Resaltan el atractivo de La Piedad, de Miguel Ángel, con nuevo sistema de iluminación
La Piedad, obra maestra del escultor florentino Miguel Ángel Buonarroti, autor de la Capilla Sixtina del Vaticano, cuenta con un nuevo sistema de iluminación LED de última generación que resalta su atractivo.
En torno a la escultura que se conserva en la entrada de la Basílica de San Pedro, las luces ahora pueden ser regulables en intensidad desde cuatro escenarios, permitiendo un mínimo impacto visual, un contraste luz y sombra y una gama que va del blanco a una amplia reproducción de colores.
En el lado Norte la luz se concentra en la escultura, en el Este solo ilumina una parte, y en el Sur todas las luces están encendidas. En cambio por el Oeste la iluminación está pensada en el visitante, para que disfrute la obra a través de una ventana protectora que se instaló en 1977.
Miguel Ángel realizó La Piedad en mármol, cuando tenia poco más de 24 años, en solo 12 meses entre 1498 y 1499 por encargo de un cardenal francés. Sus dimensiones son 1,74 por 1,95 metros. Él mismo escogió en persona el bloque de pìedra más apropiado en las canteras de los Alpes Apuanos de la Toscana, Italia, para dar impulso al arte renacentista que lo hizo famoso.
Representa a una joven Virgen María como una figura piadosa que inspira ternura, rostiendo en sus brazos el cuerpo sin vida de su hijo asesinado en la cruz, Jesús de Nazaret. Jesús luce tranquilo sin los signos de tortura que sufrió en los últimos días de vida.
Cuando Buonarroti entregó la obra, algunos escépticos dudaron de su autoría, por lo que el artista toscano grabó en la correa que cruza el pecho de la Virgen las siguientes palabras latinas: “Michelangelus Bonarrotus Florentinus Faciebat»: Miguel Ángel Buonarroti, florentino, la hizo.
“Es una obra a la que ningún artífice excelente podrá añadir nada en dibujo, ni en gracia, ni por mucho que se fatiguen, ni en fortaleza, en poder de finura, tersura y cincelado del mármol”, escribió el célebre arquitecto y pintor italiano Giorgio Vasari.
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