El gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, ha amenazado con multar con hasta 1000 dólares a los funcionarios locales y a las empresas que impongan el uso obligatorio de mascarilla, en una orden ejecutiva emitida el jueves.
La nueva orden reitera la oposición de Abbott al uso obligatorio de mascarilla, al tiempo que amplía las órdenes emitidas anteriormente, que penalizaban a los funcionarios locales y a otras personas por hacer cumplir diversos protocolos de seguridad de la COVID-19.
El gobernador dijo que la nueva orden «proporcionará claridad y uniformidad en la lucha continua del Estado de la Estrella Solitaria contra la COVID-19».
Según la orden, se anima a los residentes a seguir sistemáticamente una buena higiene y distanciamiento social y, en las zonas donde la tasa de transmisión de la COVID-19 es alta, se anima a las personas a seguir prácticas de seguridad como llevar la cara cubierta y mantener la distancia social.
Sin embargo, no se exigirá a ninguna persona que lleve o imponga el uso de un cubrebocas y las entidades gubernamentales como el condado, la ciudad, el distrito escolar o las autoridades de salud pública no pueden exigir a las personas que lleven el cubrebocas.
Abbott aplicó previamente una orden similar el 18 de mayo, que prohibía a los gobiernos locales y a los distritos escolares imponer el uso obligatorio de mascarilla.
En un tuit, el gobernador escribió: «Cada tejano tiene el derecho de elegir si va a usar una mascarilla o hacer que sus hijos usen mascarillas».
Tampoco habrá límites de funcionamiento relacionados con la COVID-19 para ningún negocio u otro establecimiento. Las entidades gubernamentales locales que instituyan el uso obligatorio de mascarilla podrán ser multadas con hasta 1000 dólares.
La orden también especifica que las entidades gubernamentales no pueden «obligar a ningún individuo a recibir una vacuna contra la COVID-19 administrada bajo una autorización de uso de emergencia».
Los organismos gubernamentales, las entidades públicas y las entidades privadas que reciben fondos públicos tampoco podrán exigir a una persona que proporcione documentación sobre su estado de vacunación como condición para recibir cualquier servicio o entrar en cualquier lugar.
Se pide a las residencias de ancianos, los centros de vida con apoyo estatal, los centros de vida asistida y los centros de atención a largo plazo que sigan las orientaciones de la Comisión de Salud y Servicios Humanos de Texas (HHSC) en lo que respecta a las visitas, y deben seguir las políticas y prácticas de control de infecciones establecidas por la comisión.
Las residencias de ancianos y los centros de vida pueden seguir exigiendo la vacunación de sus residentes.
«La nueva orden ejecutiva enfatiza que el camino a seguir se basa en la responsabilidad personal y no en las imposiciones del gobierno», dijo Abbott en un comunicado.
«Los tejanos dominan las prácticas seguras que ayudan a prevenir y evitar la propagación de la COVID-19. Tienen el derecho y la responsabilidad individual de decidir por sí mismos y por sus hijos si llevarán mascarillas, abrirán sus negocios y realizarán actividades de ocio».
«Las vacunas, que siguen siendo abundantes, son la defensa más eficaz contra el virus, y seguirán siendo siempre voluntarias —nunca obligatorias— en el estado de Texas».
La nueva orden se produce después de que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (DCD) publicaran nuevas orientaciones relacionadas con la COVID-19, en las que se indica a las personas que deben llevar mascarillas en algunas zonas aunque estén totalmente vacunadas contra el virus que causa la enfermedad.
Las nuevas investigaciones sobre los brotes en varios estados y otros países «indican que, en raras ocasiones, algunas personas vacunadas infectadas con la variante Delta después de la vacunación pueden ser contagiosas y propagar el virus a otras personas», dijo la Dra. Rochelle Walensky, directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), a los periodistas en una llamada.
La investigación indica que las personas vacunadas que contraen la variante Delta tienen la misma carga viral, o cantidad de virus, que las personas no vacunadas, y que las personas vacunadas pueden transmitir la variante.
La guía actualizada supone un giro de 180 grados para los CDC, que anteriormente anunciaron que las personas totalmente vacunadas no necesitaban llevar mascarillas en los espacios cerrados debido a la protección que proporcionan las vacunas. La noticia también se produce mientras surgen pruebas que indican que las vacunas no son tan eficaces como antes contra el virus.
Zachary Stieber contribuyó a la elaboración de este artículo.
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