La amenaza de una invasión china a Taiwán convierte a la isla “punto álgido más significativo” del mundo que podría conducir a una “guerra a gran escala”, según el exasesor de seguridad nacional H.R. McMaster.
McMaster, hablando ante una audiencia del Comité de Servicios Armados del Senado el 2 de marzo, dijo que el líder chino Xi Jinping considera a Taiwán como el «próximo gran premio» luego de solidificar el control del régimen chino a nivel nacional—al imponer una ley de seguridad nacional draconiana en Hong Kong, y su campaña genocida contra musulmanes étnicos en la región de Xinjiang.
El exfuncionario dijo que Xi cree que «tiene una ventana de oportunidad fugaz que se está cerrando» en relación con el ataque a Taiwán. «Él quiere, en su opinión, hacer que China vuelva a estar completa», dijo McMaster.
El Partido Comunista Chino (PCCh) considera a Taiwán como parte de su territorio, a pesar de que la isla ha sido gobernada como una entidad distinta durante más de siete décadas. El partido se ha comprometido a retomar la isla por la fuerza si es necesario.
El régimen ha intensificado drásticamente su retórica y la presión militar hacia la isla en los últimos meses.
En el primer fin de semana del mandato del presidente Joe Biden, China realizó sus incursiones militares a mayor escala en la zona de defensa aérea de la isla—13 aviones militares sobrevolaron las aguas del suroeste de Taiwán el 23 de enero, y otros 15 aviones militares hicieron una incursión similar al día siguiente. Días después, un funcionario chino advirtió a la isla autónoma que «la independencia significa guerra».
Según McMaster, el período a partir de 2022 en adelante indica el momento «de mayor peligro» para Taiwán, señalando que esto coincide con la finalización de los Juegos Olímpicos de Invierno Beijing 2022.
Y dijo que el régimen chino está trabajando actualmente para convertir en arma al Mar del Sur de China, para crear una barrera que haría «demasiado costoso para nosotros» acudir en defensa de Taiwán, en caso de un ataque.
Beijing lleva años construyendo puestos militares de avanzada en islas artificiales y arrecifes sobre las vías marítimas en disputa.
El exasesor de seguridad nacional recomendó que Estados Unidos mantenga su presencia militar en el área que rodea a Taiwán y el Mar del Sur de China para privar el uso militar chino de ese espacio.
También dijo que Estados Unidos debería continuar ayudando a Taiwán a fortalecer sus defensas contra un posible ataque.
Según la ley federal, el país está obligado a proporcionar a la isla equipo militar para su autodefensa. Bajo la administración Trump, las ventas de armas a Taiwán aumentaron y el gobierno aprobó más de 15 mil millones de dólares en paquetes de armas.
Una posible guerra entre Estados Unidos y China por una invasión a Taiwán sería «extremadamente costosa para ambos lados», dijo McMaster.
«Si Estados Unidos decidiera responderle a Taiwán, creo que el Ejército Popular de Liberación sufriría enormes pérdidas debido a las tremendas capacidades de nuestras fuerzas conjuntas», agregó.
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