Entrevista exclusiva con Eduardo Bolsonaro: Toda la región está diciendo que no quiere más socialismo
La Gran Época tuvo la oportunidad de reunirse con Eduardo Bolsonaro, congresista de Brasil e hijo del presidente brasileño Jair Bolsonaro, para conversar sobre la situación en Brasil, con motivo de la visita de Estado de su padre a la Casa Blanca el 19 de marzo.
La Gran Época: Usted ha servido dos períodos en el Congreso de Brasil, y en esta última elección, entiendo que ganó por una gran diferencia, tuvo más votos que cualquier otro congresista en la historia de Brasil.
Eduardo Bolsonaro: Sí. Fue una sorpresa para nosotros. No esperábamos tanto, pero fue histórico. Dice mucho sobre el momento que estamos viviendo, y no solo en Brasil. Si miras alrededor en toda la región, hay otras personas con el mismo pensamiento, la misma forma [de pensar] que el presidente Jair Bolsonaro, y también que Trump. Miras a Chile, tienes a Sebastián Piñera; a Colombia, a Iván Duque; a Paraguay, a Mario Abdo Benítez; a Macri en Argentina.
Así que no se trata de un movimiento de extrema derecha, como suele verlo la prensa. Es algo natural y es un enorme mensaje de que no queremos más socialismo.
La Gran Época: Es un cambio asombroso. Tengo entendido que hace solo seis años no había ningún partido conservador en Brasil. ¿Es eso cierto?
Sr. Bolsonaro: Es cierto. Fue tan difícil para Jair Bolsonaro encontrar un partido que claramente lo apoyara para ser presidente. Y ahora somos el partido más grande del Congreso. Tenemos este cambio enorme. Así que es algo que incluso a veces es difícil de creer, como un sueño.
La Gran Época: ¿Por qué cree que esto ocurrió tan rápidamente y, como usted dice, no solo en Brasil, sino en varios otros países sudamericanos?
Sr. Bolsonaro: Si miramos a toda la región, todos los expresidentes eran amigos. Evo Morales; Hugo Chávez, luego Maduro; Lula, Dilma; Correa y los Kirchner. Y entonces, la gente se hartó de eso, sabes. Porque todo es sobre los golpes de Estado y lo políticamente correcto. (…) Y la gente se hartó de eso. Fueron tantos los escándalos sobre la corrupción que la gente dijo: «Bueno, queremos cambiar».
¿Y quién representaba el cambio? ¿Quién dice lo que está más cerca de la gente? Entonces encuentran a Jair Bolsonaro –porque Jair Bolsonaro no gastó ni siquiera un millón de dólares durante toda su campaña. Es alguien que le dio a su país 17 años en el ejército y luego casi 30 años como congresista. Y no tiene mucho apoyo de los partidos políticos. Por lo tanto, fue una elección difícil, pero teníamos una cosa que todos los demás candidatos no tenían: a la gente de su lado.
La Gran Época: Bueno, esta es una historia muy interesante. Entiendo que la gente estaba harta de la corrupción. Han habido gobiernos socialistas durante décadas. ¿Qué logró unir a la gente? Una cosa es estar descontento con la forma en que van las cosas. Otra cosa es ver que hay una alternativa y que tu padre le ofreció al pueblo brasileño una oportunidad diferente.
Sr. Bolsonaro: Hay un video en Internet que muestra al expresidente Lula hablando y riendo, como celebrando, que no hubiera ni un candidato de derecha. Creo que fue en 2010 o 2014.
Es porque era difícil crecer. Sabes, al principio, el socialismo es como una escuela. A la gente le gusta. Todos tienen dinero. Todos pueden comprar de todo, pero tarde o temprano, llega la factura. Y en Brasil, cuando llegó esta factura, fue durante el mandato de Dilma Rousseff. Y nos enfrentamos a 14 millones de desempleados. Fue muy difícil. Fue, creo, la peor crisis, crisis económica, que hayamos tenido en Brasil. También nos ayudó a [hacer] este cambio.
La Gran Época: Entonces, ¿la gente pudo ver que las cosas no estaban funcionando?
Sr. Bolsonaro: Sí. Claramente, claramente. Y no es solo un punto. Si vemos la [in]seguridad, tenemos récords año tras año en Brasil. Nos enfrentamos a un número récord de asesinatos. Y ellos dicen: «Él roba porque no pudo ir a esta escuela cuando era más joven». Dicen: «El problema es nuestra sociedad porque a la gente no le gusta la gente negra». Todo esto se trata de corrección política. Pero cuando la gente abre sus puertas, el mundo es totalmente diferente de lo que el gobierno les está diciendo, y la gente estaba harta de eso.
Hay un sentido de responsabilidad que tenemos [los miembros del partido de Jair Bolsonaro]. Como si no tuviéramos una segunda oportunidad. Solo tenemos una bala y tenemos que hacer lo correcto y cambiar toda la historia de Brasil. Porque tenemos claro que si fracasamos, los muchachos de la izquierda van a volver con toda la historia, y Brasil va a estar mucho más cerca de Venezuela que de Estados Unidos, por ejemplo.
La Gran Época: Así que este cambio milagroso que ocurrió hace cinco o seis años, donde de repente los brasileños dijeron ‘estamos hartos del socialismo’, ¿usted lo ve como algo frágil, que si no les muestra que funciona, volverán al socialismo? ¿Es ese el caso?
Sr. Bolsonaro: Sí, sí, seguro. Porque es fácil, el relato [usado por la izquierda]. ¿Qué es lo que hacen? Dicen: «Estoy aquí por la paz. Todos los que dicen algo diferente, están en contra de la paz». «Oye, oye, hombre. Estoy aquí para protegerlos, negros. Todos los que dicen algo contrario a lo que te estoy diciendo, son racistas». Y siguen con todos los demás temas. Por eso dicen que Bolsonaro es racista, xenófobo, homófobo, nazi, fascista y ahora, lo demás. Incluso están creando nuevas palabras, malas palabras, para decir que Bolsonaro es así.
Y luego, cuando vamos a Internet, donde no necesitas que los medios de comunicación convencionales te digan lo que está sucediendo, lo puedes ver con tus propios ojos: simplemente abre Instagram en tu smartphone, o Facebook, y verá a personas totalmente diferentes.
Así que Internet fue esencial en la campaña de Jair Bolsonaro para mostrar a la gente quién es, que no es racista, fascista, nazi, xenófobo, homófobo, ni todas las demás cosas.
Y lo que ellos [la izquierda] están haciendo en Brasil, lo hacen en Estados Unidos, lo hacen en Europa, lo hacen en Chile, en Colombia. Todos están muy bien conectados, y por eso quiero usar mi influencia y la posición que tengo ahora para construirlo en todo el mundo, para hacer que este milagro que ocurrió en Brasil también ocurra en otros países. Para que no sea una ola pequeña, que sea permanente. Realmente tenemos que organizarnos y detener al socialismo mientras podamos.
La Gran Época: ¿Entonces, las redes sociales fueron lo que le permitió a su padre romper el relato de la izquierda para establecer una conexión directa con la gente? ¿Esa es la historia?
Sr. Bolsonaro: 100 por ciento. Si miramos las redes sociales de Jair Bolsonaro, son enormes. Es incluso más grande que un montón de jugadores de fútbol o artistas. Y eso hizo toda la diferencia en esta campaña. Y tengo que decir que mi hermano, Carlos Bolsonaro, está manejando las redes sociales de Jair Bolsonaro. A Carlos no le gusta dar entrevistas. No le gusta aparecer demasiado, pero es el tipo más grande que [tuvo] una responsabilidad en estas elecciones. Después de que apuñalaran a mi padre, permaneció el 77 por ciento del tiempo de la campaña en el hospital o en casa.
Así que imagina que paras toda la campaña. No vas a pasar por todos los estados. Te vas a quedar en casa, hablando solo con un teléfono celular. Esto es lo que pasó, así que gracias a mi hermano. Y si miras las entrevistas de mi padre después de ser elegido, la primera vez que salió en televisión en vivo, dijo: «Gracias, Carlos Bolsonaro». Y también cuando asumió el cargo el 1 de enero, volvió a decir: «Gracias, hijo mío, Carlos Bolsonaro».
La Gran Época: Para aquellos que no estén completamente al día con la política brasileña, a principios de septiembre su padre sufrió una herida de cuchillo muy grave en un ataque. ¿Casi se muere?
Sr. Bolsonaro: Sí, fue muy difícil. Hace un tiempo, yo ni siquiera podía hablar de eso, porque me ponía muy emocional. Pero me estoy acostumbrando. Cuando fue apuñalado, yo estaba haciendo campaña en el estado de São Paulo. Él estaba en un estado vecino llamado Minas Gerais, en una ciudad llamada Juiz de Fora. Y alguien me llamó y me dijo: «Cálmate, tu padre fue apuñalado». Y yo le dije: «Bueno, ¿qué tan grave fue?» Luego, un poco más tarde, la gente empezó a hablar, y yo me estaba poniendo un poco nervioso. Y mi hermano mayor, Flavio, tuiteó: «Bueno, no fue tan malo, fue solo superficial». Así que me calmé. Pero cuando fui a la casa de un amigo y empecé a ver las noticias, [decían que] había perdido más de dos litros de sangre. Le cortó los intestinos en cuatro partes.
Murió y regresó dos veces; tuvo mucha suerte. Decimos que sí creemos en Dios porque cuando salió, fue tan rápido que los agentes federales que estaban haciendo su seguridad se llevaron a mi padre de la multitud. Eran alrededor de 20.000 o 30.000 personas. Fue muy rápido, y fueron directo al hospital. Así que conocían el mapa y dónde estaban los hospitales, los más cercanos.
El médico dijo que cinco minutos más y podría haber muerto, porque el corazón estaba casi sin sangre. Cuando llegó a este hospital público en Brasil, Santa Casa de Misericordia, había un equipo con un especialista en el campo que era necesario para hacer la cirugía. Esto no ocurre todo el tiempo en Brasil, así que tuvo mucha suerte. Y al hacer esta cirugía, los médicos dijeron que de 100 personas que ven con la misma puñalada, solo una sobrevive.
Así que mi padre dijo que cree que tiene una misión que cumplir aquí. Y fueron demasiadas coincidencias como para creer que no estuvo la mano de Dios en eso.
La Gran Época: ¿Por qué crees que ocurrió este ataque?
Sr. Bolsonaro: El tipo que lo apuñaló era parte del PSOL, el Partido Socialismo y la Libertad, [aunque] no formaba parte de este partido desde 2014. Y es alguien que lo mataría para sacarlo de la carrera presidencial de 2018, eso es seguro. A veces, la gente intenta decir que no, que era como un lobo solitario, que era algo solitario. No, no, no, no. Fue algo hecho por un izquierdista. Imaginen si sucediera lo contrario: alguien que era parte de nuestro partido apuñala a un candidato de la izquierda. Estarían como locos con eso.
La Gran Época: Se suele comparar a su padre con el presidente Donald Trump. ¿Crees que es una buena comparación?
Sr. Bolsonaro: Antes de 2016 –antes de las elecciones de Trump– la gente en Brasil no sabía mucho sobre Trump. Y lo que sucedió es que, como dijimos, los izquierdistas están muy organizados en todo el mundo. El mensaje que Brasil estaba recibiendo sobre Trump era ese tipo de mensaje de izquierda: que no le gustan los mexicanos, que quiere construir un muro, que no le gustan los negros, que solo quiere hacer política para los ricos. Son las mismas cosas que la gente decía de Jair Bolsonaro.
Pero incluso en ese momento en 2016, hice algunos posteos apoyándolo. Sé que él no necesita mi apoyo, y no tengo la capacidad de cambiar las cosas en Estados Unidos. Pero era para decir: «Hey, hay alguien que está saliendo de lo políticamente correcto, en Brasil y también en Estados Unidos. Presten atención a estos tipos».
Así que cuando fue elegido, fue muy divertido porque si miras las noticias en Brasil, si encendemos la televisión, casi todos los periodistas decían: «Esto es increíble».
Esta entrevista ha sido editada para mayor claridad y brevedad.
***
A continuación
¿Por qué el comunismo no es tan odiado como el fascismo?
Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times