Gran tormenta de polvo en la víspera de Año Nuevo deja sin fuegos artificiales a parte de Australia
Una tormenta de polvo se tragó la región de Dubbo el último día de 2018, restando visibilidad, mermando la calidad del aire, y también robándole a la ciudad su espectáculo de fuegos artificiales de Nochevieja.
Bronwyn Alder, quien filmó las imágenes, dijo a Reuters que no había visto nada parecido. La nube de polvo rojo llegó al Monte Boona alrededor de las 4:30 p.m. hora local (0530 GMT).
La Oficina de Meteorología de Australia (BOM) había emitido una alerta meteorológica severa para la zona. Los medios de comunicación locales informaron que los fuegos artificiales de Nochevieja se cancelaron debido al mal tiempo.
Fue por lo menos la tercera gran tormenta de polvo en los últimos meses, y los expertos explicaron que se debe a la larga sequía, según Western Advocate.
El meteorólogo de la Oficina de Meteorología (BoM), Kim Westcott, detalló que una tormenta de polvo es un área de polvo que se levanta del suelo y se mueve con el sistema de vientos predominante.
«Se sabe que las tormentas de polvo son partículas de polvo que llegan a la atmósfera a una altura de hasta 4,5 kilómetros, con una altura media de entre 1 y 2 kilómetros», dijo.
«Las tormentas pueden moverse tan rápido como el sistema meteorológico predominante».
Yet another dust storm in Australia, experts explain why they’re happening https://t.co/WenPClF1qO via @westernadvocate
— Dust Storm News (@DustStormNews) 2 de enero de 2019
La Organización Meteorológica Mundial describe las tormentas de polvo como «peligros meteorológicos».
De acuerdo con el profesor principal del departamento de ciencias ambientales de la universidad de Macquarie, Paul Hesse, existe un vínculo entre las tormentas de polvo y las sequías.
«Hay una correlación simple entre la sequía, y especialmente la duración de la sequía, y la ocurrencia de estas tormentas de polvo», dijo.
«Con la actual sequía es probable que veamos más de estos fenómenos en los próximos meses».