A las esposas se les enseñaba a ser como el agua. A traer armonía a la montaña del hogar y su marido; a ser el río que nutre y apaga para siempre la sed de alivio de la oscuridad del mundo exterior. Mientras que los maridos fuertes siempre han mantenido a raya a los lobos; las mujeres, desde tiempos inmemoriales, han mantenido unido el hogar con su asombrosa gracia, su amor, su fuerza de espíritu.
Un árbol se conoce por sus frutos. El fruto del pasado produjo nuestras madres, nuestras abuelas, nuestras bisabuelas, así como su bello encanto femenino y eterno”. Este fragmento popular se ha citado a menudo por su contraste entre las normas sociales de décadas pasadas y las de la actualidad, aunque también se ha impugnado su denotado origen. Ahora lo compartimos con usted, nuestro lector, por la verdad que encierra.
Menospreciarlo o amarlo. Se lo dejamos a usted.
1. Tener la cena preparada
Planifique con antelación, incluso la noche anterior, para tener una deliciosa comida a tiempo. Es una forma de hacerle saber que ha pensado en él y que se preocupa por sus necesidades. La mayoría de los hombres tienen hambre cuando llegan a casa, y la perspectiva de una buena comida forma parte de la cálida bienvenida que necesitan.
2. Prepárese para recibirlo
Descanse 15 minutos para estar fresca cuando él llegue. Retoque su maquillaje, póngase una cinta en el cabello y tenga un aspecto fresco. Solo ha estado con un montón de gente cansada del trabajo. Sea un poco más alegre e interesante. Puede que su aburrido día necesite un estímulo.
3. Despeje el desorden
Recorra por última vez la parte principal de la casa solo antes de que llegue su marido, recogiendo libros de texto, juguetes, papeles, etc. Luego limpie las mesas con un paño. Su marido sentirá que ha llegado a un remanso de paz y orden, y a usted también le animará.
4. Prepare a los niños
Dedique unos minutos a lavar las manos y la cara de los niños si son pequeños, a peinarles y, si es necesario, a cambiarles de ropa. Son pequeños tesoros y le gustaría verlos representar su papel.
5. Minimice el ruido
En el momento de su llegada, elimine todo ruido de lavadora, secadora, lavavajillas o aspiradora. Intente animar a los niños a que estén callados. Salúdele con una cálida sonrisa y alégrese de verle.
6. Algunos NO
No le reciba con problemas o quejas. No se queje si llega tarde a cenar. Considere esto como algo menor comparado con lo que él pueda haber pasado ese día.
7. Póngale cómodo
Pídale que se recueste en una silla cómoda o sugiérale que se tumbe en el dormitorio. Prepare una bebida fría o caliente para él. Acomódele la almohada y ofrézcale quitarle los zapatos. Háblele en voz baja, suave, tranquilizadora y agradable. Permítale relajarse y descansar.
8. Escúchele
Puede que tenga una docena de cosas que decirle, pero el momento de su llegada no es el adecuado. Déjele hablar primero.
9. Haga suya la velada
Nunca se queje si no le lleva a cenar o a otros lugares de ocio; en lugar de eso, intente comprender su mundo de tensión y presión y su necesidad de estar en casa y relajarse.
10. El objetivo
Intenta hacer de su casa un lugar de paz y orden donde su marido pueda relajarse.
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