Alemania vuelve al carbón a medida que la seguridad energética se impone a los objetivos climáticos

Por Bryan Jung
24 de diciembre de 2022 1:49 PM Actualizado: 24 de diciembre de 2022 1:49 PM

Alemania está volviendo al carbón mientras se enfrenta a su peor crisis energética en décadas, pese a que siga persiguiendo oficialmente los objetivos en materia de cambio climático.

La nación centroeuropea está consumiendo carbón a su ritmo más rápido en casi seis años, mientras se convierte en uno de los pocos países que aumentará las importaciones de este combustible en 2023, informó Bloomberg.

El carbón, una de las fuentes de energía más antiguas y baratas, resurgió tras la escalada de los costos de la energía a nivel mundial, especialmente en Europa, que está sufriendo una aguda crisis económica tras el deterioro de las relaciones con Moscú.

Algunas centrales de carbón europeas, después de haber sido cerradas o paralizadas, este año se reactivaron temporalmente debido a la escasez de gas, para superar la actual crisis energética.

El consumo mundial de carbón alcanzó este año la cifra récord de más de 8000 millones de toneladas, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE).

A pesar del repunte del uso del carbón en la Unión Europea, las emisiones de carbono de noviembre fueron las más bajas de los últimos 30 años, según el Centro de Investigación sobre Energía y Aire Limpio.

Grave crisis energética

El Partido Verde alemán y el gobierno de coalición de Berlín, del que forma parte, tenían previsto eliminar el carbón para 2038, pero ahora abogan por adelantarlo a 2030.

Sin embargo, la guerra de Rusia con Ucrania y la consiguiente pérdida de la mayor parte del suministro de gas natural de Europa provocaron un renacimiento del venerable combustible fósil.

La mayor economía de Europa está tratando de equilibrar la prioridad a corto plazo, de reforzar su seguridad energética, con sus objetivos a largo plazo, de «emisiones netas cero».

Una mujer de pie en el borde de la mina de lignito a cielo abierto Garzweiler cerca de Luetzerath, Alemania occidental, el 12 de noviembre de 2022, como en el fondo se puede ver motores eólicos. (Ina Fassbender/AFP vía Getty Images)

Aproximadamente el 36.3 % de la electricidad de la red eléctrica alemana entre julio y septiembre de este año procedió de centrales térmicas de carbón, frente al 31.9 % del tercer trimestre de 2021, según la oficina de estadística alemana Destatis.

La agencia de estadísticas alemana informó de que la producción de carbón para la generación de energía aumentó un 13.3 % anual hasta 42.9 TWh, en el mismo período, mientras que la producción total de energía alemana aumentó en ese tiempo un 0.5 %, hasta 118,1 TWh.

Según la AIE, Alemania registró el mayor aumento del consumo de carbón, con un alza del 19 %, o 26 millones de toneladas, respecto al año pasado.

Por su parte, la energía procedente del gas natural aumentó en Alemania ligeramente, a pesar del alza de los precios, mientras que la producción eólica e hidráulica fue baja.

Berlín retrasa el cierre de las plantas nucleares y carbón

La producción nuclear nacional cayó durante el tercer trimestre después de que Alemania redujera el número de sus reactores activos a tres, frente a los seis del año anterior, debido a la decisión de Berlín de retirar progresivamente esta tecnología tras el desastre de Fukushima.

Ya en octubre, el canciller Olaf Scholz desautorizó a su coalición, manteniendo en funcionamiento las tres centrales nucleares restantes hasta mediados de abril de 2023 como máximo.

«Solo en Alemania, con 10 gigavatios, el retroceso es a escala significativa. Esto ha aumentado la generación de electricidad a partir del carbón en la Unión Europea, que se espera que se mantenga en estos niveles más altos durante algún tiempo», según el informe anual del mercado del carbón de la AIE, el 16 de diciembre.

A su vez, debido a los problemas de mantenimiento de las centrales nucleares francesas, Alemania se ha convertido, por primera vez este año, en un exportador neto de electricidad hacia Francia, según Destatis.

La capacidad de los reactores nucleares franceses se sitúa ahora en torno al 68 %, frente al 50 % del mes pasado, según Bloomberg.

Según la AIE, a medida que se recupere la producción nuclear francesa y aumente la producción eléctrica procedente de las energías renovables en Alemania, es probable que el país vuelva a ser importador neto de energía después de unos pocos años.

Sin embargo, el gobierno alemán emitió una exención para mantener abiertas 1.6 GW de centrales eléctricas de lignito hasta marzo de 2024, en lugar de cerrarlas a finales de 2022, como estaba previsto, informó Reuters.

A su vez el desmantelamiento de 2.6 GW de centrales de hulla y 1.2 GW de centrales de lignito de Alemania quedó aplazado.

Berlín también creó una «reserva de sustitución de gas» con una capacidad total de 11.6 GW, incluidos 1.9 GW de centrales de lignito y 4.3 GW de centrales de hulla, que permanecerán en línea hasta 2024, según el informe de la AIE.

«La eliminación progresiva del carbón, idealmente para 2030, no está en duda», dijo una portavoz del ministerio de Economía alemán, en declaraciones a Bloomberg.

«Con la situación de crisis como telón de fondo, lo más importante es que aparentemente hemos conseguido consumir mucha menos energía en 2022, especialmente del gas natural».

Con información de Reuters.


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