Los productos de Estados Unidos que contengan organismos modificados genéticamente se etiquetarán de ahora en adelante como «bioingeniería», según las nuevas normas de divulgación de alimentos que entraron en vigor el 1 de enero.
Se trata de un cambio en la descripción de los productos que tienen componentes de «ingeniería genética» o organismos modificados genéticamente (OMG), también llamados transgénicos.
A las empresas se les dio hasta el 1 de enero para cumplir con las nuevas reglas que se ultimaron durante la administración de Donald Trump. El gobierno siguió una ley aprobada por el Congreso en 2016 para crear una norma nacional que revele los alimentos que son o pueden ser de bioingeniería.
La norma nacional «evita un sistema de disparidad estado por estado que podría ser confuso para los consumidores», dijo el entonces secretario de Agricultura, Sonny Perdue.
La actualización de los requisitos de etiquetado suscitó críticas y una impugnación legal por parte del Centro de Seguridad Alimentaria, que denuncia que son confusos.
«Estas normas no pretenden informar al público, sino que están diseñadas para que las empresas puedan ocultar a sus clientes el uso de ingredientes modificados genéticamente», dijo Andrew Kimbrell, director ejecutivo del centro, en una declaración esta semana. «Es una estafa regulatoria que estamos buscando rescindir en la corte federal».
La Asociación de Comercio Ecológico, el Instituto de Política Agrícola y Comercial y Non-OGM Project se encuentran entre los otros opositores a la norma.
«En general, muchos productos que contienen OGM no serán etiquetados, lo que significa que la ausencia de una declaración de bioingeniería (BE) no significa que un producto no sea OGM», dijo Project en una declaración cuando se dieron a conocer las normas.
El Congreso, en la Ley Nacional de Divulgación de Alimentos de Bioingeniería, ordenó a los fabricantes de alimentos colocar en las etiquetas un texto, un símbolo o un enlace digital como un código QR si los productos tienen ingredientes de bioingeniería. Los legisladores utilizaron el término bioingeniería, pero permitieron al Departamento de Agricultura utilizar términos similares. Sin embargo, la agencia optó por quedarse con el término bioingeniería.
Entre los partidarios de la normativa se encuentran grupos de la industria alimentaria como Food Marketing Institute y Grocery Manufacturers Association.
«La regla proporciona una forma consistente de otorgar transparencia respecto a los alimentos que vendemos y permitir a nuestros clientes en todo el país los medios para aprender más sobre los productos comestibles que contienen ingredientes de bioingeniería», dijo Food Marketing en 2018.
Sin embargo, incluso algunos partidarios instaron al gobierno de Joe Biden a retrasar el plazo de cumplimiento a la luz de los incontrolables problemas de la cadena de suministro.
La administración «debe adoptar una posición de ‘no hacer daño’ ahora mismo que permita a las empresas centrarse en cumplir con los consumidores», dijo la Asociación de Marcas de Consumo en una declaración reciente.
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