El recientemente designado embajador de Argentina, Oscar Laborde, para las relaciones con el régimen de Venezuela tras 7 años sin relaciones diplomáticas oficiales, presentó sus credenciales al país caribeño y pidió ayuda energética.
La asignación de Laborde—exvicepresidente del Parlamento del Mercosur (Parlasur)—se dio a conocer de manera oficial el pasado 19 de julio, en el que también se dieron a conocer los nuevos diplomáticos para Ecuador y Honduras, a través de tres decretos publicados en el Boletín Oficial.
El establecimiento de relaciones diplomáticas entre el régimen de Maduro y Argentina se da tras 7 años ya que el gobierno de Mauricio Macri (2015-2019) no reconoció a Nicolás Maduro como jefe del ejecutivo de Venezuela, reconociendo a Juan Guaidó en 2019 como presidente encargado. Desde 2015, Eduardo Porretti, permanecía como encargado de negocios de Argentina en el país.
Según el medio argentino, La Nación, Laborde habría solicitado a Maduro colaboración en materia energética.
Por lo que, posteriormente Maduro congratulado con el nombramiento de Laborde ofreció, según el gobierno argentino, una colaboración en el área energética y consideró avanzar en la integración regional a través de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC)—que en este año la Argentina ejerce su presidencia pro tempore.
Durante su presentación ante la Comisión de Acuerdos de la Cámara Alta el pasado 9 de junio, Laborde abogó por el régimen de Venezuela, diciendo que en Venezuela “hubo una crisis política, económica y social” y que es “clave” buscar “las multicausas que generaron esta situación”.
“El Gobierno argentino pretende accionar en ese sentido. Por eso ha habido una coherencia, especialmente en el hecho de la no injerencia y el esfuerzo por el diálogo, señalando que el problema de los venezolanos lo deben resolver los venezolanos”, agregó.
Por su parte, ante su salida del país caribeño Porretti realizó una despedida Venezuela y de los venezolanos a través de una carta llamada “Gracias Venezuela” que posteó en su cuenta de Twitter, el viernes 22 de julio, pero que posteriormente borró, donde describía los momentos difíciles que vivió en el país que vive bajo una dictadura socialista.
El exdiplomático argentino en Venezuela dijo que vivió “momentos extremadamente difíciles, en los cuales la seguridad física ha sido reiteradamente puesta en peligro. Durante años no contamos (aún no contamos) con agua potable, ni con provisión de algunas medicinas, ni con energía eléctrica permanente—y en ocasiones—con comida”.
“Me despido de Venezuela, rumbo al sur, esperando volver a recorrer, algún día, estas calles sin nombre”, concluyó su misiva eliminada. El 20 de julio Porretti, había escrito: “Último día de oficina. 6 años y 8 meses. Gracias por todo, Venezuela!”.
El gobierno de Alberto Fernández ha sido muy criticado por su constante cercanía con el régimen de Venezuela.
A fines de junio la directora de Human Rights Watch (HRW), Tamara Taraciuk, criticó a Fernández, por negar que existan más denuncias de violaciones a los derechos humanos en Venezuela al decir «esas denuncias ya no existen”, cuestionando si se trataba de “¿ignorancia o selectividad?”, señalando que la Alta Comisionada para DD. HH. de la ONU, Michelle Bachelet, indicó lo contrario el mismo día.
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