Funcionarios del FBI y del Departamento de Justicia ocultaron conflictos de interés al tribunal secreto, dicen legisladores

30 de agosto de 2018 Noticias

Un grupo de altos funcionarios del FBI y del Departamento de Justicia (DOJ) conocían los conflictos de intereses relacionados con el infame expediente antiTrump y ocultaron intencionalmente esa información a un tribunal de vigilancia de carácter secreto, a fin de obtener una orden de espionaje contra la campaña de Trump; expuso un grupo de legisladores.

Los legisladores interrogaron el 28 de agosto a Bruce Ohr, un exfuncionario de alto rango del Departamento de Justicia que ha sido degradado por no revelar dichos conflictos de intereses a sus superiores.

Durante una sesión de siete horas, Ohr dijo a los miembros de los comités Judicial de la Cámara y de Supervisión del Gobierno, que él había informado a seis altos funcionarios del FBI y del DOJ que su esposa había recibido USD 44.000 de Fusion GPS cuando ella trabajaba para el mismo proyecto antiTrump que Christopher Steele, el exespía británico que preparó el expediente.

Ohr también le dijo a los mismos funcionarios sobre sus contactos regulares con Steele y Glenn Simpson, cofundador de Fusion GPS, y también confirmó a los legisladores que había informado a sus seis superiores de la fuerte tendencia antiTrump de Steele.

A pesar de que Ohr les informó sobre los conflictos de intereses y la parcialidad, un grupo de funcionarios de alto rango del FBI y el DOJ omitieron esos hechos en las 400 páginas de declaraciones que presentaron en octubre de 2016 ante el Tribunal de Vigilancia de Inteligencia Extranjera con el fin de obtener una orden judicial para espiar a Carter Page, un exvoluntario de la campaña de Trump. Los legisladores que han revisado las solicitudes sin editar, dicen que los nombres de Bruce y Nellie Ohr están ausentes de los documentos. Las aplicaciones tampoco revelaron que la campaña de Hillary Clinton financió parte del expediente y que el autor del expediente era parcial en contra de Trump.

Las revelaciones del testimonio de Ohr significan más problemas para varios de los participantes clave de «Crossfire Hurricane», nombre dado por el FBI a la investigación de contrainteligencia sobre la campaña Trump que comenzó en julio de 2016. La nueva evidencia también abre más fisuras a la base ya inestable de la investigación del abogado especial Robert Mueller, quien se hizo cargo de Crossfire Hurricane en mayo del año pasado.

«Los roles operativos desempeñados por Bruce Ohr y Nellie Ohr y su ganancia financiera relacionada, eran conocidos por al menos media docena de altos funcionarios del FBI y del DOJ -antes de la primera solicitud a FISA- pero nunca fueron revelados»; escribió en su Twitter el representante republicano de Texas, John Ratcliffe.

Después de que el FBI desvinculara a Steele como fuente para filtrar información a la prensa, un grupo de superiores se contactó con Ohr en privado –ya que tenía una relación de años con Steele– y lo convenció de convertirse en un canal extraoficial entre el buró y el espía extranjero, de acuerdo con Mark Meadows, representante republicano de Carolina del Norte.

Ohr le dijo a los legisladores que había ayudado voluntariamente al FBI y canalizado la información de Steele hacia el buró. Darrell Issa, representante republicano de California, le dijo a Fox News que Ohr sabía que el expediente de Steele era una combinación de «doble rumor» que nunca podría ser aceptado en los tribunales.

Algunos de los altos funcionarios que Ohr mencionó ya se han convertido en nombres familiares después de la difusión de sus mensajes de texto difamatorios y tendenciosos. Ohr le dijo a los legisladores a puertas cerradas, que sus superiores del Buró incluían a la entonces abogada del FBI Lisa Page y al entonces subdirector adjunto Peter Strzok, según fuentes que hablaron con la periodista de investigación Sara Carter.

Strzok y Page tuvieron una relación extramatrimonial mientras intercambiaban mensajes que expresaban un intenso odio hacia Trump y favorecían a Clinton. Ambos fueron parte de Crossfire Hurricane y de la investigación de Mueller. El segundo al mando del FBI en ese momento, el subdirector Andrew McCabe, era otro de sus superiores, dijo Ohr.

Uno de los seis funcionarios firmó una de las solicitudes de FISA para espiar a Carter Page, dijo Ratcliffe a Fox News. Aunque Ratcliffe no reveló el nombre del funcionario, se sabe que el entonces director del FBI James Comey, la entonces subprocuradora general Sally Yates, la entonces subprocuradora general en funciones Dana Boente y el subprocurador general Rod Rosenstein, firmaron cada uno al menos una solicitud.

El FBI despidió a McCabe en marzo por mentiras y filtraciones, y a Strzok en agosto por sus textos tendenciosos.

Lisa Page, quien dejó el buró en mayo, restó importancia a sus conexiones con Ohr en su testimonio ante los comités. Ohr le dijo a los legisladores una historia diferente, describiendo a Page como uno de sus contactos habituales con el buró. Los legisladores están convencidos de que uno de ellos miente y planean presionar el asunto para llegar a la verdad.

Los legisladores republicanos en los comités Judicial de la Cámara y de Supervisión del Gobierno desenterraron la última evidencia como parte de una investigación sobre las medidas adoptadas por el FBI y el DOJ, antes y después de las elecciones de 2016. Los congresistas están ansiosos por determinar si la investigación de la campaña de Trump, se inició por una necesidad política para ayudar a Clinton a ganar las elecciones y para obstaculizar una posible presidencia de Trump.

La evidencia hasta el momento parece respaldar esas sospechas. Hillary Clinton y el Comité Nacional Demócrata le pagaron a Fusion GPS para realizar una investigación opositora a Trump, lo que dio como resultado el expediente de Steele. Mientras Steele trabajaba en dicho expediente, Fusion GPS aceptó dinero de Rusia para otro proyecto de lobby, que luego llevó al encuentro en la Torre Trump. Los demócratas han utilizado a esa reunión como la evidencia central para apuntalar las acusaciones de que la campaña de Trump intentó conspirar con Rusia para ganar las elecciones.

Mientras tanto, en el FBI, Strzok –el agente principal tanto en Crossfire Hurricane como en la investigación del uso de Clinton de un servidor de correo electrónico privado (no autorizado) mientras era secretaria de Estado– días después de haber sido asignado al equipo Mueller, le dijo a Page que odiaba a Trump; pronosticó que Clinton ganaría «100.000.000 [a] 0», habló de una «póliza de seguro» en caso de que Trump ganara las elecciones y dijo que soñaba con un «impeachment».

Steele también expresó abiertamente su parcialidad contra Trump. El espía británico también presionó a Ohr para obtener una visa para Oleg Deripaska, un multimillonario ruso cercano al presidente ruso Vladimir Putin.

«Este es el mayor abuso de poder que he visto y voy a seguir ahondando en él, al igual que mis colegas, hasta que obtengamos todas las respuestas para el pueblo estadounidense», escribió en Twitter el representante republicano de Ohio, Jim Jordan.

Darrel Issa lo insinuó, y Ratcliffe confirmó que Ohr había informado a los comités que el equipo de Mueller nunca lo contactó para tener una entrevista.

Ohr confirmó en su testimonio que mantuvo en secreto su operación clandestina ante sus superiores, corroborando una declaración anterior de Rosenstein, quien dijo que no estaba al tanto de los tratos de Ohr.

«¿Cómo diablos está Bruce Orr todavía empleado en el Departamento de Justicia?», escribió Trump en Twitter el 29 de agosto. «¡Vergonzoso! ¡Cacería de brujas!»

De acuerdo con Issa, la esposa de Ohr probablemente fue elegida para el trabajo en Fusion GPS debido al puesto de su marido en el FBI.

«La relación anterior de él con el propietario de Fusion GPS, Glenn Simpson, de hecho parece ser la forma en que consiguió el trabajo», dijo Issa. «Él hablaba de que ella era una experta en Rusia, pero no había indicios de que fuera buscada o trabajara regularmente como experta rusa, sino que consiguió este trabajo por USD 44.000 para ser un conducto –una investigadora– pero, de hecho, para hacer [que Ohr fuera] un conducto».

En respuesta a una lista de preguntas sobre Ohr, La Gran Época se remitió a la oficina del Inspector General del Departamento de Justicia. La oficina del inspector general se negó a hacer comentarios.

El Inspector General inició una investigación el 28 de marzo sobre el cumplimiento de FISA en relación con la vigilancia de Carter Page.

«Como parte de esta examinación, la Oficina del Inspector General (OIG) también revisará la información que era conocida por el DOJ y el FBI en el momento en que se presentaron las solicitudes de una supuesta fuente confidencial del FBI», comunicó en dicho momento la OIG.

El FBI no respondió a una solicitud de comentarios antes del cierre de redacción.

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