Al menos cuatro personas murieron y decenas más resultaron heridas en una explosión ocurrida durante una misa católica en un gimnasio universitario en Filipinas el domingo, según las autoridades locales.
La explosión ocurrió alrededor de las 7 a.m. hora local en la Universidad Estatal de Mindanao (MSU) en la ciudad de Marawi durante una misa católica llevada a cabo el 3 de diciembre, primer domingo de Adviento, que significa el período de cuatro semanas antes de Navidad.
Jenny Tamano, portavoz del gobierno provincial de Lanao del Sur, dijo que el número de heridos aumentó a 42. Las autoridades habían informado inicialmente de tres muertos y nueve heridos, informó el medio local Rappler.
La policía está investigando la causa de la explosión. El general de brigada Allan Nobleza, director regional de la policía, dijo que la policía está explorando la posibilidad de que se trate de un acto de venganza por parte de terroristas pro-ISIS.
La explosión ocurrió apenas un día después de que el ejército filipino anunciara que había matado a 11 presuntos miembros de un grupo terrorista islamista local inspirado por ISIS durante operaciones militares en la provincia de Maguindanao del Sur.
El Sr. Nobleza dijo que los terroristas asesinados pertenecían a Dawlah Islamiyah, que todavía tiene presencia en la provincia de Lanao del Sur, donde se encuentra la ciudad de Marawi.
Atentado terrorista
El gobernador de Lanao del Sur, Mamintal Adiong Jr., condenó enérgicamente el ataque explosivo, calificándolo como un acto de terrorismo. Prometió que se haría justicia en respuesta a este incidente.
«Aquí en mi provincia defendemos los derechos humanos básicos, y eso incluye el derecho a la religión», dijo en un comunicado en Facebook.
“Los ataques terroristas contra instituciones educativas también deben condenarse porque son lugares que promueven la cultura de paz y moldean a nuestros jóvenes para que sean los futuros moldeadores de este país.
“¡Insto al sector de seguridad a llegar al fondo de esto INMEDIATAMENTE!”, añadió el gobernador.
La MSU se declaró «profundamente entristecida y consternada por el acto de violencia» ocurrido durante una reunión religiosa en su gimnasio. La universidad se comprometió a prestar apoyo a los afectados por la tragedia.
«Condenamos inequívocamente en los términos más enérgicos posibles este acto horrible y sin sentido y extendemos nuestro más sentido pésame a las víctimas y sus familias», dijo la universidad en un comunicado.
La MSU dijo que suspendería las clases y todas las actividades académicas hasta nuevo aviso y aumentó el número de personal de seguridad para salvaguardar el campus.
La administración de la universidad está trabajando estrechamente con las unidades del gobierno local y las autoridades policiales para investigar el ataque, añadió.
“Nuestra prioridad inmediata es garantizar la seguridad y el bienestar de todos los electores, particularmente de nuestra comunidad cristiana”, afirmó MSU.
“Somos conscientes de las crecientes sensibilidades y preocupaciones que surgen de un evento tan trágico, y queremos asegurarles a todos que estamos tomando todas las medidas posibles para proteger a nuestros estudiantes, profesores y personal”.
«Nos solidarizamos con nuestra comunidad cristiana y con todos los afectados por esta tragedia», añadió.
La ciudad repleta de mezquitas fue atacada por primera vez por extremistas islámicos alineados con el grupo ISIS en 2017, dejando más de 1100 muertos, en su mayoría entre los extremistas agresores, antes de que el asedio de cinco meses fuera sofocado por fuerzas filipinas respaldadas por ataques aéreos y aviones de vigilancia desplegados por Estados Unidos y Australia.
El sur de Filipinas es la patria de la minoría musulmana en la nación predominantemente católica y el escenario de una rebelión separatista que lleva décadas.
El grupo insurgente armado más grande, el Frente Moro de Liberación Islámica, firmó un acuerdo de paz con el gobierno en 2014, lo que disminuyó considerablemente la intensidad de los combates que habían durado décadas. Pero varios grupos armados más pequeños rechazaron el pacto de paz y continúan llevando a cabo ataques con explosivos y de otros tipos mientras evaden las ofensivas del gobierno.
Con información de Associated Press.
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