Niño de 6 años que nunca pudo hablar, va al dentista y en pocas horas dice ‘mamá, tengo hambre’

17 de octubre de 2018 Noticias

Un niño de 6 años de edad en Texas encontró su voz por primera vez después de un simple procedimiento en su lengua que le ayudó a hablar.

Los padres de Mason Motz pensaron que su hijo tenía problemas para comunicarse debido a un trastorno del desarrollo. Pero después de una visita de rutina al dentista, descubrieron que tener la “lengua amarrada” es una condición médica real y tratable.

Los padres de Motz, Meredith y Dalan, contaron a CBS News que el año pasado apenas podía hablar.

Crédito de Storyful

Mason nació con el síndrome de Sotos, una condición genética que se caracteriza por un desarrollo retrasado a nivel mental y de habilidades motoras. Este pequeño tuvo que pasar muchos retos al crecer, pero nadie se podía explicar la razón de su falta de habla.

Sus padres lo llevaron a terapia desde que tenía 1 año y nada parecía funcionar.

Los especialistas no lograban explicarse el porqué de la imposibilidad de hablar de Mason hasta que un día durante una visita de rutina al dentista todo cambió. El nombre de la dentista, Amy Luedemann-Lazar, iba a quedar grabado para siempre en la memoria de toda la familia Motz.

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La dentista encontró que el problema del niño al hablar no tenía que ver con factores mentales sino con un simple factor físico. Mason sufría de una condición en la que su lengua no podía separarse de su paladar, por lo que esto le impedía articular el lenguaje.

Ella notó que la banda de tejido debajo de su lengua era más corta de lo normal, lo que hacía más difícil hablar. Les preguntó a los padres si podía hacer un procedimiento simple, y usar un láser para cortar el tejido. Tomó unos 30 segundos.

Los padres aceptaron y a los segundos quedaron sorprendidos. «Esa noche comenzó a hablar con oraciones completas por primera vez en la vida. ¡Fue impresionante!», señaló la madre.

«En lugar de señalar la comida o la boca, pudo decir ‘mamá, tengo hambre'», dijo Dalan.

Los estudios encontraron que la afección es prevalente entre el cuatro y el diez por ciento de los bebés. Para Mason, el pequeño arreglo hizo una gran diferencia.

Por ahora, el niño sigue su trabajo con fonoaudiólogos. En solo semanas, el menor pasó de hablar lo mismo que un niño de un año a uno de cuatro. Se prevé que cuando cumpla 13, Mason podrá hablar lo mismo que un joven de su edad.

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