La última distracción de China para robar propiedad intelectual: dejar que empresas extranjeras ganen juicios por derechos de autor

06 de diciembre de 2018 Noticias

Una reciente ola de juicios exitosos entre las compañías extranjeras podría ser parte del continuo intento de China para presentarse ante el mundo como un país que respeta los derechos de Propiedad Intelectual (PI).

La propaganda es importante para China debido al creciente furor internacional sobre el flagrante desprecio de Beijing por la propiedad intelectual, ya sea a través de la fabricación masiva de imitaciones (en China se origina la mayoría de las falsificaciones del mundo); el espionaje económico estatal a través del hackeo de empresas occidentales; la adquisición sistemática de empresas tecnológicas occidentales para obtener tecnología crítica para el régimen; y las múltiples acusaciones judiciales en Estados Unidos que alegan que los ciudadanos chinos conspiran para robar datos, archivos y documentos de compañías estadounidenses.

El 5 de noviembre, el fabricante de juguetes danés Lego anunció que ganó un caso importante contra los imitadores chinos. Un tribunal chino dictaminó que las empresas de imitación tendrían que dejar de producir los juguetes falsificados y pagarle a Lego 4,5 millones de yuanes, alrededor de USD 643.000, por daños.

Lego de Harry Potter en Londres el 14 de noviembre de 2018. ( Jack Taylor/Getty Images)

Un mes antes, la marca de lujo británica Alfred Dunhill anunció que ganó su batalla judicial contra la marca de ropa masculina china Danhouli por infringir su icónico logotipo, que tiene letras alargadas. Alfred Dunhill fue retribuido con 10 millones de yuanes (USD 1,45 millones) por el Tribunal Popular Intermedio de Foshan, una suma inusualmente grande en comparación con los anteriores litigios en tribunales de China.

Como ocurre con gran parte de lo que sucede en China, los fallos judiciales tienen ramificaciones políticas.

Es probable que el régimen chino tenga un motivo oculto para la repentina aceptación de los derechos de propiedad intelectual: querer crear una percepción internacional como un país que está tomando medidas enérgicas contra la infracción de la Propiedad Intelectual, en medio del creciente escrutinio de las prácticas de robo de propiedad intelectual de China.

Esto es evidente en los comentarios públicos más recientes del mandatario chino Xi Jinping, realizados antes de las recientes negociaciones comerciales con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en la cumbre del G-20. El robo de propiedad intelectual de China es la razón principal mencionada por el gobierno de Estados Unidos para imponer sus aranceles punitivos a las importaciones chinas por un valor de USD 250.000 millones.

En su visita a España para asegurar acuerdos comerciales, el 28 de noviembre Xi dijo que «haremos esfuerzos para optimizar el acceso a los mercados en las áreas de inversión y proteger la propiedad intelectual».

A principios de noviembre, el líder del régimen comunista chino también habló de la necesidad de hacer cumplir las leyes punitivas por infracción de la propiedad intelectual, en un discurso en la exposición de importación de Shanghai, un evento que en realidad fue visto más bien como un truco de propaganda para sofocar la creciente preocupación internacional sobre las prácticas comerciales depredadoras de China.

¿Pueden ganar las empresas extranjeras?

Muchos expertos legales en el tema de la propiedad intelectual en China, que han analizado los números en los casos judiciales chinos, dicen que la tasa de ganancia para los demandantes extranjeros es en realidad bastante alta para las demandas de marcas registradas, derechos de autor e infracción de patentes. Pero los datos están incompletos, debido a la opacidad del sistema judicial chino.

China no brindó información pública sobre litigios hasta 2014, cuando el sistema judicial chino reveló una lista pública en Internet para buscar casos pendientes. Poco se sabe acerca de cómo se pronunciaron los tribunales chinos en casos relacionados con la propiedad intelectual antes de 2014.

El bufete de abogados Rouse le dijo a The Wall Street Journal en un artículo de julio de 2016 que la alta tasa de casos ganados probablemente se deba al hecho de que las empresas extranjeras solo demandan en China si confían en que pueden ganar.

En una evaluación anual de las prácticas de propiedad intelectual a nivel mundial publicada en febrero, la Cámara de Comercio de Estados Unidos señaló que continúan las infracciones generalizadas de las marcas y las barreras en el sistema legal chino, lo que dificulta que las empresas extranjeras protejan sus diseños.

«El sistema tiende a favorecer a las entidades locales a expensas de los titulares de derechos multinacionales», señala el informe. «Las incidencias de presentación de marcas de mala fe parecen estar empeorando y todavía existe un atraso de décadas de procesamientos abusivos», a pesar de varias victorias judiciales recientes de multinacionales extranjeras, según el informe.

Grandes pérdidas en los tribunales

Hay muchos ejemplos de multinacionales que han perdido demandas de derechos de autor contra empresas imitadoras chinas que claramente les han copiado sus diseños o sus conceptos.

En 2016, Muji, un minorista con sede en Japón, demandó a una empresa china llamada en inglés Natural Mill, con un concepto similar de venta de artículos para el hogar de diseño minimalista. La firma china usó los mismos caracteres chinos que Muji adoptó para su logotipo (caracteres chinos conocidos como kanji se usan en el sistema de escritura japonés). El Tribunal de Propiedad Intelectual de Beijing falló en contra de la compañía japonesa, citando el hecho de que Natural Mill presentó una licencia de marca china para su nombre en 2001. Muji se fundó en Japón en 1980, pero solo ingresó al mercado chino en 2005.

El ex jugador de baloncesto Michael Jordan también enfrentó una larga batalla por los derechos de su nombre en China.

Air Jordan es una marca bajo la empresa Nike, creada exclusivamente para Jordan en 1984.

Qiaodan Sports Company, con sede en la provincia de Fujian, utilizó un logotipo de aspecto similar: la silueta de un jugador de baloncesto que salta con una pelota en la mano. Qiaodan es también la transcripción al chino mandarín de la palabra Jordan.

Un calzado de la marca Qiaodan en una tienda de Qiaodan de la ciudad de Hangzhou, provincia de Zhejiang, en China, el 8 de diciembre de 2016. (STR/AFP/Getty Images)

Michael Jordan demandó por primera vez a Qiaodan Sports Company en 2012 y perdió. No fue sino hasta diciembre de 2016 que el máximo tribunal de China, la Corte Popular Suprema, revirtió el veredicto anterior, que había permitido a Qiaodan seguir utilizando los caracteres chinos y el logotipo para sus productos.

Recientemente, una demanda por infracción de propiedad intelectual que involucra a fabricantes de chips chinos, taiwaneses y estadounidenses ejemplificó cómo las empresas occidentales pueden verse atrapadas en las luchas políticas de Beijing.

En julio, en medio de las crecientes tensiones entre China y Estados Unidos por los aranceles comerciales, un tribunal chino emitió una orden restrictiva sobre las ventas del fabricante estadounidense de chips Micron, prohibiéndole vender sus productos semiconductores en China, alegando que la compañía violó las patentes del fabricante taiwanés de chips, United Microelectronics (UMC).

UMC había presentado demandas de infracción de patente contra Micron ante los tribunales de China continental en enero. Los observadores vieron a la orden de restricción sobre las ventas como una medida de represalia de Beijing contra una compañía estadounidense, por la imposición de aranceles del Gobierno de Estados Unidos a los productos chinos.

En relación al tema, el desarrollo más reciente es que un tribunal federal de EE. UU. demandó a UMC, al fabricante chino de chips Fujian Jinhua y a tres individuos vinculados, por una presunta conspiración para robar la tecnología de fabricación de chips DRAM de Micron a través de un acuerdo de cooperación que UMC firmó con Fujian Jinhua. El Gobierno estadounidense también impuso una prohibición de exportación a la compañía china, que le impide comprar componentes de tecnología estadounidense.

Dominio de patentes de estándares técnicos

Beijing ahora está presionando para que las empresas chinas registren agresivamente las patentes de tecnología de vanguardia, como parte de su plan para obtener una mayor participación del mercado global en inteligencia artificial, 5G y otras innovaciones clave.

Conocido como China Standards 2035, el plan exige que las compañías chinas desarrollen estándares técnicos y los conviertan en la opción predeterminada internacional, por lo que China ya no tendrá que depender de la tecnología extranjera.

La prensa estatal china, a su vez, ha utilizado el elevado número de registro internacionales de patentes de China –48.882 presentadas ante la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual en 2017, lo que la convierte en el segundo país detrás de Estados Unidos– como propaganda para demostrar que China respeta los derechos de propiedad intelectual.

«China fomenta los intercambios tecnológicos y la cooperación entre empresas chinas y extranjeras, y protege los derechos de propiedad intelectual legítimos de las empresas extranjeras en China», se lee en un artículo de Xinhua publicado el 28 de junio.

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