de que ella le contó a Díaz su situación a través de un mensaje de texto, él la contrató en cuestión de minutos. Dos días después, trabajaba como cajera. Ahora, ella maneja uno de los tres camiones del negocio.

Después de comenzar en Tin Hut BBQ, ahora tiene un ingreso estable y puede permitirse alquilar su propia casa. También ha descubierto que está más calmada y tranquila.

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Uno de los tres camiones de Tin Hut BBQ. (Cortesía de Tin Hut BBQ)

La vida en el Ejército

Díaz aporta a su trabajo la experiencia de décadas de servicio militar, así como sus luchas personales.

Su padre estaba en el ejército y estuvo en diferentes bases de la costa este. Por lo tanto, Díaz pasó mucho tiempo mudándose cuando era niño, lo que hizo más difícil hacer amigos, pero también tuvo la oportunidad de viajar por todo el mundo, a países como Panamá, Turquía, Irán y Líbano.

A medida que crecía, Díaz adquirió un sentido del deber y admiró el servicio de su padre. También quería ser disciplinado y responsable de su familia, y seguir viajando. En 1981, a la edad de 21 años, se alistó en el Ejército.

Durante sus 15 años de servicio, Díaz fue desplegado a países del Medio Oriente, América Central y América del Sur, y trabajó con unidades de operaciones especiales. Se jubiló en 1995, regresando a los Estados Unidos para trabajar como empleado civil para el Departamento de Defensa.

Como muchos veteranos, se enfrentó a sus propias dificultades al volver a casa. Él se enfrentó con el TEPT, pero en ese momento la condición no se entendía bien. Con frecuencia estaba hipervigilante y se sentía incómodo siendo el pasajero en un vehículo. También había sufrido una lesión cerebral traumática mientras estaba en el Ejército.

Díaz eventualmente buscó la ayuda de un psicólogo y psiquiatra, y fue capaz de salir de sus dificultades.

Reunidos por la BBQ

Al crecer con su padre en el Ejército, dondequiera que estuvieran en el mundo, Díaz recuerda vívidamente las grandes fiestas de BBQ que reunían a todos.

Su padre invitaba con frecuencia a sus compañeros soldados a fiestas de BBQ. Un invitado en particular salía a cazar y traía cerdos salvajes, que asaban durante horas.

“Fue una buena manera de unir a la gente”, dijo Díaz. Aprendió de su padre que la mejor manera de romper una atmósfera triste era tener una celebración donde la gente pudiera reunirse. Díaz continuó esta tradición a través de su propio servicio, y más allá.

“Tenía el mismo corazón, donde no quería que ninguno de mis soldados que estaban lejos de casa se fuera sin una comida casera”, dijo.

En 2007, cuando Díaz estaba trabajando en una base en el estado de Washington para el Departamento de Defensa, no pudo encontrar ninguna buena BBQ a pesar de sus mejores esfuerzos, y recordó los días de los remolques móviles de cocina en sus despliegues. La idea de un camión de comida para BBQ comenzó a tomar forma.

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Frank Díaz sufrió una lesión cerebral traumática y se enfrentó con TEPT después de retirarse del ejército en 1995. (Cortesía de Tin Hut BBQ)

En 2008, recibió una oferta de mudarse a Hawái que sintió que no podía dejar pasar. Mientras trabajaba allí como especialista en antiterrorismo, comenzó a desarrollar su concepto de negocio. Compró un ahumador y, en una misión en Afganistán, practicó con él la preparación de BBQ para los soldados que lo ayudaron a perfeccionar su oficio.

Para crear su menú, Díaz se inspiró en viajes por todo el país. Quería tener un menú ecléctico que incluyera la mejor BBQ de todas las regiones de los Estados Unidos. Descubrió que Texas era el lugar para la falda de res, Carolina era el lugar para la carne de cerdo, y Kansas City era el lugar donde las costillas eran el rey.

Estudió con algunos de los mejores pitmasters del país y aprendió sus estilos y métodos secretos para traerlos de vuelta a Hawái.

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Una bandeja de costillas de Tin Hut BBQ. (Cortesía de Tin Hut BBQ)

Ahora, Tin Hut BBQ tiene tres camiones, y Díaz planea expandirse a otros lugares en los Estados Unidos. Díaz no solo ha contratado a numerosos veteranos, sino que también continúa aportando a la comunidad militar, particularmente durante la temporada navideña.

Este Día de Acción de Gracias, Tin Hut BBQ alimentó a 250 familias de militares y veteranos. El día de Navidad, alimentarán a los soldados en servicio activo que no puedan llegar a casa para las fiestas.

“Es un agradecimiento por su servicio, por servir en días que no pueden estar con sus propias familias. Recuerdo esos días”, agregó Díaz.

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