Un grupo bipartidista de legisladores ha exigido respuestas al principal experto en enfermedades infecciosas, Anthony Fauci, sobre las noticias de que un instituto bajo su dirección financió experimentos «crueles» de toxicidad de medicamentos en perros.
Fauci es el director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID), una división dependiente de los Institutos Nacionales de Salud (NIH).
Los documentos mostraron que el NIAID gastó 1.68 millones de dólares en fondos de los contribuyentes para la experimentación con animales. Las pruebas se realizaron entre octubre de 2018 y febrero de 2019 en SRI International, un grupo de investigación con sede en Menlo Park, California.
El experimento consistió en inyectar y alimentar a la fuerza a 44 cachorros de beagle de entre seis y ocho meses de edad con un medicamento experimental durante varias semanas, antes de matarlos y disecarlos. También se experimentó con ratones.
Los documentos (pdf) fueron obtenidos a través de una solicitud de la Ley de Libertad de Información por el White Coat Waste Project, un organismo de vigilancia gubernamental sin ánimo de lucro. El organismo de control dijo que éste es el cuarto experimento con beagles financiado por el NIAID que ha podido descubrir.
Varios miembros de la Cámara, encabezados por la representante Nancy Mace (R-S.C.), calificaron el experimento de «innecesario» en su carta a Fauci (pdf) el 21 de octubre.
«Aunque en los documentos se afirma que el propósito ostensible de este estudio era ‘proporcionar datos de calidad e integridad adecuadas para apoyar la solicitud para la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA) y otras agencias reguladoras’, la propia FDA ha declarado recientemente que ‘no ordena que los medicamentos para humanos se estudien en perros'», dijeron a Fauci.
Un procedimiento que impide a los perros ladrar
Los legisladores también expresaron su horror ante un procedimiento utilizado en el experimento. Señalaron que una factura al NIAID incluía un elemento llamado «cordectomía», también conocido como desvocalización o desbarbado. El procedimiento consiste en cortar las cuerdas vocales de un perro para eliminar su capacidad de ladrar, aullar o llorar.
«Este cruel procedimiento (…) parece haberse realizado para que los experimentadores no tuvieran que escuchar los gritos pintados de los cachorros de beagle», dijeron los 24 legisladores. «Se trata de un reprobable mal uso de los fondos de los contribuyentes».
Le preguntaron a Fauci: «¿Por qué el NIAID ha contratado cordectomías cuando parecen ser científica y médicamente innecesarias? ¿Cuál es el coste medio de cada cordectomía realizada?»
Los legisladores también han preguntado cuántos experimentos farmacológicos con perros ha financiado el NIAID desde enero de 2018 y cuántos fondos de los contribuyentes se han utilizado.
También han preguntado por qué el NIAID siguió financiando pruebas con perros si la FDA ha dicho que esas pruebas no son necesarias. Y añaden: «¿Qué ha hecho el NIAID para explorar el uso de alternativas no caninas y no animales para cumplir los requisitos de la FDA?»
Los legisladores también buscan información en torno a si el NIAID ha puesto alguna vez a los perros a disposición para su adopción después de los experimentos.
Exigen las respuestas antes del 9 de noviembre.
The Epoch Times se ha puesto en contacto con el NIAID para una solicitud de comentarios.
Una investigación anterior del White Coat Waste Project descubrió que el NIAID destinó 424,455 dólares a un experimento en la Universidad de Georgia en septiembre de 2020 que consistía en infectar a los beagles con parásitos para probar en ellos un medicamento experimental, antes de matarlos.
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