En el Día del Asteroide astrónomos alertaron sobre los riesgos

02 de julio de 2018 Noticias

Un 30 de junio de 1908 un asteroide o cometa explotó sobre una área de Siberia escasamente poblada cerca del río Stony Tunguska, derribando más de 2.000 kilómetros cuadrados de bosque.

Hoy las Naciones Unidas celebra esta fecha, como el Día del Asteroide para crear conciencia del mayor evento de impacto, registrado en la historia humana reciente.

El bólido de 80 m de diámetro que cayó en Tunguska, Rusia en 1908 arrasó con bosques como muestra la imagen captada en 1929. (Imagen: Leonid Kulik vía Wikipedia)
El bólido que se estima fue de unos  80 metros de diámetro cayó en Tunguska, Rusia el 30 de junio de 1908 arrasando con bosques como muestra la imagen captada en 1929 por Leonid Kulik. (Wikipedia)

El 30 de junio de 2018 la Estación Espacial Europea del Sur (ESO) en Chile, se unió a la Estación Espacial Europea (ESA) con expertos, en una transmisión en línea y habló sobre los riesgos.

«Actualmente detectamos en torno a 200 asteroides al mes. Tal vez, 3, 4 ó 5 de ellos podrían impactar contra la Tierra«, declara Rüdiger Jehn.

«Incluso un asteroide relativamente pequeño puede causar un daño enorme«, dijo recordando una animación del Museo de Historia Natural de Viena que muestra una roca espacial de 100 metros de diámetro destruyendo toda una ciudad, con escenas de una película catastrófica.

Basta recordar el impacto que provocó  el 15 de febrero de 2013 en Cheliabinsk, Rusia, y dejó más de 1500 heridos, y un importante daño a cientos de viviendas y edificios. La NASA calculó que fue un impacto de 440.000 a 500.000 toneladas (TNT).

Se desintegró en su mayor parte en la atmósfera, y mientras lo hacía, la onda sonora hizo explotar los vidrios de las habitaciones, como muestra el video. Mientras los residentes de Cheliabinsk filmaban con asombro una curiosa nube, la violenta explosión de choque los derribó inesperadamente.

Las explosiones se prolongaron bastante tiempo, según el siguiente video, con los evidentes daños en los edificios.

Los Astrónomos estimaron que el asteroide de Cheliabinsk era de solo unos 16 metros de diámetro. Hay algunos muchos más grandes rondando la órbita de la Tierra.

Meteorito de 570 kilogramos, parte del asteroide que impactó en Cheliabinsk el 15/2/2014. (Gobierno de Cheliabinsk)
Meteorito de 570 kilogramos, parte del asteroide que impactó en Cheliabinsk el 15/2/2014. (Gobierno de Cheliabinsk)

Stephen Hawking una vez dijo: «Una de las principales amenazas para una vida inteligente en nuestro universo, es la alta probabilidad que un asteroide colisione con planetas habitados«.

Pese a que nuestro planeta cuenta con un campo magnético y una atmósfera que destruye de manera explosiva a los meteoritos, rocas, trozos de asteroides, cometas y la basura espacial. La geología de la Tierra ha permitido constatar que en el pasado han causado más de una catástrofe.

“Alrededor de una vez al año un asteroide del tamaño de un automóvil llega a la atmósfera de la Tierra, creando un espectacular evento de bola de fuego (bólido), ya que la fricción de la atmósfera de la Tierra hace que se desintegren, a veces explosivamente”, dice el equipo del Programa de Objetos Cercanos de la NASA.

Meteoritode-Cheliabinsk-Imagen-de-vídeo.
Asteroide Cheliabinsk. (Imagen de video)

El informe además destaca que en veinte años, entre 1994 y 2013, se registraron 556 eventos de gran energía, causados por objetos del tamaño desde uno a 20 metros.  Asia, América y África fueron los continentes más afectados en las últimas décadas.

Además “aproximadamente una vez cada 5.000 años un objeto del tamaño de un campo de fútbol golpea la Tierra y causa un daño significativo».

A su vez «una vez cada pocos millones de años en promedio, un objeto lo suficientemente grande como para causar un desastre, afecta a la Tierra a nivel regional o global. Los cráteres de impacto en la Tierra, la Luna y otros cuerpos planetarios son evidencia de estos acontecimientos”, dicen los astrónomos.

Por ejemplo: un asteroide de solo unos 50 metros, hace aproximadamente 50.000 años, creó el cráter Winslow en California, señalan astrónomos de la NASA de acuerdo a datos geológicos.

Imagen del asteroide Calavera o Asteroide Halloween 2015 TB145 durante su paso el 31 de octubre de 2015, cuando sorprendió al mundo con su extraña cara. (Vídeo NASA)

¿Qué se hace hoy?

ESA tiene un nuevo telescopio llamado FlyEye para detectar objetos peligrosos y está trabajando con la NASA en futuras misiones espaciales destinadas a dar con soluciones que permitan desviar la trayectoria de los asteroides para evitar posibles colisiones con la Tierra.

Los cinco objetivos estratégicos

La NASA con la Casa Blanca presentaron el 20 de junio cinco objetivos estratégicos para defender a la Tierra de los asteroides.

El primero es caracterizar la amenaza del objeto espacial con los telescopios y otros instrumentos avanzados. Esto significa invertir en técnicas cada vez más confiables.

Un análisis simple permite ver que casi todos los objetos cercanos que se alertan a diario, han sido descubiertos tan solo a pocos días del máximo acercamiento. Por ejemplo: de los 14 asteroides conocidos que pasaron entre el 6 y el 8 de noviembre pasado, solo cuatro correspondieron a aquellos descubiertos en años anteriores, que están haciendo su ruta normal ya anticipada.

Orbita del asteroide A 2017 U1 o cometa C 2017 U1, en octubre de 2017 cerca de la Tierra. (NASA)

La NASA reconoce que de los asteroides de mayor tamaño, aún le falta conocer un pequeño porcentaje del total que está rondando la Tierra.

En segundo lugar se propone “avanzar en nuestra capacidad de predecir consecuencias y los resultados de la mitigación”. En el caso de una emergencia, “los responsables de la toma de decisiones y los planificadores de emergencias necesitarán saber qué tan probable es el impacto, cuándo y dónde golpeará el objeto, qué efectos esperar en el terreno y si la prevención es posible”.

En tercer lugar está el de “prevenir los impactos de asteroides”. Aquí se manejan dos opciones que significan enviar naves espaciales no tripuladas para evitar el impacto de un asteroide. “Una misión de desviación empujaría al objeto fuera de una dirección terrestre, mientras que una misión de interrupción lo fragmentaría en pedazos más pequeños... quemarían inofensivamente en la atmósfera”.

Un cohete Delta II que lleva la nave espacial Kepler de la NASA se eleva a través de las nubes de escape. El despegue estuvo a tiempo a las 10:49 pm hora del este, el 6 de marzo de 2009. (NASA/Regina Mitchell-Ryall, Tom Farrar)
Un cohete Delta II que lleva la nave espacial Kepler de la NASA se eleva a través de las nubes de escape. El despegue estuvo a tiempo a las 10:49 pm hora del este, el 6 de marzo de 2009. (NASA/Regina Mitchell-Ryall, Tom Farrar)

En cuarto lugar Estados Unidos propone trabajar con socios internacionales para abordar la amenaza de manera conjunta.

En quinto lugar está fortalecer y ejercitar procedimientos y protocolos de emergencia.

Según Dante Lauretta, profesor de Ciencias Planetarias de la Universidad de Arizona, «el asteroide representa la creciente conciencia de la humanidad sobre las oportunidades y peligros que existen en el espacio cercano a la Tierra. Nuestro futuro depende de nuestra capacidad para identificar, caracterizar y finalmente eliminar a estos asteroides», de acuerdo al reporte de Asteroid Day.