Abuela de 86 años muestra su «espíritu de lucha» y vence al virus del PCCh

Por Louise Bevan
06 de abril de 2020 4:54 PM Actualizado: 09 de abril de 2020 11:44 AM

Una abuela de tres nietos ha sobrevivido al virus del PCCh después de una semana en cuidados intensivos a la edad de 86 años. Ahora, su orgullosa familia comparte el «espíritu de lucha» de su matriarca para proporcionar un rayo de esperanza a otros en medio de tiempos inciertos.

El 26 de marzo de 2020, el hijo de Barbara Briley, Richard, publicó una foto suya con su amada madre en Facebook, celebrando su supervivencia contra viento y marea. Comenzó: «Este soy yo con mi madre, ella ha sobrevivido a Hitler, a una cirugía a corazón abierto, 2 cirugías de rodillas y 2 cirugías de cadera».


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«Hace unas semanas», continuó, «se cayó, se fracturó la cadera, dos costillas y la columna vertebral. La semana pasada le diagnosticaron COVID-19 y pasó una semana en cuidados intensivos».

«Hoy le dijeron que se había recuperado», añadió Richard. «Este es el tipo de cosas en las que los medios deberían concentrarse; hay gente con esperanza».

Barbara Briley, de Wollaton en Nottinghamshire, Inglaterra, nació justo antes de la Segunda Guerra Mundial y ha trabajado como periodista. Más tarde, sobrevivió a una cirugía cardíaca y ha sido hospitalizada dos veces desde febrero de 2020.

Según el Nottingham Post, Barbara se cayó y se fracturó la cadera en febrero, y solo un mes después, la madre de tres hijos se fracturó la columna vertebral en una segunda caída mientras se sometía a fisioterapia en un centro de rehabilitación.

El 12 de marzo, Barbara fue admitida en la sala de emergencias del Queen’s Medical Center de Nottingham. Mientras estaba siendo tratada por la fractura de su columna vertebral, los médicos notaron que Barbara también presentaba síntomas del virus del PCCh (Partido Comunista Chino), comúnmente conocido como el nuevo coronavirus. Una prueba confirmó un diagnóstico positivo.

(unclelkt/pixabay)

La hija de Bárbara, Karen Gabriel, directora de prácticas del Centro de Salud Mary Potter en Radford, explicó que en el punto álgido de la enfermedad de su madre, su pecho estaba lleno de líquido y los médicos consideraron una orden de «no resucitar». Sin embargo, a pesar de pertenecer al grupo demográfico de «alto riesgo» debido a su edad y a las condiciones de salud subyacentes, la abuela estoica comenzó a mejorar.

El 27 de marzo, Karen dijo al Nottingham Post que su anciana madre había soportado un aislamiento total durante ocho días y se sentía «muy abrumada».

«Tratamos de enseñarle [a usar] FaceTime pero se nos acabó la paciencia con eso», explicó Karen. «Ha estado haciendo sus crucigramas y nos llama. Solo quiere estar en casa otra vez».

Karen y su hijo de 24 años, James, también contrajeron el virus pero solo sufrieron síntomas leves, incluyendo una pérdida del olfato y el gusto. «Todos habíamos estado cerca de [Barbara] porque habíamos estado con ella cuidando de sus necesidades».

Un miembro del servicio de ambulancias lleva a un paciente en el Hospital St Thomas de Londres el 24 de marzo de 2020. (DANIEL LEAL-OLIVAS/Getty)

Los CDC aconsejan que, sobre la base de la información y los conocimientos clínicos actuales, los ciudadanos de edad avanzada y cualquier persona con serias condiciones de salud subyacentes pueden correr un mayor riesgo de contraer una enfermedad grave como resultado del virus del PCCh. Sin embargo, según el ejemplo de Barbara Briley, a veces puede haber excepciones a esta regla.

«No todo el mundo tiene que morir», dijo Karen al Nottingham Post. «Te da la esperanza de que los ancianos y aquellos con problemas de salud subyacentes [puedan sobrevivir]».

El extraordinario relato de Barbara sobre la superación del virus del PCCh ha llamado la atención de más de 700,000 usuarios de las redes sociales. La publicación de Richard fue compartida por más de medio millón de personas, y gente de todo el mundo ha dejado comentarios.

Un usuario de redes sociales escribió: «Gracias por compartir y recordarnos la posibilidad y la esperanza».

Mientras que otro comentaba, «Es maravilloso, es una luchadora para superar todo eso. Vaya».

La asistente médica Mirian Fuentes (izq.) y la enfermera Laurie Kuypers revisan los papeles en una clínica de manejo en el Centro Médico del Noroeste de la Universidad de Washington en Seattle el 17 de marzo de 2020. (Karen Ducey/Getty Images)

En cuanto a Bárbara, que es un miembro consolidado de la comunidad de Wollaton, espera con interés salir del hospital, explicó James.

«Una cosa que Nanny diría es un enorme agradecimiento por todo el apoyo», concluyó James, y añadió: «No es un milagro. Es un trabajo duro del Servicio Nacional de Salud y su espíritu de lucha».


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