Cuerpos utilizados por exposición Real Bodies en Reino Unido podrían provenir de prisioneros de conciencia
LONDRES, Reino Unido – Los cadáveres humanos que se exhiben en un centro de exposiciones en el Reino Unido podrían haber sido prisioneros de conciencia de China, argumenta un grupo de derechos humanos.
En una carta abierta enviada al gobierno británico, más de 30 profesionales médicos, legisladores y activistas pidieron que se clausure y se investigue la exposición Real Bodies en el Centro Nacional de Exhibición en Birmingham.
La exposición incluye 20 cadáveres y más de 200 órganos procedentes de China, que se presentan como una «experiencia educativa con narrativas de varias capas» por los organizadores Imagine Exhibitions.
Los cuerpos fueron suministrados por Dalian Hoffen Bio-Technique Co. Ltd. y se conservan utilizando plastinación, un sistema que utiliza goma de silicona líquida para evitar la descomposición.
Pero la carta abierta, que está firmada por la prominente legisladora Fiona Bruce, alega que los cuerpos no tienen documentación que confirme su origen, y es probable que sean sustraídos de prisioneros de conciencia.
El documento expone que las investigaciones demuestran que los cuerpos plastinados en Dalian incluyen presos políticos detenidos en el campo de trabajo cerca de su instalación. De estos, muchos serían de la práctica espiritual Falun Dafa, también conocida como Falun Gong, ya que son el grupo más grande de presos de conciencia en China.
‘No hay documentación’
El Centro Nacional de Exhibición (NEC) en Birmingham, que acoge la exposición Real Bodies hasta el 19 de agosto, dice que las muestras en su exhibición «son todos cuerpos no reclamados donados por las autoridades pertinentes a universidades de medicina en China. Los cuerpos que aparecen en la exposición fueron donados legalmente, nunca fueron prisioneros de ningún tipo, no mostraron signos de trauma o lesión, estaban libres de enfermedades infecciosas y murieron por causas naturales».
Sin embargo, Tom Zaller, director ejecutivo de Imagine Exhibitions, admitió en abril que «no había documentación» para probar la identidad de los cuerpos o de que hubieran consentido donar sus cuerpos después de la muerte.
La Ley de Tejidos Humanos del Reino Unido, de 2004, dice que: «quitar, almacenar o usar tejido humano … sin el consentimiento apropiado» es una ofensa, pero dado que los cuerpos en realidad se han importado del extranjero, la ley no se aplica.
Lord Alton de Liverpool, un signatario de la carta abierta, preguntó al Parlamento si el forense de Birmingham podría investigar el origen de las muertes de los cadáveres.
El gobierno respondió diciendo que la exhibición tenía licencia, pero «la responsabilidad de organizar la exhibición y mantener estándares éticos recae en el Centro Nacional de Exposiciones».
Rachel Dunachie, del Centro Nacional de Exposición, dijo que si la muestra no era ética, «tomarían la guía” de la ‘Autoridad de Tejidos Humanos», que «no nos daría una licencia».
La oficina forense de Birmingham vio una copia de la carta abierta, pero decidió no tomar ninguna medida, reportó la BBC. Por su parte La Gran Época contactó a la oficina del forense en cuanto a los motivos, pero no respondió a tiempo para su publicación.
Muestras de ADN
Las exposiciones corporales plastinadas fueron prohibidas en Israel, Francia, Hawai y algunas ciudades de Estados Unidos. La República Checa modificó sus leyes el 7 de julio de 2017 para exigir la prueba del consentimiento del fallecido antes que dichas exposiciones puedan ingresar al país.
Ethan Gutmann, periodista de investigación y cofundador de la Coalición Internacional para Eliminar el Abuso de Trasplantes en China, está solicitando muestras de ADN a los organismos para poder establecer su origen.
«China ahora está siguiendo una política de intentar comprobar el ADN de los chinos que viven», dijo Gutmann en un evento para lanzar la carta abierta. «Ya han comprobado los de 17 millones de musulmanes uigures y pueden relacionarse a parientes de tercer grado, por lo que es posible conseguir un partido».
Gutmann cree que si se concede el muestreo de ADN, podría «explotar» el tema de la extracción de órganos de los presos de conciencia, un asunto que el autor hace campaña ya más de una década.
Esto se debe a que Dalian, donde se lleva a cabo la plastinación, es la segunda ciudad más grande de la provincia de Liaoning, un epicentro de la persecución a los practicantes de Falun Dafa, según Gutmann.
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