El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, asistió este domingo en Miami a la firma de un acuerdo militar con Estados Unidos que según el jefe del Comando Sur (Southcom), Craig Faller, va a ayudar a enfrentar regionalmente amenazas como la que supone la crisis de Venezuela.
«Es un acuerdo histórico», dijo Faller, quien recibió a Bolsonaro en la sede del Southcom, en Doral, una ciudad vecina a Miami habitada por muchos venezolanos.
Bolsonaro, que este sábado se reunió con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en Palm Beach, a unos 110 kilómetros al norte de Miami, es el primer presidente de Brasil que visita el Southcom, la institución responsable de las operaciones militares de EE.UU. en Latinoamérica y el Caribe.
En la ceremonia quien habló en representación del Gobierno brasileño fue el ministro de Defensa, Fernando Azevedo e Silva, quien además fue el firmante del Acuerdo de Investigación, Desarrollo, Prueba y Evaluación (RDT&E).
Bolsonaro y Azevedo se reunieron con Faller y otros militares estadounidenses antes de la firma para tratar de «las oportunidades y amenazas» regionales y de «cómo trabajar juntos».
El RDT&E suscrito hoy, que debe ser ratificado por los Congresos de los dos países para su entrada en vigor, facilitará la apertura del mayor mercado de defensa del mundo para la industria brasileña.
El nuevo acuerdo, según el ministerio de Defensa de Brasil, puede ampliar el acceso al mercado estadounidense, así como la formalización de otros pactos en el sector de defensa, al reducir los procesos burocráticos en el comercio de productos de este sector entre Brasil y Estados Unidos.
During @jairbolsonaro visit to #SOUTHCOM today, the U.S. & Brazil signed a bilateral Agreement on Research Development, Test & Evaluation Projects that will expand opportunities to collaborate on new defense capabilities. @EmbaixadaEUA @DefesaGovBr @thejointstaff @USAemPortugues pic.twitter.com/ptoylzPlA7
— U.S. Southern Command (@Southcom) March 8, 2020
El tratado estaba en estudio desde el gobierno de Michel Temer (2016-2018) y las negociaciones se aceleraron bajo el mandato de Bolsonaro, un militar retirado que ha encontrado en Trump un amigo comercial y militar.
Trump anunció en 2019 al Congreso estadounidense su interés de declarar a Brasil como aliado militar estratégico de EE.UU. fuera de la OTAN, lo que permitirá profundizar la cooperación en defensa con el gigante sudamericano, el segundo país del continente que lograría ese estatus especial, después de Argentina.
Esa clasificación, un paso fundamental para hacer que RDT&E sea viable, abre la puerta a la entrega de artículos excedentes de defensa y a la organización de maniobras conjuntas con Estados Unidos.
El ministerio de Defensa brasileño señaló hoy en un comunicado que además de expandir la penetración brasileña en el mercado estadounidense, el RDT&E podría facilitar la entrada de productos brasileños en otros 28 países miembros de la OTAN, la mayoría de los cuales tienen acceso al fondo de Defensa estadounidense.
Un informe del Atlantic Council, un centro de estudio con sede en Washington, resaltó este jueves la reciente profundización de ambas naciones, las mayores economía de la región, en sectores aeroespacial, energético, turístico, sanitario, infraestructura y automotriz, como también defensa y seguridad.
Destacó en ese sentido el Acuerdo de Salvaguardias Tecnológicas entre ambas naciones, que permite el lanzamiento de naves espaciales y satélites estadounidenses desde la base espacial de Alcántara, en plena Amazonía brasileña.
El acuerdo fue aprobado por el Congreso de Brasil en noviembre de 2019 y se espera que los lanzamientos comiencen en 2021.
Bolsonaro regresó anoche a Miami después de haber participado en una cena de trabajo con Trump en el club Mar-a-Lago, en Palm Beach, con una agenda en la que, según fuentes de la Casa Blanca, estaban incluidos temas comerciales, militares y, principalmente, la crisis venezolana.
«Brasil lo ama y Estados Unidos lo ama», dijo Trump al recibirle en su mansión y a la vez club privado en Palm Beach.
Un alto funcionario de la Casa Blanca anticipó este sábado a la prensa que ambos mandatarios iban a abordar la «maximización» de la presión al «estado narco» de Nicolás Maduro.
Según esa fuente, la presión está «rondando por el 60 %» y se va a incrementar en marzo al «máximo» en alianza con el gobierno de Colombia y el resto de los miembros del Grupo de Lima, «para lograr la democracia» en Venezuela.
«En los próximos días y semanas, habrá una escalada hacia la presión máxima que buscamos», enfatizó.
El Southcom por su parte ha señalado en varias ocasiones que mantiene una «gama de opciones» para enfrentar la amenaza regional que significa Venezuela, entre ellas trabajar con sus socios en la región, compartir inteligencia y estar listos para la asistencia humanitaria.
Bolsonaro tiene previsto reunirse este lunes con los senadores republicanos Marco Rubio y Rick Scott, impulsores y consejeros del presidente Trump en los temas de presiones comerciales y sanciones a las dictaduras de Venezuela y Cuba.
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