La campaña presidencial de Hillary Clinton en 2016 y el Comité Nacional Demócrata (DNC) registraron los pagos realizados a Fusion GPS para la investigación de la oposición contra su rival Donald Trump como si fueran servicios legales, según ha determinado la Comisión Electoral Federal (FEC, por sus siglas en inglés).
Una investigación de un año sobre el asunto, desencadenada por múltiples quejas, llevó a los abogados de la comisión a concluir que los pagos declarados como servicios legales en realidad fueron a Fusion para investigar a Trump, según muestran los documentos publicados el 28 de abril.
Las facturas «demuestran que Fusion prestaba servicios de investigación de la oposición relacionados con Trump y Rusia, y no hay pruebas de que Fusion prestara otros servicios aparte de esta investigación de la oposición», escribieron los abogados en un informe.
La campaña, Hillary for America (HFA) y el DNC contrataron al bufete de abogados Perkins Coie para que les ayudara con asuntos legales antes de las elecciones de 2016. Perkins Coie contrató a Fusion GPS, una empresa fundada por exreporteros del Wall Street Journal. Fusion pagó después a Christopher Steele, el exespía británico que compiló el famoso dossier Trump-Rusia.
La investigación del gobierno comenzó en 2018 después de que Coolidge Reagan Foundation y otros dos partidos presentaran denuncias por separado asegurando que las entidades demócratas violaron la ley federal que exige a los comités políticos informar de los desembolsos superiores a 200 dólares al año.
«Al ocultar intencionalmente sus pagos a través de Perkins Coie y no revelar públicamente el verdadero propósito de esos pagos, HFA y el DNC pudieron evitar informar públicamente en sus formularios de divulgación de la FEC, requeridos por la ley, el hecho de que estaban pagando a Fusion GPS para realizar investigaciones de oposición sobre Trump con la intención de influir en el resultado de las elecciones presidenciales de 2016», señaló la denuncia de Coolidge Reagan.
Los nuevos documentos muestran a los acusados objetando las acusaciones, alegando que el trabajo de Fusion GPS fue enteramente en apoyo de los servicios legales de Perkins Coie para la campaña y el DNC.
«Fusion GPS estaba haciendo una investigación, pero estaba haciendo una investigación para Perkins Coie bajo las órdenes de Perkins Coie para aportar información al asesoramiento legal de Perkins Coie que luego proporcionó servicios legales a HFA y DNC», dijo Graham Wilson, de Elias Law Group, en representación de las entidades demócratas, a los comisionados de la FEC en una audiencia de causa probable.
«Realmente no hay ninguna prueba en el expediente de que Fusion GPS no actuara en apoyo de los servicios legales de Perkins Coie».
Pero una revisión de los argumentos ofrecidos por las partes, y los documentos que compartieron en respuesta a las citaciones —incluyendo pagos electrónicos, copias de cheques y facturas— proporcionaron pruebas de que Fusion GPS estaba realizando investigación de la oposición, no ayudando con los servicios legales.
«La comparación de las facturas de Perkins Coie con las de Fusion deja claro que Perkins Coie facturó al DNC y a la HFA el 100% de los servicios prestados por Fusion a Perkins Coie, porque los importes y las fechas de las facturas coinciden», dijeron los abogados de la FEC.
En su informe inicial, los abogados dijeron que la información disponible «sugiere que HFA y el DNC no revelaron adecuadamente el propósito de los desembolsos a Perkins Coie, por lo que parece haber sido una investigación de la oposición realizada por Fusion».
También dijeron que había indicios de que las entidades estaban al tanto del trabajo de Fusion, incluyendo el hecho de que Marc Elias, anteriormente de Perkins Coie y de la campaña de Clinton, recibió informes de Glenn Simpson, de Fusion, sobre la investigación e informó a Robby Mook, director de campaña de HFA, sobre lo que había descubierto. Mook, por su parte, proporcionó la autorización presupuestaria a Perkins para la investigación de los negocios de Trump.
Simpson dijo a los investigadores del Congreso que creía que Perkins contrataba a Fusion en nombre de otros partidos y que sabía que Perkins representaba al DNC.
La campaña de Clinton y el DNC acordaron pagar multas para resolver el asunto, pero no admitieron ninguna infracción. Los nuevos documentos proporcionan más información sobre la investigación que condujo a los acuerdos.
Dan Backer, que presentó la denuncia en nombre de la organización Coolidge Reagan, declaró recientemente a The Epoch Times que el caso era «la primera vez que [Clinton] ha tenido que rendir cuentas por su mala conducta… así que creo que es un gran paso para la rendición de cuentas».
Tras la firma de los acuerdos, los abogados de la comisión recomendaron aceptarlos y cerrar el caso. La FEC estuvo de acuerdo. La comisión también desestimó las acusaciones contra Steele, Elias, Perkins y Fusion.
En cuanto al dossier de Steele, los abogados de la comisión dijeron que la información que revisaron sugiere que Fusion no proporcionó una copia escrita a Elias o Perkins, pero sí compartió informes orales con Elias, quien «resumió parte de esa información para HFA y el DNC». El dossier no se mencionó en el informe de seguimiento.
Wilson dijo a los comisionados que no había pruebas en el expediente de que el dossier se proporcionara a Perkins, y mucho menos a HFA o al DNC.
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