El secretario de Estado Antony Blinken enumeró el 3 de marzo la gestión de la relación de Estados Unidos con el régimen chino como una de las principales prioridades de la administración Biden, describiéndola como «la mayor prueba geopolítica del siglo XXI».
Blinken, en su primer discurso en el que esbozó la estrategia de política exterior de la Administración Biden, dijo que el reto que plantea el régimen chino era diferente al de otros países como Rusia y Corea del Norte.
«China es el único país con el poder económico, diplomático, militar y tecnológico para desafiar seriamente el sistema internacional estable y abierto, todas las reglas, valores y relaciones que hacen que el mundo funcione como queremos», dijo en un discurso en el Departamento de Estado.
Entre las ocho prioridades principales del Departamento de Estado enumeradas por Blinken, la relación entre Estados Unidos y China era la única que se dirigía específicamente a otro país.
«Nuestra relación con China será competitiva cuando deba serlo, colaborativa cuando pueda serlo y de enfrentamiento cuando deba serlo», dijo Blinken. «El denominador común es la necesidad de involucrar a China desde una posición de fuerza».
El gobierno de Biden está revisando actualmente todo el conjunto de políticas de la era Trump destinadas a contrarrestar una serie de amenazas planteadas por el régimen chino, y aún no ha anunciado ninguna acción política específica. Dado que el desafío de China cuenta con el apoyo bipartidista, la Administración Biden se enfrenta a una fuerte presión de los republicanos para que continúe con las políticas duras hacia China.
El régimen chino, por su parte, ha exigido a la Administración Biden que deshaga las políticas de línea dura de Trump hacia China, y que no «interfiera» en las llamadas cuestiones de «línea límite», como sus abusos de derechos humanos contra los musulmanes uigures en Xinjiang, la represión en Hong Kong y la agresión militar hacia Taiwán. La Administración Trump calificó en enero de genocidio las atrocidades del régimen chino en Xinjiang.
Blinken dijo que Estados Unidos trabajaría con sus aliados para enfrentar a China, un enfoque que la administración ha descrito como un punto de contraste con la Administración Trump.
«Requiere involucrarse en la diplomacia, y en las organizaciones internacionales, porque donde nos retiramos, China lo ha llenado», dijo.
Sin embargo, exfuncionarios de Trump han rechazado la caracterización de que la administración fue demasiado unilateral, diciendo que construyó alianzas para hacer frente a las amenazas chinas, pero tampoco tuvo miedo de ir solo cuando convenía a los intereses estadounidenses. Dijeron que la retirada de Estados Unidos de organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud y el Consejo de Derechos Humanos de la ONU se debió a fallos sistémicos que estaban más allá de la reforma, a pesar de los intentos de Estados Unidos. Ambas medidas han sido revertidas por la Administración Biden.
Blinken dijo que el enfoque de la administración también «requiere defender nuestros valores cuando las violaciones de los derechos humanos se producen en Xinjiang o cuando la democracia es pisoteada en Hong Kong».
«Porque si no lo hacemos, China actuará con una impunidad aún mayor», añadió.
El secretario de Estado destacó que hay que superar a China «invirtiendo en trabajadores y empresas estadounidenses e insistiendo en la igualdad de condiciones».
Sin mencionar específicamente a China, Blinken también dijo que la administración «utilizará todas las herramientas para impedir que los países roben nuestra propiedad intelectual o manipulen sus monedas para obtener una ventaja injusta».
La Administración Trump había intentado obligar al régimen chino a reformar una serie de prácticas comerciales desleales a través de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, que dio lugar al acuerdo comercial de fase uno firmado el pasado enero. Hasta ahora, el régimen chino no ha cumplido sus compromisos de compra en virtud del acuerdo. El gobierno de Biden no ha señalado cómo abordará el pacto comercial.
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