Migrantes cruzan a México bajo promesa de pedir refugio, pero incumplen y se unen a segunda caravana
Un nuevo grupo de migrantes con destino a Estados Unidos fue visto el lunes 29 de octubre formando cadenas humanas para cruzar el río Suchiate en la frontera entre Guatemala y México, siguiendo a miles de otros centroamericanos que han realizado viajes similares en las últimas semanas.
Ahora hay tres grupos principales que se dirigen hacia el norte. Un grupo de más de 300 salvadoreños abandonó la capital San Salvador el domingo 28 de octubre, de acuerdo con Reuters.
Un grupo más numeroso de hondureños, entre 3.500 y 7.000 que abandonaron su país a mediados de octubre, se encuentra ahora en el sur de México.
Un tercer grupo compuesto por migrantes de Hondura rompió una barrera en la frontera de Guatemala con México en Tecun Uman el domingo 28 de octubre, y se enfrentó con la policía. Los primeros en responder dijeron que las fuerzas de seguridad utilizaron balas de goma contra los migrantes, y que un hombre, el hondureño Henry Adalid de 26 años, resultó muerto.
Seis policías resultaron heridos dijo Beatriz Marroquín, directora de salud de la región de Retalhuleu, de acuerdo con Reuters.
El ministro del Interior de México, Alfonso Navarrete, explicó a la prensa el domingo 28 de octubre por la noche, que la policía federal no tenía armas, ni siquiera para disparar balas de plástico.
Anadió que algunos de los migrantes tenían armas, mientras que otros tenían cócteles molotov, y que esta información había sido transmitida a otros gobiernos centroamericanos.
Algunos migrantes abandonaron el viaje disuadidos por las dificultades, en lugar de hacer una nueva vida en México. Otros se unieron a la carvana al sur de México.
«‘No intenten ese viaje, no es como dicen’, aconsejan migrantes retornados», aconsejó hoy en un tuit la Cancillería de Honduras.
«No intenten ese viaje, no es como dicen», aconsejan migrantes retornados. pic.twitter.com/lzjt3qw9O9
— Cancillería Honduras (@CancilleriaHN) 30 de octubre de 2018
Este grupo en particular, de 500 hondurenos, había acordado registrarse ante las autoridades migratorias mexicanas, y no lo hicieron.
La Cancillería de Honduras en un comunicado les recordó a los migrantes de la caravana, que “los países en tránsito están autorizados por el derecho internacional para ejercer su soberanía, aplicando sus leyes migratorias por medio de sus autoridades y que por tanto deben ser rigurosamente respetadas”.
Vuelven a incumplir con autoridades mexicanas
El 19 de octubre cuando aconteció el primer acto violento del primer grupo de inmigrantes hondureños, las autoridades mexicanas habían llegado a un acuerdo con los migrantes para que entraran a México de manera «ordenada» en grupos de entre 50 y 100 personas para ser revisados, pero la caravana «incumplió» el acuerdo.
En ese momento el secretario de Gobernación mexicano, Alfonso Navarrete, denunció que los miles de hondureños de la caravana migrante entraron «por la fuerza» a México y «lastimaron» a policías mexicanos que se encontraban en la frontera.
El domingo pasado, cuando el segundo grupo intentó entrar por la fuerza, Alfonso Navarrete informó que la policía federal mexicana y los agentes de inmigración ilegal fueron atacados con piedras, botellas de vidrio y fuegos artificiales, cuando los migrantes entraron por una puerta en el lado mexicano de la frontera, pero que ninguno de los oficiales estaba armado.