Análisis: La creciente crisis de desempleo en China

Por Anastasia Gubin
24 de octubre de 2018 6:23 PM Actualizado: 25 de octubre de 2018 5:21 PM

Las pérdidas causadas a China por la guerra comercial con Estados Unidos giran en torno a la retirada de inversores extranjeros y a la reubicación de la cadena industrial mundial. Junto con el restablecimiento de esta cadena industrial, están sucediendo éxodos de capital y desempleo en varios países en desarrollo, incluyendo China.

Estados Unidos, en cambio, se ha convertido en un refugio seguro para los inversores mundiales debido a la reforma del sistema tributario y la relajación de la supervisión. En agosto hubo 201.000 nuevos empleos en el país y la tasa de desempleo bajó a 3,9 por ciento. Sin embargo, en China, el grave problema de desempleo ha empeorado debido a la retirada masiva de capital extranjero.

Estadísticas de desempleo con características chinas

El régimen chino ha estado ampliando su censura. En los últimos meses, incluso las noticias negativas sobre la guerra comercial, el desempleo, la pérdida de las reservas de divisas extranjeras, el mercado de valores y el mercado inmobiliario, se han convertido en temas delicados sujetos a censura. A pesar de esto, todavía hay varios métodos disponibles para medir la gravedad del desempleo en China.

A mediados de agosto, el Buró Nacional de Estadísticas (BNE) anunció que la tasa de desempleo en las áreas urbanas de todo el país era del 5,1 por ciento en julio, lo que significa un aumento del 0,3 por ciento en comparación con el mes anterior.

Los analistas de la economía china nunca confían en este tipo de datos. Se las podría llamar «estadísticas con características chinas». A partir de abril de 2018, las autoridades cambiaron el método para medir el desempleo, y pasaron del uso de una «tasa de desempleo urbano reportada» a una «tasa de desempleo medida». Además encargaron a un grupo de expertos que escriban un documento titulado: “Análisis integral de la tasa de desempleo medida reflejada en nueve temas”, para demostrar que la “tasa de desempleo medida” era más confiable que la anterior “tasa de desempleo urbano reportada”. Sin embargo, todos los expertos saben que las mediciones sobre la tasa de desempleo «con características chinas» tampoco reflejan la realidad.

Los datos proporcionados por el gobierno solo explican el desempleo urbano e ignoran los cientos de millones de desempleados rurales en edad de trabajar. En 2017, la Federación de Periodistas, también conocida como Asociación de Prensa de la Juventud, realizó una encuesta sobre la tasa de desempleo real y publicó sus hallazgos en un artículo titulado «La tasa de desempleo de China – la verdad oculta».

Los puntos clave del artículo se pueden destacar de la siguiente manera: la población china total en 2016 era de 1383 millones de personas, incluidas 907,47 millones de personas de entre 16 y 59 años. Descontando los 68,6 millones de estudiantes matriculados en escuelas secundarias, universidades y escuelas vocacionales, la población restante en edad de trabajo es de 838,87 millones de personas, los que representan el 60,7 por ciento de la población total. Sin embargo, según las estadísticas, el número total de personas con empleo fue de 774,63 millones.

Por otra parte, el estudio plantea un tema crítico: los campesinos chinos no se jubilan y están incluidos en la categoría de “empleados” de por vida. Los campesinos ancianos, definidos como aquellos mayores de 60 años, suman 129,28 millones, un número que debe ser restado de la cifra total de empleo. Como resultado, el número real de chinos en edad de trabajar con empleo es de 646,75 millones, lo que representa una diferencia de 192,12 millones comparado con el número total de chinos en edad de trabajar que no están matriculados en educación o capacitación. Según esta métrica, la tasa de desempleo real en China es del 22,9 por ciento.

Las estadísticas demográficas de este año entregan una imagen que refleja una situación similar a la de 2016. La tasa real de desempleo aún sería superior al 22 por ciento, incluso sin tener en cuenta los efectos de la guerra comercial entre China y Estados Unidos, que comenzó este marzo.

En la actualidad, hay tres factores que exacerban la crisis de desempleo en China.

Doble impacto de la guerra comercial: Éxodo de capital extranjero y aumento del desempleo

El éxodo del capital extranjero de China, que comenzó este año, ya se ha vuelto irreversible. Aunque las autoridades chinas mantienen una resistencia obstinada a este cambio, el Ministerio de Comercio reconoció en una conferencia de prensa celebrada el 20 de septiembre que los aranceles impuestos por Estados Unidos a los productos chinos por un valor de USD 200.000 millones han afectado a seis categorías, entre ellas la industria electromecánica y las industrias ligeras como la textil. Entre las empresas afectadas, las empresas extranjeras representaron el 50 por ciento. El Ministerio de Comercio de China afirmó que los aranceles estadounidenses dañan no solo los intereses de las empresas y los consumidores chinos y estadounidenses, sino también la seguridad de la cadena industrial mundial. La última declaración hace referencia al hecho de que el capital extranjero se está retirando o está considerando retirarse de China.

El 13 de septiembre, la Cámara de Comercio de EE.UU. en China y AmCham Shanghai publicaron una encuesta realizada a más de 430 empresas estadounidenses en China. El 35 por ciento de las empresas encuestadas habían transferido la producción de China a otros países, a regiones como el sudeste asiático, o están considerando hacerlo.

Además, según las estadísticas de Kyodo News de Japón, el 60 por ciento de las empresas japonesas han sido transferidas o están en proceso de transferencia de China a otros países, mientras que el 40 por ciento restante está deliberando sobre cómo retirar sus fondos.

En cuanto a las empresas financiadas por Taiwán, el 16 de septiembre el periódico financiero japonés Nikkei informó que las fábricas taiwanesas de calzado para Nike, Adidas, Under Armour y otras marcas, trasladaron sus líneas productivas al sudeste asiático y a la India.

Para evitar los aranceles implementados por Washington, incluso se están trasladando empresas y fábricas financiadas por China. Muchas de ellas están transfiriendo sus líneas de ensamblaje al exterior.

La mayor empresa de transporte y logística de Asia, Kerry Logistics Network Limited, con sede en Hong Kong, está trasladando actualmente sus líneas de producción para clientes en diferentes países, desde China a Malasia, Vietnam, Myanmar e incluso Laos.

¿Qué tipo de impacto tiene el retiro de capital extranjero en el empleo chino? Una cifra ampliamente citada es que, según estimaciones oficiales, el número total de personas empleadas directamente por todas las empresas de inversión extranjera es de más de 45 millones de personas. Además, hay innumerables proveedores y empresas de sectores ascendentes y descendentes que dependen del capital extranjero para sobrevivir, las cuales involucran a cientos de millones de personas.

Según Bloomberg News, el 11 de septiembre, Zhu Haibin, economista jefe para China de JPMorgan Chase & Co., destacó en su informe de investigación el profundo impacto de los aranceles estadounidenses en China: si Estados Unidos impone un arancel del 25 por ciento a los USD 200.000 millones de bienes exportados desde China, sin que China tome represalias, el país asiático puede quedar con tres millones de personas desempleadas. Si China utiliza los siguientes métodos para tomar represalias, incluida la imposición de aranceles a los productos estadounidenses y la depreciación del yuan en un 5 por ciento, entonces 5,5 millones de personas perderán sus empleos y el PIB disminuirá en un 1,3 por ciento.

El 18 de septiembre de 2015, trabajadores chinos se reúnen en torno a posibles empleadores en un centro de trabajo local en Yiwu, provincia de Zhejiang, China. (Kevin Frayer / Getty Images)

La política de IA en China conduce al desempleo estructural

Como muchos países desarrollados, la fuerza laboral china enfrenta una competencia cada vez mayor con la producción robótica.

Un informe de septiembre publicado por la Fundación de Investigación para el Desarrollo de China y Sequoia Capital China, una firma de capital de riesgo, muestra que varias empresas de industrias manufactureras de exportación en las provincias de Zhejiang, Jiangsu y Guangdong han reducido su número de trabajadores entre un 30 y un 40 por ciento en los últimos tres años. En la última década, Hangzhou Wahaha Group, una empresa de bebidas china, ha reducido el número de trabajadores en su línea de ensamblaje de alrededor de 200 o 300 a solo un puñado de personas.

Los robots que compiten por los trabajos que una vez hicieron los humanos ocurre en muchos países, lo que hace que el desempleo sea una tendencia inevitable en muchos casos. Algunos gobiernos están considerando varios tipos de «impuestos a robots» para compensar la pérdida de los contribuyentes humanos.

Xavier Oberson, profesor y abogado fiscal de la Universidad de Ginebra en Suiza, aboga por imponer impuestos a los robots de manera proporcional a su productividad, especialmente considerando que un robot generalmente puede reemplazar a más de una persona. Él recomienda que los fondos acumulados a través de estos impuestos se utilicen para financiar la seguridad social y capacitar a los desempleados.

Políticos surcoreanos y franceses también han presentado propuestas similares, con la esperanza de utilizar mayores impuestos para aumentar los subsidios de desempleo. Las autoridades chinas son conscientes del aumento en el desempleo generado por la IA, pero aparentemente no han considerado tomar medidas específicas.

El aumento de los impuestos de asistencia social conduce a un aumento del desempleo

El 27 de agosto, la Administración Estatal de Impuestos china emitió una reforma tributaria que se implementará el 1 de enero del próximo año. La nueva política introduce dos cambios importantes. Primero, será imposible para las empresas ocultar el número real de empleados y evitar el pago de impuestos de asistencia social. Según el «Informe de Seguridad Social Corporativa de China 2018» publicado por la agencia independiente de seguridad social 51 Shebao a fines de agosto, el 73 por ciento de las empresas chinas no cumplían con las regulaciones estatales, es decir, no pagaban las tarifas de asistencia social que correspondían a los salarios reales. Una vez que se implemente la nueva política, se reducirá en gran medida la posibilidad de que las empresas escapen del pago de los impuestos de asistencia social.

La reforma tributaria aumentará la tasa impositiva corporativa del 31 por ciento, la 13ª más alta del mundo, al 44 por ciento, la segunda más alta del mundo.

La implementación de la nueva política fiscal de seguridad social aumentará la carga sobre las empresas. Muchos medios de comunicación han publicado artículos sobre el tema. Según el autor de «El próximo año, prepárese para el desempleo», si una empresa paga 10.000 yuanes (USD 1.440) al mes a un empleado, en el pasado la compañía solo tenía que pagar el impuesto de seguridad social más bajo, pero con la nueva política, el empleado tiene que pagar 640 yuanes adicionales (USD 92) por mes, mientras que las compañías tienen que pagar 1860 yuanes (USD 268) adicionales por mes, lo que hace que el costo adicional de contratar a un empleado sea superior a 20.000 yuanes (USD 3200) por año. A una pequeña empresa con alrededor de 10 empleados, le costará 200.000 yuanes adicionales (USD 32.000) por año. El aumento de los costos reduce directamente las ganancias de las pequeñas y medianas empresas, que se verán obligadas a despedir trabajadores para sobrevivir.

La guerra comercial aún no ha terminado, pero su impacto en China está emergiendo gradualmente. El Partido Comunista Chino (PCCh) no quiere una guerra comercial con Estados Unidos. Beijing ha actuado durante mucho tiempo como si abrir el mercado a los países occidentales fuese un privilegio especial que le ha otorgado a Occidente, pero no reconoce el agradecimiento que la prosperidad económica de China le debe al sistema de comercio internacional.

Desde 2003, cuando el PCCh anunció su «ascenso pacífico», ha estado tratando de cambiar las reglas internacionales.

En 2014, Xi Jinping propuso públicamente sus principios diplomáticos rectores: «Es necesario considerar y utilizar de manera integral los mercados internacionales y nacionales, los recursos internacionales y nacionales y las normas internacionales y nacionales».

Dado que el actual guardián de estas reglas es Estados Unidos, para que el PCCh reescriba y domine los estándares de conducta internacional, tendría que desafiar a Estados Unidos. Pero la llegada de la guerra comercial fue inesperada y China no tenía suficientes activos para competir.

He Qinglian es una prominente escritora y economista china. Actualmente radicada en Estados Unidos, escribió “Las trampas de China”, el cual se refiere a la corrupción en la reforma económica de China en la década de 1990, y “La niebla de censura: El control de los medios de comunicación en China“, el cual trata sobre la manipulación y la restricción de la prensa. Ella escribe regularmente sobre temas sociales y económicos contemporáneos de China.

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