El régimen de Beijing será totalmente capaz de montar una invasión a gran escala contra Taiwán para 2025, advirtió el ministro de Defensa de la isla el 6 de octubre.
Estas declaraciones se producen después de cuatro días de una escalada de la presión militar china contra Taiwán, en la que casi 150 aviones de guerra han entrado en la zona de defensa aérea de la isla.
«Es la situación más difícil que he visto en más de 40 años de mi vida militar», dijo el ministro de Defensa Chiu Kuo-cheng en una audiencia del comité parlamentario el 6 de octubre. «Para mí, como militar, la premura está delante de mí».
Si bien el Partido Comunista Chino (PCCh) tiene actualmente la capacidad de invadir Taiwán, los costos de hacerlo pueden ser demasiado altos, dijo Chiu a los periodistas. Pero para 2025, Beijing podrá hacerlo a un costo mínimo y, por lo tanto, tendrá la «capacidad total» para organizar una invasión, dijo.
El régimen chino considera la isla autogobernada como uno de sus territorios y que lo puede tomar por la fuerza si es necesario.
Las declaraciones de Chiu se hicieron ante un comité parlamentario que revisa un plan de gastos de USD 8600 millones para construir y producir misiles y barcos durante los próximos cinco años. La propuesta se sumaría al presupuesto militar de 2022 de USD 13,400 millones, implementado en respuesta al aumento del gasto militar de Beijing y al aumento de las actividades de la fuerza aérea y naval china cerca de Taiwán.
El Ministerio de Defensa señaló en su propuesta de gastos que más de 600 aviones militares chinos han volado a su zona de defensa aérea en lo que va de 2021, casi duplicando las 380 incursiones de 2020, según la agencia estatal de noticias CNA.
En marzo, el almirante Philip Davidson, entonces jefe del Comando Indo-Pacífico de Estados Unidos, dijo durante una audiencia en el Senado que el régimen chino podría invadir Taiwán «en los próximos seis años». El almirante dijo que le preocupaba que la creciente agresividad de Beijing representara una amenaza para Estados Unidos en el Indo-Pacífico, un área que describió como la «región de mayor trascendencia para el futuro de Estados Unidos».
La presidente de Taiwán, Tsai Ing-wen, dijo en un ensayo publicado el 5 de octubre que no defender la isla causaría consecuencias «catastróficas» para la paz y la democracia regionales.
«Sería una señal de que, en la competencia global de valores de hoy, el autoritarismo tiene la ventaja sobre la democracia», escribió Tsai, con respecto a una posible caída de Taiwán.
El 5 de octubre, el presidente Joe Biden dijo que había hablado con el líder chino Xi Jinping sobre Taiwán y que acordaron cumplir con el «acuerdo de Taiwán».
«Estamos de acuerdo. Acataremos el acuerdo de Taiwán. Ahí es donde estamos, y dejé claro que no creo que deba hacer otra cosa que no sea acatar el acuerdo», dijo Biden a los periodistas.
Biden parecía referirse a la antigua «política de una sola China» de Washington, en virtud de la cual reconoce oficialmente a Beijing en lugar de a Taipei, y a la Ley de Relaciones con Taiwán, que deja claro que la decisión de Estados Unidos de establecer relaciones diplomáticas con Beijing en lugar de con Taiwán se basa en la expectativa de que el futuro de Taiwán se determine por medios pacíficos.
Por el contrario, el régimen chino defiende su propio «principio de una sola China», según el cual Beijing afirma su soberanía sobre Taiwán. El régimen chino le ha exigido fervientemente a otros gobiernos que adopten su postura sobre Taiwán, lo que Estados Unidos no ha aceptado.
Cathy He contribuyó a este informe.
Con información de Reuters.
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