La Cámara de Representantes de EE. UU. aprobó la Ley CHIPS y Ciencia el 28 de julio, asignando fondos para un proyecto de ley que ahora tiene casi dos años. La nueva legislación, que ahora se dirige al escritorio del presidente Joe Biden para su promulgación, asignará USD 250,000 millones en subsidios, exenciones fiscales y subsidios a la investigación para impulsar la industria nacional de semiconductores.
“Hoy, la Cámara de Representantes aprobó un proyecto de ley que permitirá abaratar los automóviles, los electrodomésticos y las computadoras”, dijo Biden en una declaración preparada. “Reducirá los costos de los productos cotidianos. Y creará puestos de trabajo manufactureros bien remunerados en todo el país y, al mismo tiempo, fortalecerá el liderazgo de EE. UU. en las industrias del futuro”.
“La Ley de CHIPS y Ciencia es exactamente lo que necesitamos hacer para que crezca nuestra economía en este momento. Al fabricar más semiconductores en Estados Unidos, este proyecto de ley aumentará la fabricación nacional y reducirá los costos para las familias”.
Muchos defensores del proyecto de ley se sintieron complacidos de ver su aprobación y creen que será de gran ayuda para la industria manufacturera estadounidense.
“El Congreso ha reconocido la importancia de enfrentar el desafío de la planificación industrial, de apoyar las industrias estratégicas y de asegurarse de que tengamos empleos de alta tecnología aquí en Estados Unidos, pero no podemos detenernos aquí”, dijo Zach Mottl, presidente de Coalition for a Prosperous America, una organización sin fines de lucro que se enfoca en la política comercial, a The Epoch Times.
«Creo que Estados Unidos ha sido una especie de laissez-faire, de manos ausentes, durante demasiado tiempo de aquí. Y hemos perdido muchas oportunidades».
Con ese fin, Biden dijo que el proyecto de ley mejoraría los empleos y la seguridad nacional al hacer que Estados Unidos sea menos dependiente de las cadenas de suministro extranjeras.
Sin embargo, muchos legisladores no están de acuerdo con esa afirmación debido a que los demócratas eliminaron una disposición del proyecto de ley en el último momento que habría impedido que las empresas estadounidenses subcontrataran tecnologías sucesivas a China.
Debido a la eliminación de esa disposición, las empresas de tecnología en Estados Unidos podrán investigar nuevas tecnologías de semiconductores utilizando miles de millones de dólares en dinero de los contribuyentes, y luego subcontratar la producción de esas nuevas tecnologías a China.
La medida suscitó inusuales alianzas de oposición entre demócratas, independientes y republicanos. Tal vez la más notable sea la del representante Thomas Massie (R-Ky.) y la del senador Bernie Sanders (I-Vt.), quienes criticaron el proyecto de ley como un bienestar corporativo que haría crecer a las empresas tecnológicas que ya son prósperas y los gastos de los contribuyentes.
“El senador Bernie Sanders dijo que la Ley CHIPS del Senado es ‘un soborno de 53,000 millones de dólares’ que las empresas de semiconductores exigieron a cambio de permanecer en Estados Unidos”, dijo Massie en un tuit. «El tiene razón. Tomar dinero de los trabajadores estadounidenses y dárselo a corporaciones rentables es inmoral y ni siquiera funcionará”.
“El plan CHIPS de Nancy Pelosi no es más que más bienestar corporativo que las grandes empresas prósperas no necesitan”, dijo la representante Marjorie Taylor Green en un tuit. “Las políticas de America Last que nos obligan a depender de países extranjeros y cerrar nuestra economía es la razón por la que no tenemos chips”.
Los semiconductores, que se utilizan en la producción de todo, desde computadoras personales hasta misiles hipersónicos, se han convertido en un punto clave de ansiedad en los últimos dos años, ya que la crisis de la cadena de suministro global ha causado estragos en la capacidad de Estados Unidos para obtener los chips.
La nueva Ley CHIPS [Creación de incentivos útiles para producir semiconductores para Estados Unidos] y Ciencia, proporcionarán cientos de miles de millones de dólares en subsidios y exenciones fiscales a las corporaciones tecnológicas en un esfuerzo por estimular el crecimiento de nuevos mercados, así como la financiación de la tecnología respaldada por el gobierno.
Los defensores de la legislación han dicho durante mucho tiempo que es necesaria para mantener una ventaja competitiva con China, que está invirtiendo dinero en su propia producción nacional de chips.
Se espera que el proyecto de ley se promulgue el 29 de julio, justo antes de que el Congreso entre en su receso anual de agosto.
Con información de David Zhang.
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