Una acusación federal contra el alcalde de Nueva York, Eric Adams, avivó un intenso debate sobre si puede o debe permanecer en el cargo.
La acusación de 57 páginas, publicada el jueves, establece cargos por solicitar y aceptar contribuciones ilegales a la campaña, intentar encubrir sobornos y abusar repetidamente de su poder político en nombre de donantes extranjeros.
Adams afirma que el intento de procesarlo tiene motivos políticos y se atrincheró en lo que podría ser una larga defensa legal.
En una rueda de prensa el 26 de septiembre, el alcalde dijo que las acusaciones, filtraciones y lo que denominó la «demonización» de su persona y administración no lo sorprendieron: «Esto no nos sorprende en absoluto», declaró. «Pido a los neoyorquinos que esperen a escuchar nuestra defensa antes de emitir juicios».
Añadió que sus abogados se encargarán del caso para que él pueda continuar su trabajo como alcalde.
«Seguiré haciendo el trabajo para el que fui elegido por 8.3 millones de neoyorquinos», afirmó.
Sin embargo, algunos observadores opinan que la imagen pública de Adams está irremediablemente dañada y que su dimisión es inevitable. Esto allanaría el camino para que Jumaane Williams —concejal y defensor del pueblo, que en varias ocasiones se ha enfrentado al alcalde en cuestiones de política pública— asuma el cargo de alcalde interino al menos hasta las elecciones del próximo año.
Incluso antes de que se revele la acusación, la prominente demócrata de Nueva York, la representante Alexandra Ocasio-Cortez, pidió al alcalde que renuncie «por el bien de la ciudad».
«No entiendo cómo el alcalde Adams puede seguir gobernando la ciudad de Nueva York», dijo Ocasio-Cortez en un tuit, citando la «avalancha de dimisiones» de su administración y las «investigaciones en curso».
Agitación política
El alcalde viene lidiando con una creciente agitación política a medida que miembros de alto rango de su administración, incluidos su principal asesor jurídico y su comisionado de policía, renunciaron a sus cargos. Figuras destacadas de la política de Nueva York le habían pedido que se haga a un lado en ese momento.
Según la acusación, la presunta corrupción de Adams se remonta al menos a 2014, cuando ganó las elecciones como presidente del distrito de Brooklyn. La acusación, presentada ante e dela Corte del Distrito de Estados Unidos para el Distrito Sur de Nueva York, detalla cargos que, si se demuestran en los tribunales, podrían resultar en décadas de prisión.
«Empresarios ricos» no identificados y un funcionario de alto rango del gobierno turco, según la acusación, comenzaron a prodigar a Adams con dinero y beneficios, incluyendo pasajes para viajes internacionales. Los fiscales alegan que el patrón se intensificó a finales de la década de 2010, cuando Adams empezó a considerar seriamente su candidatura a la alcaldía de Nueva York.
En 2018, cuando Adams había revelado públicamente sus ambiciones a la alcaldía, los sobornos estaban en pleno apogeo, afirma la acusación.
Al parecer, ciudadanos extranjeros no identificados intensificaron su campaña para atraer a Adams en 2021, cuando su elección como alcalde parecía prácticamente un hecho consumado.
La acusación alega que Adams aceptó contribuciones de donantes «de paja», es decir, donaciones de ciudadanos extranjeros que pasaron por donantes estadounidenses que legalmente podían dar dinero a su campaña y que afirmaron que estaban contribuyendo con sus propios fondos.
«Las personas adineradas eludieron las leyes diseñadas para limitar su poder sobre los cargos electos restringiendo la cantidad que una persona puede donar a un candidato», afirma la acusación.
«Y las empresas eludieron la prohibición de la ciudad de Nueva York sobre las contribuciones corporativas canalizando sus donaciones a través de múltiples empleados, frustrando una ley que pretende reducir el poder corporativo en la política».
Además, el candidato a la alcaldía supuestamente se enriqueció y robó fondos públicos al solicitar dinero del programa de fondos de contrapartida de la Junta de Financiación de Campañas de la Ciudad de Nueva York y afirmar falsamente que las donaciones que el programa iba a igualar cumplían con las leyes de financiación de campañas, señala la acusación.
A través de esta artimaña, la campaña de Adams de 2021 obtuvo ilegalmente 10 millones de dólares adicionales, según los fiscales.
La acusación detalla además lujosos favores que el acusado supuestamente recibió de un diplomático turco de alto rango no identificado, incluyendo viajes gratuitos o con descuento en la aerolínea internacional de Turquía a ciudades extranjeras, estancias gratuitas en hoteles de lujo de Estambul, cenas gratuitas en restaurantes de lujo y entretenimiento gratuito.
Adams no reveló nada de esto en los documentos que tenía que presentar como empleado de la ciudad de Nueva York, según la acusación.
Una vez elegido, Adams supuestamente utilizó su poder como alcalde para apresurar la apertura de un rascacielos consular turco de 36 pisos sin una inspección de incendios requerida por la ley, afirma la acusación.
Lo hizo a cambio de sobornos que el funcionario turco anónimo le ofreció en 2021 y 2022, según los fiscales, incluidos vuelos a numerosos destinos internacionales y alojamientos de lujo en Turquía en particular, a cuenta del gobierno de Turquía.
¿Puede seguir en el cargo?
Michael Alcázar, profesor del Departamento de Derecho, Ciencias Políticas y Administración de Justicia Penal del John Jay College of Criminal Justice de Manhattan, afirma: «La acusación no sellada contra el alcalde Adams incluye graves acusaciones de soborno, fraude electrónico y aceptación de contribuciones ilegales a la campaña por parte de ciudadanos extranjeros».
«El fondo de estas acusaciones se examinará en los tribunales. No obstante, la gravedad de las acusaciones y la minuciosidad de la acusación podrían afectar seriamente a su capacidad para permanecer en el cargo de alcalde», declaró Alcázar.
«Además, la presión pública y política puede influir en que decida renunciar o se vea obligado a hacerlo».
Momento de la acusación
Aunque no se discute la gravedad de los cargos contra el alcalde, el momento de la acusación, apenas 39 días antes del día de las elecciones, es difícil de pasar por alto, según Harvey Kushner, director del departamento de justicia penal de la Universidad de Brookville, en Long Island.
En cuanto a lo que cabe esperar a partir de ahora, Kushner observa varias posibilidades. No le cabe duda de que Adams seguirá negando enérgicamente las acusaciones.
Sin embargo, en el clima actual, si Adams puede permanecer en el cargo es otra cuestión.
Kushner dijo que la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, que ha dicho poco públicamente sobre el asunto, puede ejercer su poder legal para destituir al alcalde durante 30 días.
«Hochul puede, en una situación como ésta, destituir al alcalde y llevar a cabo su propia investigación sobre la veracidad de las acusaciones», dijo Kushner.
Adams se enfrenta a tres aspirantes progresistas en las próximas primarias a la alcaldía, que discrepan con él en materia de delincuencia, la situación de los inmigrantes ilegales, el precio por congestión, entre otros asuntos.
Kushner aludió a las peleas casi constantes entre el ayuntamiento y el alcalde por cuestiones como los procedimientos policiales al interactuar con los ciudadanos en público, los vales de vivienda, el uso de la incomunicación en las cárceles de la ciudad y la crisis migratoria que trajo al menos 200,000 recién llegados a la ciudad.
Todas estas cuestiones son microcosmos de una lucha de poder más amplia entre progresistas y moderados en el gobierno de la ciudad de Nueva York.
La oficina del alcalde Adams no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.
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