Por qué la persecución a Falun Dafa por parte del régimen chino es un fracaso
Cuando el mundo entraba en el nuevo milenio, el 20 de julio de 1999, se produjo en China un acontecimiento que culminó en una trágica y grave crisis de derechos humanos. Una práctica espiritual realizada por 70 millones de chinos se prohibió y sus seguidores fueron encarcelados.
Se movilizó todo el aparato estatal para erradicarlos. Casi veinte años después del comienzo de esta persecución, la práctica se extendió por todo el mundo y continúa resistiendo pacíficamente a pesar de la severa persecución, convirtiendo a la humanidad en testigo del triunfo de la Benevolencia.
Esta historia tiene dos protagonistas, el Partido Comunista Chino (PCCh) y la práctica espiritual de Falun Dafa. El primero, un régimen político autoritario condenado por todo el mundo por sus graves violaciones a los derechos humanos y el segundo, una práctica espiritual que cultiva la Verdad, la Benevolencia y la Tolerancia y consta de cinco ejercicios de meditación de movimientos lentos.
Los primeros persiguen. Los segundos se mantiene firmes, sin violencia, recordando a la humanidad los principios por los que vivieron líderes como Mahatma Gandhi, Martin Luther King Jr. y Nelson Mandela.
La historia de sangre y mentiras del PCCh
«La historia de 55 años del PCCh fue escrita con sangre y mentiras. Los relatos detrás de esta sangrienta historia son extremadamente trágicos y poco conocidos. Durante el gobierno del PCCh, entre 60 y 80 millones de chinos inocentes fueron asesinados, dejando atrás a familias destrozadas». Mucha gente se pregunta por qué el PCCh mata, dice el fragmento del séptimo comentario de la serie «Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista» publicado por La Gran Época.
Una de las peores masacres del PCCh fue conocida como la Revolución Cultural que fue lanzada en 1966, «una de las épocas más sangrientas de la historia china, en la que murieron hasta dos millones de personas», informó el diario The Guardian.
«La Gran Revolución Cultural Proletaria fue el período de una década de caos político y social causado por el intento de Mao Zedong de utilizar a las masas chinas para reafirmar su control sobre el partido comunista», dice el informe.
Es irónico que el PCCh llame a la Revolución Cultural una catástrofe. «Fue un grave error, donde se perdieron la mayor cantidad de vidas del partido, del país, incluso desde la fundación de la República Popular», destacó el diario The Guardian.
Según los Nueve Comentarios, los crímenes del PCCh no se limitan a la revolución cultural. El PCCh ha matado a inocentes chinos a través de continuas masacres como la del Cuerpo Antibolchevique, o la del Cuerpo Universitario (1930), el movimiento Rectificación Yan’an (1942-1945), la Reforma Agraria que eliminó a la clase propietaria (1950-1953), «La sociedad» de empresas públicas y privadas (1954-1957), el movimiento Antiderechista (1957), la Revolución Cultural (1966-1976), la masacre de la Plaza de Tiananmen (1989) y más recientemente la persecución de Falun Dafa (1999-Presente).
¿Que hay detrás de la historia de Falun Dafa?
La práctica espiritual Falun Dafa, también llamada Falun Gong, se originó en China en el año 1992. Un artículo en New Statesman por Leeshai Lemish mencionó cómo Falun Gong creció rápidamente en popularidad a través del boca a boca, después de ser presentado al público por el Maestro Li Hongzhi. La práctica no se basa en habilidades curativas o sobrenaturales, sino en la cultivación de uno mismo con virtud para lograr la perfección espiritual.
«A principios de los 90, Falun Gong, sus practicantes y su fundador fueron objeto de múltiples premios, con informes positivos en los medios de comunicación y apoyo del gobierno. De 1992 a 1994, el Sr. Li recorrió el país dando conferencias y seminarios para presentar la práctica en la asociación estatal de qigong. Los medios de comunicación estatales de ese período, mencionaban los beneficios de la práctica espiritual de Falun Dafa y mostraban a los practicantes de la práctica recibiendo ‘Premios al Ciudadano Saludable’. En un acontecimiento casi inimaginable hoy en día, el Sr. Li dio una conferencia en la embajada china en París en 1995, por invitación del gobierno», dijo un testigo en el sitio web de Freedom House.
Sin embargo, pocos años después, cuando la práctica estaba en su apogeo, se convirtió en la principal victima del PCCh. El 20 de julio de 1999, el líder del PCCh, Jiang Zemin, ordenó al régimen que en un plazo de tres meses se erradique a Falun Dafa. Jiang emitió tres políticas «arruinar la reputación de los practicantes de Falun Dafa, arruinarlos financieramente y hacerlos desaparecer físicamente», una campaña de represión que posteriormente entró en pleno funcionamiento, incluyendo propaganda difamatoria, arrestos, torturas y asesinatos, de acuerdo con el periódico La Gran Época.
Mientras el PCCh enfrentaba críticas internacionales y la simpatía nacional por Falun Dafa crecía, utilizó todo su aparato de relaciones públicas para justificar su campaña. «Afirmando que Falun Dafa es una amenaza para la sociedad, un grupo de meditadores supersticiosos, extranjeros, fuertemente organizados y peligrosos. Los medios de comunicación estatales contaron historias horripilantes de mutilación y suicidio, pero no les permitían a los extranjeros investigarlas. Cuando los investigadores de alguna manera se las arreglaban para indagar tales casos, encontraban historias de individuos que no existían y crímenes cometidos por personas que no tenían nada que ver con Falun Dafa. Los Organismos de Derechos Humanos calificaron como falsas las afirmaciones oficiales», dijo Lemish, quien viajó por todo el mundo para entrevistar a los practicantes de Falun Dafa y a los sobrevivientes de los campos de trabajo.
Un informe muy reciente de Human Rights Watch (HRW) describe cómo el régimen chino clasifica a muchas religiones fuera de su control como cultos malignos. «Falun Dafa, un grupo espiritual centrado en la meditación, prohibido desde julio de 1999, continúa sufriendo la persecución estatal», dice el informe de HRW titulado ‘Eventos de China en 2016’.
¿Por qué el PCCh persigue a Falun Dafa?
Según un testigo de Freedom House, la respuesta detrás de la persecución a Falun Dafa se halla en una «mezcla de temores ideológicos, factores institucionales y la decisión fatídica de un líder individual».
El 25 de abril de 1999, 10.000 practicantes de Falun Dafa se reunieron en Zhongnanhai, el corazón político de Beijing, para manifestar su preocupación por el arresto y la golpiza a los practicantes en Tianjin. New Statesman señala que esta situación asustó a los dirigentes del PCCh y desencadenó la posterior represión.
«El incidente fue fundamental, pero por diferentes razones. Ese día de abril, Zhu Rongji contactó a miembros del grupo reunido y escuchó su preocupación. Los detenidos fueron puestos en libertad. Los practicantes que estaban allí me dijeron que se sentían muy contentos por la comunicación abierta entre el gobierno y su gente», dijo Lemish.
«Pero esa noche, el presidente Jiang Zemin rechazó la postura conciliadora de Zhu. Calificó a Falun Gong como una amenaza para el Partido y dijo que sería una pérdida de prestigio internacional si no se aplastaba inmediatamente a Falun Dafa. De hecho, muchos expertos atribuyen la campaña de Jiang como una obsesión contra Falun Dafa, tanto más que cualquier otro factor», continuó Lemish.
Jiang y los miembros del PCCh tenían miedo de la popularidad de Falun Dafa. Entre los practicantes se encontraban trabajadores de las fábricas, agricultores, profesores y estudiantes universitarios e incluso esposas de altos funcionarios. «Los altos funcionarios tenían su grupo en el centro de Beijing», explicó Lemish.
El mismo temor se esconde tras la prohibición de Zhuan Falun, el texto principal de Falun Dafa. El artículo de New Statesman dice: «Este miedo a la popularidad de Falun Dafa explica por qué su texto principal, Zhuan Falun, fue prohibido de publicar semanas después de convertirse en un bestseller en 1996. Además ocurrió cuando un informe del gobierno estimó que había más practicantes de Falun Dafa (más de 70 millones) que miembros del partido, los agentes de seguridad comenzaron a interceptar los lugares donde se practicaban los ejercicios».
Detalles sangrientos de violación a los derechos humanos
Según un informe de La Gran Época, hasta la fecha se confirmaron que más de 4.236 practicantes de Falun Dafa fueron asesinados a través de las torturas y el abuso. Es probable que el número de víctimas mortales sea mayor, según las estimaciones de los defensores y especialistas de los derechos humanos, pero es difícil corroborar cualquier número en la situación actual, ya que el acceso a la información en China es escaso.
Los investigadores dicen que hay un mayor número desconocido de practicantes que fueron asesinados por sus órganos. Aún hay muchos practicantes consumiéndose en las cárceles que pueden ser asesinados en cualquier momento.
Según un informe de derechos humanos del Departamento de Estado de Estados Unidos realizado en de 2009, se estima que la mitad de los reclusos en los campos de trabajos forzados de China son practicantes de Falun Dafa, quienes son sometidos a torturas y abusos.
En 2016, el destacado abogado canadiense de derechos humanos, David Matas, testificó en una audiencia conjunta del subcomité del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes de Estados Unidos en Washington, D.C., el 23 de junio. «Hay evidencia convincente de que los practicantes de Falun Dafa son asesinados tanto para la plastinación como para la sustracción de órganos», declaró. La plastinación es una técnica anatómica por la cual los tejidos corporales que se descomponen se sustituyen por plástico y se convierten en muestras. El comercio de órganos como el de plastinación es una industria multimillonaria en el mundo de hoy.
También en 2016, Matas, junto con el escritor y periodista de investigación Ethan Gutmann y David Kilgour, ex fiscal y secretario de Estado canadiense para Asia y el Pacífico, elaboraron un informe de 600 páginas sobre la sustracción forzada de órganos en China, en el que se afirman que se trata de un proyecto de investigación de gran magnitud que incluye presos de conciencia en China, particularmente practicantes de Falun Dafa.
«Los chinos demandan 10.000 trasplantes al año. En realidad, contamos todos los hospitales que hacen trasplantes e incluso usted mismo puede hacer este cálculo. Pero incluso con solo mirar a los 146 hospitales que son centros de trasplantes autorizados por el Ministerio de Salud, se obtiene algo más de 50.000 al año», dijo Gutmann en una entrevista con la ABC explicando las estadísticas que respaldan su investigación.
Ethan Gutmann fue nominado al Premio Nobel de la Paz en 2017, y David Kilgour y David Matas fueron nominados al mismo premio en 2010.
Apoyo de los mandatarios mundiales
El 13 de junio de 2016, la Resolución 343 de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos (Res.343) fue aprobada por unanimidad, uniéndose a otros organismos federales, gobiernos estatales y legisladores individuales de los Estados Unidos para abordar el tema de la sustracción forzada de órganos en China.
La resolución de la cámara expresó su preocupación por «los persistentes y creíbles informes sobre la sustracción de órganos autorizada por el Estado a prisioneros de conciencia, sin consentimiento en la República Popular China, incluso de un gran número de practicantes de Falun Dafa y miembros de otros grupos religiosos y étnicos minoritarios».
Según Médicos contra la Sustracción Forzada de Órganos (DAFOH), en sus observaciones antes que la Res.343 fuera llevada a votación, la impulsora de la legislación, la diputada Ileana Ros Lehtinen, se refirió a la matanza de personas inocentes con fines de lucro por parte de China, como «una praxis repulsiva y contraria a la ética, que se debe detener».
Uno de los coautores de la resolución y un crítico abierto de los abusos a los derechos humanos en China, el representante Chris Smith exclamó: «Creo firmemente que la campaña para erradicar a Falun Dafa será vista como uno de los grandes horrores de la humanidad».
El 12 de diciembre de 2013, el Parlamento Europeo aprobó una resolución condenando la sustracción forzada de órganos del régimen chino a los prisioneros, especialmente los prisioneros de conciencia de Falun Dafa y pidió una investigación a la Unión Europea sobre esta ilegalidad. Esta acción fue apoyada por el diputado Edward McMillan Scott, vicepresidente del Parlamento Europeo, según DAFOH.
A finales de 2009, sobre la base de demandas judiciales y una campaña de más de una década, los practicantes, los tribunales de España y Argentina acusaron a Jiang Zemin y a otros ex funcionarios chinos de los cargos de genocidio y crímenes contra la humanidad.
Minghui, un sitio web de información coordinado por practicantes de Falun Dafa, hace referencia a los innumerables casos de apoyo de gobiernos, funcionarios, organizaciones y ciudadanos de todo el mundo.
El fracaso de la campaña de represión del PCCh
Aunque la persecución a Falun Dafa no cesa en China, la práctica persiste y continúa ganando popularidad en todo el mundo. Pero los esfuerzos por crear conciencia se mantienen firmes como los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia.
Un artículo de Los Angles Daily News titulado ‘¿Por qué China teme a Falun Dafa?’, menciona que la represión a Falun Dafa por parte del PCCh solo le dio vida a sus temores.
«Los esfuerzos continuos de la República Popular China (RPC) de reprimir solo estimuló a Falun Dafa a continuar con sus esfuerzos. En mi opinión, una estrategia más sabia para la RPC sería ignorar a Falun Dafa, pero el régimen nunca fue capaz de adoptar una actitud tolerante hacia ningún tipo de disidencia», dice la nota.
Video: ¿Por qué la persecución a Falun Dafa por parte del régimen chino es un fracaso?
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