Analistas alertan fraude en empresas emergentes, entre ellas las de biotecnología
Analistas financieros alemanes pusieron advertencias por notables casos de fraudes de las empresas novatas que se proyectan en la bolsa: las empresas emergentes que buscan inversionistas, conocidas como Startups. En especial las de biotecnología, o tecnología difícil de controlar.
La mayoría de las estafas ocurren por que los empresarios ofrecen un producto de nueva tecnología inexistente que no hace o no cumple con lo que prometió. Los fondos se recaudan y luego cuando se descubre el fraude la empresa se diluye.
Recientemente una empresa alemana prometió una impresora que nunca se llegó a fabricar, reportó DW. Los dueños alcanzaron a reunir cierta cantidad de dinero y no se sabe más de ellos.
Eckarrdt Weber, gerente de Heartbeatlabs, dijo en el siguiente reporte en video de DW, que está consiente del problema. La sociedad destina regularmente fondos de inversión a las nuevas empresas, lo que requiere un exhaustivo análisis del producto y proyecto que ofrecen.
Afortunadamente no han sido estafados. El mayor problema por ahora es que al presentar sus proyectos, generalmente para obtener inversionistas disimulan los problemas.
El caso de la empresa Theranos de Estados Unidos es uno de los casos ejemplares de fraude que los inversores tratan evitar.
La empresaria Elizabeth Holmes, nacida en Estados Unidos y con una infancia en China, de la nada llegó a ser en la lista de Forbes, la persona número 110 más rica del país, con su empresa de biotecnología. En marzo de 2018 fue acusada por la Comisión de Seguridad por fraude al haber recaudado más de USD 700 millones de inversores por un producto falso.
Sin admitir su culpa ni negarla, para resolver el asunto, Holmes pagó una multa de USD 500.000 y perdió el control de mando de su propia compañía. Luego Forbes estimó que el valor neto de su compañía valía cero, informó Vox, el 14 de marzo.
Theranos había afirmado que tenía la tecnología, que patentó como ¡Edison’ que era un secreto de Estado, la cual le que permitía extraer sangre de un pinchazo simple e indoloro, y con este realizar múltiples pruebas. La muestra se enviaría a un laboratorio en un «nanotainer» y se probaría con la tecnología patentada de Theranos.
La empresaria también prometió entregar resultados en unas pocas horas, a bajo costo. En 2013 abrió 42 «centros de bienestar» en farmacias con su maquinaria, y en 2015 logró persuadir para que Arizona aprobara una ley que permitiera a los pacientes dirigirse directamente a sus laboratorios sin una orden médica.
En 2015 Wall Steet Journal publicó una historia que hacía ver el fraude de Theranos, y se difundió finalmente que efectivamente los resultados de sus análisis de sangre no eran válidos. Ni tampoco correspondían a los laboratorios estándar. Ni siquiera contaba con la tecnología. Se descubrió que Theranos rara vez usaba su muy promocionada tecnología, en cambio, supuestamente usaba antiguas máquinas Siemens para la mayor parte de sus pruebas.
«Holmes logró no solo obtener su propio profesor y mentor de Stanford a bordo, sino también atraer 400 millones de dólares de los capitalistas de riesgo y formar una junta repleta de estrellas que incluía a los exsecretarios de Estado de los EE. UU. Henry Kissinger y George P. Shultz», destacó Vox.
La emprendedora Elizabeth Holmes ganó millones con su salida a bolsa sin tener un verdadero producto que ofrecer. Nadie se dio cuenta. Luego las autoridades la multaron y pidieron a su empresa dejar de usara la maquinaria.