En una rara respuesta coordinada a Washington, las asociaciones industriales chinas afirmaron a las empresas chinas el 03 de diciembre que los chips estadounidenses «ya no son seguros» para comprar.
La advertencia se produjo un día después de que el Departamento de Comercio de EE. UU. ampliara las normas para bloquear el acceso de China a la tecnología avanzada de semiconductores y añadiera 140 entidades a una lista de control de exportaciones.
Las cuatro asociaciones industriales chinas representan a unas 6400 empresas de las principales industrias del país, que incluyen los sectores de telecomunicaciones, tecnología digital, automoción y semiconductores.
La Sociedad de Internet de China instó a las empresas a ampliar la cooperación con firmas de chips de otros países y a dar prioridad al uso de chips fabricados en China, afirmando que los controles de exportación estadounidenses causaron un «daño sustancial» a la industria china de Internet.
La Asociación China de Empresas de Comunicación declaró que ya no veía los productos de chips estadounidenses como seguros o fiables y que Beijing debería investigar cómo asegurar la infraestructura de información crítica y la cadena de suministro del país.
Desde 2022, Estados Unidos está intentando cortar el suministro de tecnología avanzada de semiconductores a China, al considerar que el Partido Comunista Chino (PCCh) estaba modernizando su ejército, lo cual supone un riesgo para la seguridad nacional. Según los legisladores estadounidenses, el PCCh es considerado un adversario extranjero responsable de robos masivos de secretos comerciales, espionaje y ciberataques.
A pesar de los controles a la exportación, las empresas chinas de chips respaldadas por el Estado utilizaron intermediarios y lagunas jurídicas para seguir obteniendo tecnología, según el Departamento de Comercio estadounidense, lo que llevó a Estados Unidos a endurecer las restricciones en 2023 y 2024.
Estados Unidos y China se pronunciaron sobre su objetivo de crear una industria nacional de semiconductores que no dependa de proveedores extranjeros, pero ambos se enfrentan a desafíos.
La fabricación de semiconductores es uno de los procesos más avanzados del mundo y requiere equipos y conocimientos especializados, que se reparten entre una docena de empresas de todo el mundo. El país de origen de cada empresa tiene intereses geopolíticos, como lo señalaron funcionarios en los últimos años al anunciar inversiones multimillonarias en la industria.
Expertos y funcionarios afirman que China está profundamente arraigada en la cadena mundial de suministro de semiconductores, especialmente en lo que se refiere a los chips menos avanzados. Los chips más pequeños y, por tanto, más avanzados tienen aplicaciones de inteligencia artificial y militares, pero los chips «tradicionales» y de mayor tamaño se utilizan en todo lo electrónico.
En la actualidad China es un importante comprador y vendedor de chips de gran tamaño. Muchos fabricantes de chips extranjeros tienen plantas en China y los fabricantes chinos de bienes de consumo necesitan grandes cantidades de chips. La Secretaria de Comercio de EE. UU., Gina Raimondo, declaró a principios de este año que alrededor del 60 por ciento de todos los chips heredados procederán de China en los próximos años.
Si bien los fabricantes de chips extranjeros señalaron a los inversores que se están preparando para mayores restricciones en las ventas a China, muchos afirmaron que China sigue siendo un mercado clave para los chips tradicionales y que esperan, continúen siéndolo en los próximos años a pesar de nuevos controles a la exportación relacionados con la seguridad nacional.
«Pero parece bastante claro que ahora hay que quitarse los guantes», afirmó Tom Nunlist, director asociado de la empresa de investigación Trivium China.
El 3 de diciembre, Beijing también anunció controles a la exportación de minerales críticos a Estados Unidos específicamente, a diferencia de las restricciones anteriores sobre minerales críticos, que se aplicaban de forma general.
La nueva restricción abarca el galio, el germanio, el antimonio, los materiales superduros y el grafito.
El galio y el germanio son vitales para la fabricación de semiconductores y China sigue siendo el principal productor mundial de ambos minerales.
En los últimos años, los países occidentales intentaron reducir su dependencia de China en minerales críticos, esenciales para el desarrollo tecnológico y militar. El PCCh tiene un historial de utilizar de la posición de China en la cadena de suministro como palanca para las negociaciones internacionales.
En junio, el Congreso estableció un Grupo de Trabajo bipartidista sobre Política de Minerales Críticos para contrarrestar las amenazas del PCCh en el sector.
Con información Reuters.
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