El fiscal general William Barr ha establecido un grupo de trabajo para detener a «los violentos extremistas anti-gobierno de todas las persuasiones».
Barr hizo el anuncio el viernes a través de un memorándum a todos los componentes del departamento y a los abogados de EE.UU., compartido públicamente por la portavoz del Departamento de Justicia (DOJ) Kerri Kupec.
«Algunos pretenden profesar un mensaje de libertad y progreso, pero en realidad son fuerzas de anarquía, destrucción y coerción», escribió Barr en el memorándum, señalando que el objetivo del grupo de trabajo es dirigir los esfuerzos del DOJ para investigar y procesar a los que cometen actos violentos, prevenir la violencia extremista antes de que ocurra y «en última instancia, eliminarla como una amenaza a la seguridad pública y al estado de derecho».
Las protestas tras la muerte de George Floyd, que murió el 25 de mayo después de que un oficial de Minneapolis lo sujetara arrodillándose en el cuello, han sido en gran medida pacíficas. Sin embargo, a veces las protestas se han convertido en escenas de saqueos, incendios y violencia.
«En las últimas semanas, hemos sido testigos de importantes amenazas al estado de derecho», escribió Barr en el memorándum. «En medio de manifestaciones pacíficas protegidas por la Primera Enmienda, hemos visto a extremistas anti-gobierno participar en actos de violencia indefendibles», añadió Barr, señalando los ataques a oficiales de policía y otros funcionarios del gobierno, la destrucción de propiedad pública y privada, y las amenazas a transeúntes inocentes.
Los enfrentamientos con los manifestantes en Seattle hace varias semanas llevaron a la policía a abandonar un recinto y provocaron el establecimiento de la llamada «zona autónoma». Aunque en gran medida pacífica, la zona también ha sido escenario de actos de violencia, incluido un reciente tiroteo. También ha habido informes de activistas armados que patrullan la zona, revisan identificaciones y extorsionan a los negocios. Los dueños de propiedades y negocios cercanos presentaron el miércoles una demanda federal contra la ciudad de Seattle por su tolerancia con la zona, diciendo que los funcionarios habían sido cómplices en privarlos de sus derechos de propiedad.
Barr dijo que los grupos extremistas a los que apunta la nueva iniciativa buscan negar los derechos constitucionales a otros y recurrir a métodos que son ilegales.
«Aunque estos extremistas profesan una variedad de ideologías, están unidos en su oposición a los valores constitucionales básicos de una sociedad democrática gobernada por la ley», escribió Barr en el memorándum, añadiendo que el Departamento de Justicia ha obtenido información que sugiere que algunos extremistas tienen la intención de sembrar más caos.
«Tenemos evidencias de que los extremistas violentos anti-gobierno —incluidos los que apoyan el ‘Bugaloo’, los que se auto-identifican como Antifa y otros—plantearán amenazas continuas de anarquía», escribió Barr, añadiendo que algunos de los que en las últimas semanas han socavado el orden público y han intentado «convertirse en una ley para ellos mismos» a través de actos violentos, pueden estar apoyados por «entidades extranjeras que intentan sembrar el caos y el desorden».
El grupo de trabajo proporcionará capacitación y recursos a las fuerzas del orden locales en un esfuerzo por detener a los autores de la violencia. También trabajará en estrecha colaboración con el FBI para «desarrollar información detallada sobre individuos, redes y movimientos extremistas violentos anti-gobierno y compartirá esa información, según proceda, con las fuerzas del orden federales, estatales y locales, especialmente en los lugares donde estos extremistas representan una amenaza».
El anuncio de Barr llegó el mismo día que el presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva que protege los monumentos, memoriales y estatuas estadounidenses de ser destruidos.
«Acabo de tener el privilegio de firmar una orden ejecutiva muy fuerte que protege los monumentos, memoriales y estatuas estadounidenses y combate la reciente violencia criminal», escribió Trump en un tuit. «¡Largas condenas de prisión por estos actos ilegales contra nuestro gran país!».
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