Agentes federales arrestaron el viernes a un autoproclamado anarquista e «izquierdista empedernido», bajo la sospecha de conspirar para interrumpir violentamente las protestas relacionadas con las elecciones en el Capitolio del estado de Florida.
Los fiscales dijeron que «evitaron una crisis» en el Capitolio al arrestar a Daniel Baker, de 33 años, y ponerlo bajo custodia por un cargo de amenaza de secuestro o lesiones, anunció la Oficina del Fiscal de Estados Unidos para el Distrito Norte de Florida, en un comunicado de prensa.
«Baker hizo un llamado a las armas para que personas con ideas afines confronten violentamente a los manifestantes que se reúnan ante el Capitolio de Florida este domingo», dijeron los fiscales.
«Específicamente pidió a otros que se unan a él para rodear a los manifestantes y confinarlos en el complejo del Capitolio con armas de fuego».
Se esperan protestas y mítines en los Capitolios estatales de todo el país antes y el día de la inauguración presidencial, en oposición a los resultados de las elecciones.
«¡Esto es un GOLPE armado y solo puede ser detenido por una comunidad armada!», escribió Baker, según alega una denuncia penal en su contra (pdf), en un folleto titulado «llamada a las armas el 20 de enero» posteado en línea.
«Si tienes miedo de morir luchando contra el enemigo, quédate en la cama y vivo», escribió en el volante, en el que llamó «terroristas» a los partidarios de Trump que planeaban protestar ante el Capitolio del estado de Florida.
Los agentes del FBI, con la ayuda de la policía local, dejaron a Baker bajo custodia sin incidentes.
The Epoch Times contactó al abogado defensor de Baker para pedirle que comente los cargos en su contra pero no recibió respuesta al momento de la publicación.
Baker, un exsoldado de infantería aerotransportada del ejército de Estados Unidos, después de ser expulsado del servicio, en 2017 se unió a las Unidades de Protección del Pueblo (People’s Protection Units), un grupo que lucha en Siria contra ISIS y el gobierno turco, dijeron los fiscales. Las Unidades de Protección del Pueblo están sub-afiliadas al Partido de Trabajadores de Kurdistán, que es designado por el gobierno de Estados Unidos como una «organización terrorista extranjera».
Los fiscales calificaron a Baker de «extremista peligroso», y en la denuncia penal se afirma que él deseaba la muerte de cualquier persona cuya ideología fuera diferente a la suya, incluidos los oficiales del ejército de Estados Unidos.
«Baker hizo múltiples amenazas violentas a quienes él afirma son supremacistas blancos, fascistas, personas de Estados Unidos con ideologías diferentes a la suya y aliados de Estados Unidos. Además, Baker promovió el asesinato de oficiales militares de Estados Unidos», se lee en la denuncia.
Los elementos de preocupación identificados en la investigación contra Baker muestran su «camino hacia la radicalización así como una probabilidad razonable de violencia inminente», afirma.
Uno de estos elementos es un posteo en Facebook atribuido a Baker. «Me importa un bledo, soy anarquista y quiero ver arder a la sociedad capitalista», dice la declaración en la red social.
Otro elemento al que se hace referencia en la queja es una entrevista que Baker concedió para un artículo sobre la caída de la zona autónoma de Seattle, en la que se identificó como un «izquierdista empedernido» que había viajado a Seattle para participar en la «revolución». A su vez expresó su decepción «por la falta de una oposición violenta aquí», refiriéndose a la zona ocupada.
«Si realmente querían una revolución, necesitábamos conseguir [fusiles] AK y empezar a hacer bombas», dijo Baker, según el artículo.
La queja afirma que Baker es el autor de un posteo en las redes sociales del 20 de octubre de 2020, en el que escribió: «Espero que la derecha intente un golpe de estado el 3 de noviembre, porque estoy tan [improperio] que voy a matar a los enemigos de nuevo».
El FBI advirtió a los funcionarios estatales y locales sobre los disturbios que se producirían desde entonces hasta el día de la inauguración, tras la violenta irrupción de la semana pasada en el Capitolio de los Estados Unidos.
En preparación para manifestaciones potencialmente violentas, los funcionarios de Tallahassee cerraron el ayuntamiento y la corte del condado, que está al otro lado de la calle del edificio del Capitolio, según Miami Herald.
El presidente del Senado de la Florida, Wilton Simpson, instó a los empleados del Capitolio a trabajar a distancia el domingo debido a las «muy probables» protestas, según el medio de prensa.
La incertidumbre que se avecina para el fin de semana fue un tema común entre los funcionarios estatales y los agentes del orden público, por lo que muchos mejoraron la seguridad basándose en manifestaciones anteriores o en advertencias generales, pero sin expectativas específicas sobre si algún manifestante se presentaría realmente fuera de los edificios del Capitolio estatal o de otras oficinas gubernamentales en los próximos días.
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