Estos peces gelatinosos soportan las profundidades del abismo pero se derriten en la superficie

04 de abril de 2019 Noticias

Una exploración no tripulada a uno de los lugares más profundos de la Tierra permitió el año pasado ver de cerca tres nuevas especies de pez caracol viviendo en los fríos abismos del océano.

Lo mismo que les permite adaptarse en las profundidades también los hace frágiles en la superficie, al punto de derretirse, informó un equipo de la Universidad de Newcastle, Reino Unido, cuando hizo el hallazgo.

Estos son los fantasmales peces de colores azul, rosa y púrpura, que se ven en el próximo vídeo. Son depredadores que dominan su territorio, libres de competidores. Los investigadores rápidamente se dieron cuenta de que no se ajustaban a la imagen estereotipada preconcebida de cómo debería ser un pez de aguas profundas.

«En lugar de dientes gigantes y un marco amenazador, son pequeños, translúcidos, desprovistos de escamas, y muy hábiles para vivir donde pocos organismos pueden hacerlo«, manifestó uno de los cientíificos, el Dr. Thomas Linley, de la Universidad de Newcastle al presentar las imágenes.

“Su estructura es gelatinosa, significa que están perfectamente adaptados para vivir a una presión extrema y, de hecho, las estructuras más duras de sus cuerpos son los huesos en su oído interno que les dan equilibrio y sus dientes».

«Sin la presión extrema y el frío para soportar sus cuerpos, son extremadamente frágiles y se derriten rápidamente cuando se los trae a la superficie”, destacó Linley.

Estas extraordinarias especies de la familia Lapiridae, conocidos como peces babosos, fueron temporalmente llamadas «caracol de Atacama rosado, azul y púrpura» y fueron descubiertas a 7.500 metros por debajo de la superficie en la zanja de Atacama que recorre la costa entre Chile y Perú.

Viven principalmente alrededor del borde del Pacífico, en áreas donde una placa tectónica marina choca y se hunde bajo la placa de América. Ahí está la zanja de Atacama, de casi 6000 km de largo y más de 8000 metros de profundidad, que corre a lo largo de la costa oeste de Sudamérica. En algunas partes su fondo marino puede alcanzar profundidades cercanas a los 11.000 metros ( 7 millas).

“Como se ve claramente en las imágenes, hay muchas presas de invertebrados allí, y el pez caracol es el principal depredador. Parecen estar bastante activos y se ven muy bien alimentados”, dijo Linley.

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