Ante la falta de empresas dispuestas a transportar petróleo a Cuba, PDVSA usa sus propios barcos

Por Julian Bertone
27 de septiembre de 2019 2:54 PM Actualizado: 27 de septiembre de 2019 2:54 PM

La empresa estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) aumentó este més sus exportaciones petroleras a Cuba, desafiando las sanciones impuestas por Estados Unidos a las navieras que participen en el comercio bilateral con las dos dictaduras.

Esta semana zarparon dos embarcaciones desde los puertos de PDVSA y al menos otros tres buques están a la espera de cargar crudo y combustible antes de partir hacia la isla tomada por el régimen comunista, según información suministrada a Reuters por tres fuentes de la industria petrolera. 

La agencia Refinitiv Eikon mostró que la petrolera venezolana ha exportado en lo que va de septiembre alrededor de 119.000 barriles por día (bpd) de crudo y combustible a Cuba, superando ampliamente a los 70.000 bpd enviados es el mes de agosto.

Luego de que Washington sancionara a varias firmas marítimas por llevar petróleo a Cuba, tanto la isla como Venezuela enfrentan dificultades para encontrar barcos que hagan el trabajo, por esta razón PDVSA ahora está usando gran parte de su propia flota operada por su unidad PDV Marina para hacer las exportaciones.

«Quieren enviar prácticamente toda la flota de PDVSA. Es una estrategia para poder seguir sacando producto a Cuba, ya que los armadores no quieren enviar buques a puertos venezolanos, mucho menos a Cuba», contó una de las fuentes consultadas a Reuters.

Parte de la ruta también es cubierta por navíos de Transalba, una empresa conjunta entre Venezuela y Cuba.

Por su parte, el ministro de relaciones exteriores de Maduro, Jorge Arreaza, confirmó que el régimen continuará trabajando con Cuba a pesar de las medidas de Washington para endurecer los embargos y obstruir los envíos de petróleo, lo que para el dictador comunista cubano Miguel Díaz-Canel no es más que una política “brutal y genocida”.

El Ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Jorge Arreaza (izq.), conversa con el dictador cubano Miguel Díaz-Canel durante el XVIII Consejo Político de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), en La Habana, el 21 de mayo de 2019. (ADALBERTO ROQUE/AFP/Getty Images)

Desde su llegada a la Casa Blanca en enero de 2017, el presidente de EE. UU. Donald Trump ha aumentado la presión sobre Caracas y aplicó sanciones económicas a más de un centenar de funcionarios y altos cargos cercanos a Maduro, entre ellos su esposa, Cilia Flores.

El martes pasado el Departamento del Tesoro de EE.UU. impuso nuevas sanciones contra cuatro empresas, una de Chipre y tres de Panamá, por participar en el transporte de petróleo desde Venezuela a Cuba con varios buques.

Como consecuencia, los activos que estas compañías puedan tener bajo jurisdicción de EE.UU. quedan bloqueados y se prohíben las transacciones financieras con ellas.

“EE.UU. continúa tomando una acción contundente contra el antiguo e ilegítimo régimen de Maduro y los malignos actores extranjeros que lo apoyan. Los benefactores cubanos de Maduro ofrecen un salvavidas al régimen y facilitan su aparato de represión de seguridad e inteligencia”, indicó el secretario del Tesoro, Steve Mnuchin, en un comunicado.

Imagen de archivo. Los petroleros navegan el lago de Maracaibo en Maracaibo, Venezuela el 15 de marzo de 2019. (JUAN BARRETO/AFP/Getty Images)

Cuba y Venezuela son estrechos aliados políticos y económicos desde la llegada al poder de Hugo Chávez que en el año 2000 hizo del país suramericano el principal proveedor de crudo de la isla a través de un convenio que le otorga precios preferenciales.

Con información de EFE

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