Los abogados del expresidente Donald Trump presentaron este lunes un escrito judicial contra la fiscal de distrito del condado de Fulton, Fani Willis, ante la Corte de Apelaciones de Georgia, argumentando que debería ser apartada del caso por cometer una «grave violación» de las directrices legales del estado.
En un escrito de respuesta, el equipo del expresidente escribió que Trump se sintió «agraviado por el discurso de Willis en una iglesia», en referencia a los comentarios que hizo en enero en los que sugería que había una hostilidad racial en juego cuando un coacusado presentó una moción para que fuera descalificada por una relación que mantenía con su entonces fiscal especial.
El equipo legal dijo que su discurso fue «una grave violación de las Reglas de Conducta Profesional de Georgia», alegando que sus comentarios en la iglesia estaban supuestamente diseñados para aumentar la condena pública de Trump y los otros coacusados a los ojos de los posibles jurados. Por esos motivos, según los abogados, Willis debería ser apartada del caso.
«Pretermitiendo la imparcialidad, el presidente Trump se vio perjudicado por el discurso de Willis porque los medios de comunicación nacionales y locales emitieron e informaron de la afirmación de Willis como un ataque contra la defensa», dice la presentación. Willis, añadía, también afirmó que «las acusaciones contra ella provenían del racismo», que su equipo legal dijo que eran infundadas.
La corte de apelaciones de Georgia escuchará una apelación de Trump y varios coacusados el 5 de diciembre, según dictaminó previamente, sobre si Willis debe ser deshabilitada del caso debido a su relación con el ex fiscal especial Nathan Wade.
A principios de este año, el juez de la Corte Superior del condado de Fulton, Scott McAfee, dictaminó que Wade o Willis debían abandonar el caso, lo que provocó la salida de Wade y permitió que Willis siguiera a bordo. Trump y los demás acusados intentaron rápidamente apelar el caso.
En su fallo de marzo, McAfee reprendió a Willis por su discurso en la iglesia, pero dijo que no es motivo para su deshabilitación. También dijo que no había pruebas suficientes para destituirla basándose en la relación con Wade, aunque señaló que una «impresión de deshonestidad» estaba impregnando el caso.
Los fiscales del condado de Fulton habían dicho que su discurso en la iglesia fue vago, y que no hablaba de nadie en particular.
«¿No son ellos los que están jugando la carta de la raza cuando solo cuestionan una?», dijo Willis durante su discurso, en parte. «¿No son ellos los que juegan la carta de la raza cuando piensan constantemente que necesito que alguien de alguna otra jurisdicción de algún otro estado me diga cómo hacer un trabajo que llevo haciendo casi 30 años?».
Su oficina presentó una moción para desestimar el recurso en agosto, argumentando que no había pruebas suficientes para respaldar sus afirmaciones de que ella tenía un conflicto de intereses debido a su relación previa con Wade.
«Insatisfechos, los apelantes se aprovechan ahora de las críticas de la corte de primera instancia al fiscal de distrito para distorsionar sus conclusiones reales y exagerar su caso», escribió la oficina del fiscal de distrito. «Piden a esta corte que adivine las conclusiones de hecho de la corte de primera instancia y aplique normas de descalificación que ninguna corte de Georgia ha autorizado o empleado nunca».
El conflicto comenzó en enero cuando el coacusado Michael Roman, un exasesor de campaña de Trump, alegó en documentos judiciales que la pareja tenía una relación, una afirmación que los dos confirmaron más tarde durante una contenciosa audiencia ante McAfee en febrero.
Sin embargo, refutaron las acusaciones clave hechas por los abogados de Roman y sus coacusados, incluida la de que se beneficiaron económicamente de forma indebida de su acuerdo. También refutaron las afirmaciones de un testigo de que su relación comenzó mucho antes de lo que habían dicho.
El caso fue presentado por Willis contra Trump y más de una docena de otros coacusados, acusándolos de conspirar para anular los resultados electorales en el condado después de las elecciones de 2020. En parte, la acusación de su oficina se centró en una llamada telefónica de Trump en enero de 2021 con el secretario de Estado de Georgia, Brad Raffensperger, en la que el presidente le preguntó sobre votos y boletas.
Trump y la mayoría de los otros coacusados, incluido el exalcalde de Nueva York Rudy Giuliani, se han declarado inocentes, aunque varios se han declarado culpables como parte de acuerdos con la fiscalía.
Debido al proceso de apelación, es probable que el caso no llegue a juicio antes de las elecciones de noviembre.
La oficina del fiscal del condado de Fulton no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios de The Epoch Times.
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