Amy Coney Barrett se comprometió a dictaminar sobre los casos interpretando la ley como está escrita si es confirmada en la Corte Suprema, criticando a los jueces que se desvían hacia el territorio de la legislación de políticas.
Barrett, una jueza federal, una vez fue secretaria del difunto juez de la Corte Suprema Antonin Scalia, un conservador.
«Fui secretaria del juez Scalia hace más de 20 años, pero las lecciones que aprendí aún resuenan», dijo después de ser nominada a la Corte Suprema por el presidente Donald Trump en Washington el sábado.
«Su filosofía judicial también es la mía: un juez debe aplicar la ley tal como está escrita. Los jueces no son políticos y deben ser resueltos en dejar de lado cualquier punto de vista político que puedan tener», añadió.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, dijo a los reporteros en múltiples sesiones informativas previas a la nominación, que el nominado de Trump sería textualista, originalista y respetuoso de la Constitución.
«El presidente ya ha nombrado a dos fuertes y conservadores jueces para la Corte Suprema que interpretarán la Constitución tal como está escrita. Ahora nombrará a un tercero», dijo el martes.
Y la Casa Blanca dijo en una declaración el sábado que Barrett «ha demostrado una firme dedicación a defender la Constitución tal como está escrita, y no a legislar desde el banquillo».
En muchos casos de decisiones estrechas, algunos jueces fueron acusados de torcer la ley para que se ajuste al fallo en lugar de decidir sobre cómo está escrita la ley.
El presidente del Tribunal Supremo John Roberts, por ejemplo, falló en 2012 a favor de mantener el mandato individual de la Ley de Cuidado Asequible, presentándola como un impuesto.
El mandato obligaba a las personas sin seguro médico a pagar dinero al gobierno. Fue anulado a finales del año pasado por un tribunal de apelaciones.
En Washington, Trump manifestó su confianza en las posibles decisiones judiciales futuras de Barrett.
«No importa el asunto, no importa el caso que tenga ante sí, confío plenamente en que la juez Barrett emitirá fallos basados únicamente en una lectura justa de la ley. Ella defenderá el sagrado principio de la justicia igualitaria para los ciudadanos de todas las razas, colores, religiones y credos», dijo.
Barrett añadió que la Corte Suprema es una institución que pertenece a todos los estadounidenses.
«De ser confirmada, no asumiría ese papel por el bien de aquellos en mi propio círculo, y ciertamente no por mi propio bien. Asumiría este papel para servirles a ustedes. Cumpliría el juramento judicial, que me obliga a administrar justicia sin considerar a las personas, a través de igual derecho para pobres y ricos, y a cumplir fiel e imparcialmente mis deberes según la Constitución de Estados Unidos», dijo.
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