Rogers Roots, abogado que representa a Dominic Pezzola, uno de los acusados de la violación del Capitolio del 6 de enero de 2021, alegó el domingo que el FBI había cometido delitos al alterar las pruebas y solicitó que el tribunal nombrara a un experto especial para revisar las pruebas.
La medida de Roots se produjo días después del testimonio de la agente especial del FBI Nicole Miller, que participó en las investigaciones de la agencia sobre los acusados del 6 de enero. Al interrogar a Miller, Nick Smith, un abogado que representa al miembro de los Proud Boys Ethan Nordean (que figura como coacusado en el caso de Pezzola), reveló correos electrónicos clasificados del FBI que estaban ocultos en una pestaña de una hoja de cálculo Excel, que incluían una directiva a Miller para «destruir» 338 pruebas y «eliminar» a un agente del FBI de un informe de informante.
«Destruir pruebas es un delito federal. De hecho, está tipificado como delito federal en más de una ley. Lo mismo ocurre con la alteración de documentos, la alteración de registros, que es un delito federal», dijo el abogado John Pierce Law a The Epoch Times en una entrevista el domingo.
En una presentación el domingo, Roots solicitó que Timothy J. Kelly, un nominado de Trump que preside el caso, desestime el caso en su totalidad o nombre a un perito especial para que revise de forma independiente los mensajes del FBI que fueron revelados en la corte.
«La naturaleza brusca y desinhibida de la discusión de Miller sobre la comisión de estos delitos graves sugiere una cultura de corrupción y anarquía del FBI que debe detenerse de inmediato, e investigarse a fondo», dijo Roots en la presentación.
«En consecuencia, este caso debe ser desestimado en su totalidad y con perjuicio», continúa la presentación de Roots. «Incluso si el Tribunal pasara por alto este rastro masivo de corrupción del FBI y el juicio procediera, los acusados tienen derecho a interrogar a la agente Miller en relación con todos estos delitos, sus correos electrónicos desaparecidos, sus discusiones sobre la violación de los derechos de la 6ª enmienda de los acusados, sus discusiones sobre la manipulación de pruebas y sus discusiones sobre la alteración de documentos que involucran [fuentes humanas confidenciales] en este caso».
«Todos los juicios del 6 de enero deben ser pausados para audiencias probatorias e investigaciones por un perito especial y un abogado especial», dice la presentación.
Los mensajes filtrados
Una cuestión clave sobre estos mensajes filtrados es si entran en el ámbito de las pruebas del caso.
Roots dijo en la presentación que los mensajes muestran una violación del debido proceso, reiterando su argumento en una presentación anterior de que la vigilancia del FBI de las comunicaciones entre un coacusado, Zachary Rehl, y su abogado violó la Sexta Enmienda, que prohíbe la invasión del derecho a un abogado (Matter of Fusco v Moses).
Los mensajes ocultos de Miller revelan discusiones informales entre el FBI sobre la vigilancia de la estrategia del coacusado Rehl en el juicio, las defensas de Rehl y los puntos «interesantes», y las formas en que el gobierno puede eludir las defensas de Rehl», dijo Roots en la presentación del domingo.
En el escrito, Roots solicitaba al tribunal que desestimara el caso de Pezzola con prejuicio, nombrara un abogado especial, designara un perito especial, programara extensas audiencias probatorias y pusiera en libertad a Pezzola.
El DOJ, por su parte, dijo que como Rehl y su abogado se comunicaban a través de un sistema penitenciario monitorizado, renunciaron al derecho a los privilegios abogado-cliente.
«El gobierno no ha obtenido ninguna comunicación privilegiada entre el acusado Rehl y Moseley», escribió el gobierno en respuesta a los argumentos de Roots en una presentación el domingo. «Como el gobierno explicó en una presentación separada … Rehl y Moseley hicieron una elección plenamente informada para comunicarse entre sí a través de un sistema de correo electrónico de la cárcel monitoreado. Al hacerlo, renunciaron a cualquier privilegio».
Además, el DOJ dijo que el argumento de Roots sobre la destrucción de pruebas por parte del gobierno es nulo, argumentando que los mensajes no están relacionados con el caso.
Esta «destrucción» de pruebas se refería a la disposición de 338 elementos de prueba de un juicio de casi 20 años con múltiples coacusados», dijo el DOJ en una presentación separada el domingo. «De acuerdo con la política, el FBI esperó a disponer de las pruebas hasta que se extinguieron los derechos de apelación de todos los acusados».
«El agente especial se deshizo de esta evidencia devolviéndola a los familiares de los acusados o destruyéndola de otra manera de acuerdo con la política del FBI. El caso no estaba relacionado con este enjuiciamiento, y el agente no estaba involucrado en esta investigación», dice la presentación del DOJ.
El gobierno argumentó entonces que Pezzola no había demostrado que sufriera «perjuicio» o daños materiales en el juicio como resultado de las recaudaciones del gobierno, citando United States v. Mastroianni, que dice que «no se puede establecer una violación de la Sexta Enmienda sin demostrar que existe una ‘posibilidad realista de perjuicio’ para los acusados o ‘beneficio para el Estado’ como resultado de la intromisión del gobierno en la relación abogado-cliente».
Por las razones expuestas, el gobierno solicitó al tribunal que denegara todas las peticiones de Roots.
Pero según Roots, los mensajes, como mínimo, merecen un examen más profundo.
«Pongámoslo así: pide a gritos que alguien lo investigue», declaró Roots a The Epoch Times el domingo, refiriéndose a los mensajes filtrados.
«Creo que el juicio debe detenerse mientras investigamos estas cuestiones», dijo Roots.
El FBI no quiso hacer comentarios y remitió a The Epoch Times a la Fiscalía General de EE. UU. para comentarios.
La Fiscalía no proporcionó comentarios a The Epoch Times al momento de la publicación de este artículo.
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