La presidenta de una comisión demócrata de la Cámara de Representantes dijo que el presunto ataque al marido de la presidenta de la Cámara, Nancy Pelosi (D-Calif.), plantea «importantes cuestiones» a la Policía del Capitolio de Estados Unidos.
La presidenta del Comité de Administración de la Cámara de Representantes, Zoe Lofgren (D-Calif.), envió el martes una carta al jefe de la Policía del Capitolio de EE. UU., J. Thomas Manger, en la que planteaba varias preguntas sobre el incidente del 28 de octubre. Las autoridades dijeron que David DePape, de 42 años, confirmado como un inmigrante ilegal de Canadá, irrumpió en la casa de Pelosi en San Francisco y golpeó a Paul Pelosi con un martillo.
Han surgido preguntas sobre el sistema de seguridad de la casa de Pelosi, la aparente falta de guardias de seguridad y cómo un individuo pudo irrumpir en la casa de uno de los políticos más poderosos en medio de la retórica de los demócratas de que las instituciones estadounidenses están presuntamente amenazadas por extremistas.
Paul Pelosi, según los documentos judiciales, entró en su baño para llamar al 911 antes de que llegara la policía y ésta fue testigo de cómo Pelosi y DePape tenían la mano en el mismo martillo antes de que DePape presuntamente golpeara a Pelosi en la cabeza, fracturándole el cráneo. La oficina de la fiscal del distrito de San Francisco dijo que DePape presuntamente dijo a los funcionarios que quería romper las rótulas de la presidenta de la Cámara de Representantes.
«Este incidente y las circunstancias conexas, incluida la forma en que la presidenta de la Cámara y su familia fueron atacados, plantean cuestiones importantes sobre la protección de la seguridad de los miembros del Congreso, en particular de los que están en la línea de sucesión presidencial», escribió Lofgren en una carta fechada el martes.
Lofgren, que también forma parte del panel del 6 de enero de la Cámara de Representantes, planteó preguntas sobre los protocolos de seguridad que estaban en marcha, pidiendo a la Policía del Capitolio respuestas sobre la seguridad en el hogar y las amenazas a los principales legisladores. Pelosi, como presidenta de la Cámara, es la segunda en la línea de sucesión tras la vicepresidenta Kamala Harris.
«¿Ha adoptado la [Policía del Capitolio de EE. UU.] un plan estratégico por escrito, que incluya cualquier punto de referencia, meta u objetivo a corto y largo plazo; cualquier directriz política codificada; y/o cualquier procedimiento operativo estándar para los agentes que se destinen a las oficinas regionales o de campo propuestas? En caso afirmativo, facilite estos documentos al Comité. Si no es así, ¿por qué el Departamento no ha desarrollado tales planes o políticas?», preguntó.
«Con respecto a cualquier plan estratégico codificado, directivas políticas y/o procedimientos operativos estándar para los agentes que se destinan a las oficinas locales, ¿los siguieron el Departamento y el personal de la oficina local de San Francisco con respecto al ataque del 28 de octubre? En caso negativo, ¿por qué no?».
En un comunicado emitido el miércoles, la Policía del Capitolio dijo en una declaración que su Centro de Mando tiene cámaras que se utilizan para «vigilar activamente la residencia de la Presidenta de la Cámara de Representantes en San Francisco las 24 horas del día», pero solo cuando ella está allí. No estaban siendo monitoreadas activamente porque Pelosi estaba en Washington, D.C., en el momento del robo.
«Mientras la presidenta estaba con su equipo de seguridad en Washington, D.C., las cámaras de San Francisco no estaban vigiladas activamente como lo están cuando la presidenta está en la residencia. El personal del Centro de Mando se percató de la actividad policial en la pantalla y utilizó las imágenes para supervisar la respuesta y ayudar a los investigadores», dice el comunicado, que añade que se está llevando a cabo una «revisión interna de la seguridad».
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