El primer ministro australiano, Scott Morrison, ha anunciado que Australia se unirá a Estados Unidos en un boicot diplomático de los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing 2022.
«No será una sorpresa que el gobierno australiano no envíe ningún representante oficial a los próximos Juegos de Invierno en China», dijo Morrison a los periodistas en Canberra el 8 de diciembre.
«Durante algún tiempo, la gente ha sido muy consciente de que hemos planteado una serie de cuestiones que no han sido bien recibidas en China, y ha habido un desacuerdo entre nosotros sobre esas cuestiones».
Morrison señaló el rechazo de Beijing a la legislación de interferencia extranjera de Australia y las reglas para la inversión extranjera que adoptan una «posición muy fuerte» en la protección de los intereses nacionales del país.
También dijo que el régimen chino había sido «muy crítico» con los esfuerzos de Australia para mejorar su fuerza de defensa nacional, incluso a través del pacto de seguridad trilateral AUKUS con Gran Bretaña y Estados Unidos, en donde Australia adquirirá submarinos de propulsión nuclear.
El primer ministro también señaló los abusos de derechos humanos del régimen chino en la región de Xinjiang de China.
Morrison dijo que el régimen chino «ha negado sistemáticamente» oportunidades para reunirse con funcionarios australianos y resolver problemas.
«No es sorprendente que los funcionarios del gobierno australiano, por lo tanto, no vayan a China para esos juegos», dijo.
El régimen chino hizo públicos sus problemas con Australia en una carta de 14 puntos de quejas y demandas que la embajada china en Canberra filtró a los periodistas el año pasado.
El expediente incluía quejas sobre la prohibición de Huawei de la red de infraestructura 5G de Australia, políticos que se pronuncian públicamente contra el régimen chino y la libertad de prensa, entre muchos otros.
El régimen chino exigió que Australia solucionara estos problemas antes de que reanudara las relaciones diplomáticas normales luego de que los funcionarios chinos se negaran a responder a las llamadas de los políticos y funcionarios australianos.
Morrison dejó en claro que el boicot diplomático no se extendió a los atletas que aún podían competir en los juegos.
«Australia [es una] gran nación deportiva, y separo mucho los problemas del deporte y estos otros problemas políticos», dijo.
“Son problemas entre dos gobiernos y me gustaría que esos problemas se resolvieran, pero no se resuelven».
«Australia no dará un paso atrás en la posición sólida que hemos tenido defendiendo los intereses de Australia y en consonancia con esa posición, entonces, obviamente, no es de extrañar que no enviemos oficiales australianos a esos juegos».
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