El presidente Joe Biden apoya al general Mark Milley, el militar de más alto rango en los Estados Unidos, luego que los medios reportaran que llamó en secreto a un general chino durante la administración del expresidente Donald Trump y que prometió alertar al país comunista.
Varias fuentes anónimas habrían alegado que Milley llamó al general Li Zuocheng del Ejército Popular de Liberación una vez en 2020 y otra vez en enero para asegurarle que Estados Unidos no atacaría al Partido Comunista Chino y que si estuviesen a punto de atacar, él alertaría a su contraparte.
Los republicanos describieron las acciones de Milley como traidoras en caso fuesen ciertas, pero la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo a los reporteros que el presidente respalda a Milley incluso si las llamadas ocurrieron.
“El presidente cree que él es un patriota, su fidelidad a nuestra Constitución es incuestionable y tiene total confianza en él”, dijo Psaki durante una sesión informativa en Washington.
Psaki afirmó que el contexto de cuando presuntamente se llevaron a cabo las llamadas era importante, acusando a Trump de «fomentar una insurrección», en referencia al 6 de enero, y que «había una gran preocupación por muchos miembros de su equipo de seguridad nacional» a raíz de la irrupción del Capitolio de EE. UU.
“Es obligación de todo jefe de estado mayor seguir el orden constitucional para evitar acciones militares ilegales”, agregó Psaki.
El Estado Mayor Conjunto (JCOS), que preside Milley, dijo en un comunicado que Milley habla regularmente con sus homólogos de todo el mundo, incluidos sus homólogos de China y Rusia.
“Sus llamadas con los chinos y otros en octubre y enero estuvieron en consonancia con estos deberes y responsabilidades, transmitiendo tranquilidad para mantener la estabilidad estratégica. Todas las llamadas del Jefe a sus contrapartes, incluidas las reportadas, cuentan con personal, se coordinan y se comunican con el Departamento de Defensa y la interagencia”, dijo un portavoz del grupo.
«El general Milley continúa actuando y asesorando dentro de su autoridad en la tradición legal del control civil de las fuerzas armadas y su juramento a la Constitución», agregó el portavoz.
Pero los principales republicanos afirmaron que lo que hizo Milley constituía traición y que debía ser expulsado y posiblemente enfrentarse a cargos.
«Si es realmente cierto, lo cual es difícil de creer, de que hubiera llamado a China y hecho estas cosas y estuviera dispuesto a avisarles de un ataque o antes de un ataque, eso es traición», dijo Trump en una llamada telefónica con Newsmax.
En un comunicado por escrito, el expresidente dijo que lo que se informó era inexacto y que él nunca pensó en atacar a China.
El senador Marco Rubio (R-Fla.) dijo a Fox News que si Milley hizo esas llamadas, estaba “básicamente ignorando la Constitución, decidiendo que llamaría a un adversario potencial y enemigo de los Estados Unidos, y confabular con ellos y decirles que ‘si alguna vez me ordenan hacer algo, primero se lo diré a usted’”.
“No me importa lo que piensen del presidente Trump–que un jefe del JCOS trabaje para subvertir la cadena de mando militar y coluda con China es exactamente lo que no aceptamos de los líderes militares en nuestro país. Debería ser sometido a una corte marcial si es cierto”, agregó el senador Rand Paul (R-Ky.) en un comunicado.
Los senadores Roger Marshall (R-Kan.) y Cynthia Lummis (R-Wyo.), y los representantes Warren Davidson (R-Ohio), Jody Hice (R-Ga.), y Guy Reschenthaler (R-Pa.) estaban entre los otros republicanos que instaron a que Milley, quien está programado para testificar ante el Congreso a finales de este mes, renuncie o sea despedido si las acusaciones son ciertas.
«Es simple y claro: Si el presunto comportamiento traidor de Milley es cierto, debe renunciar o ser despedido de inmediato», escribió Reschenthaler en Twitter.
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