La demanda parece ser parte de una amplia campaña comunista para cerrarnos: Shen Yun
Shen Yun Performing Arts, con sede en Nueva York, afirma que una reciente demanda presentada en Estados Unidos parece ser parte de una campaña más amplia para desacreditar a la compañía y cerrarla.
Shen Yun es una compañía de danza de élite que busca revivir la cultura tradicional china. La compañía ha sido blanco del régimen chino durante casi veinte años y advierte a todos los estadounidenses: el Partido Comunista Chino (PCCh) quiere controlar las empresas y los medios de comunicación estadounidenses, y si los estadounidenses no reconocen esto, no podrán detenerlo.
Antes y después de que se presentara la demanda, The New York Times publicó artículos negativos sobre Shen Yun. La compañía artística señala que los artículos fueron parciales y profundamente defectuosos, ayudando a fortalecer los esfuerzos del régimen comunista.
En un comunicado de prensa, Shen Yun afirmó que la exbailarina que presentó la demanda ahora trabaja con una «entidad del gobierno chino». En su denuncia, la mujer niega trabajar para el régimen. Sin embargo, Shen Yun asegura que su relato repite la narrativa de la campaña del PCCh para cancelar a Shen Yun.
El mes pasado, un agente comunista chino fue sentenciado a prisión en Nueva York por intentar sobornar a un funcionario del IRS. El objetivo del agente era revocar el estatus de organización sin fines de lucro de Shen Yun. Otro hombre fue condenado recientemente por recopilar información sobre practicantes de Falun Gong en Estados Unidos. Falun Gong es una disciplina espiritual practicada por muchos artistas de Shen Yun.
Desde la década de mil novecientos cuarenta, el PCCh ha destruido sistemáticamente la cultura tradicional china para adoctrinar a su pueblo con el comunismo. Debido a que Falun Gong y Shen Yun están arraigados en la cultura tradicional china, el PCCh los ve como una amenaza. Por eso, el régimen ha intentado bloquear y cancelar a Shen Yun desde su fundación en 2006. El régimen ha amenazado teatros, presionado a funcionarios electos, realizado amenazas de bomba e incluso cortado las llantas de los autobuses de gira de Shen Yun.
Shen Yun afirma que, a pesar de dos décadas de amenazas y ataques, incluidos en los medios de comunicación y a través de estrategias legales, sigue firme en su misión de mostrar la belleza, la majestuosidad y la espiritualidad de la civilización china de cinco mil años.