El Procurador General, William Barr, ordenó al Buró Federal de Prisiones (BOP) desplegar equipos antidisturbios en el Distrito de Columbia y en Miami para ayudar a calmar los brotes de violencia que surgieron cuando las protestas pacíficas, contra la brutalidad policial en todo el país, se transformaron en escenas caóticas de saqueo y destrucción.
Después de la muerte de George Floyd bajo custodia policial muchas protestas no violentas, en diferentes ciudades de Estados Unidos, han estallado en caos. Frente a los violentos disturbios Barr dijo en una declaración el domingo que las fuerzas del orden tendrían como objetivo «agitadores radicales violentos que se han aprovechado de las protestas pacíficas».
El jefe de la Oficina de Asuntos Públicos de la BOP, que forma parte del Departamento de Justicia (DOJ) el cual es supervisado por Barr, dijo a The Epoch Times en un comunicado enviado por correo electrónico que las unidades tácticas de BOP son altamente capacitadas y pueden responder a los disturbios en las prisiones y en escenarios como Miami y la capital de la nación.
“Es hora de dejar de ver la violencia y confrontarla y detenerla. Prevenir la reconciliación y separarnos es el objetivo de los grupos radicales. No podemos dejar que tengan éxito”, Barr dijo en un comunicado.
Un alto funcionario del Departamento de Justicia dijo a USA Today y a The Washington Post que el FBI también ha desplegado su unidad de élite para el rescate de rehenes en la capital, y agregó que cada oficina de campo del FBI estaba estableciendo puestos de comando para coordinar su respuesta con la policía local.
El portavoz del Departamento de Justicia, Kerri Kupec, dijo en un comunicado que el presidente Donald Trump había ordenado a Barr que dirigiera los esfuerzos policiales federales en la capital del país.
«El Departamento de Justicia ha desplegado todos sus componentes de aplicación de la ley (FBI, ATF, DEA, US Marshals y BOP) y está estrechamente coordinado con el Departamento de Defensa y el Departamento de Seguridad Nacional para maximizar la presencia de la seguridad federal en todo el Distrito», dijo Kupec.
Los movimientos se producen cuando las protestas por la muerte bajo custodia policial de George Floyd, en su mayoría pacíficas, se han tornaron violentas, con incendios en todo Washington, decenas de empresas con ventanas rotas y docenas de policías heridos.
Las protestas del lunes cerca de la Casa Blanca se transformaron en violentos enfrentamientos con la policía antes del toque de queda de las 11 p.m., posteriormente las autoridades anunciaron que los próximos toques de queda podrían adelantarse para las 7 p.m., en un intento por evitar un mayor aumento de la violencia.
En Miami también se ha presentado un estallido de los disturbios. Un propietario de un restaurante de South Beach le dijo al Miami New Times que las manifestaciones violentas están afectando a la industria de los restaurantes, en un momento en que están sufriendo debido a los cierres provocados por la pandemia.
“Hubo protestas y lo entiendo. Pero mi restaurante permanece abierto a pesar de todo», dijo Stephanie Vittori, dueña de Cheeseburger Baby. «Esto nos está pateando mientras estamos abajo».
En una llamada hecha el lunes a los gobernadores, Trump y Barr alentaron una acción más agresiva contra aquellos que se aprovechan de las protestas pacíficas para causar violencia.
Barr dijo a los líderes estatales que los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley deben «tener la fuerza adecuada» y «perseguir a los alborotadores».
«La respuesta de las fuerzas del orden no funcionará a menos que dominemos las calles», dijo Barr.
Trump dijo que estaba «tomando medidas presidenciales inmediatas para detener la violencia y restaurar la seguridad en Estados Unidos».
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