La campaña Trump pidió el domingo a un juez de Pensilvania que impidiera al estado certificar al nominado demócrata Joe Biden como ganador de las elecciones, diciendo que hay pruebas de que se permitió a los votantes que corrigieran errores en sus boletas.
«A menos que el caso Bush contra Gore haya sido un gran escándalo para nada, a los candidatos presidenciales les interesa, por supuesto, que se cuenten los votos legítimos para ellos y que se invaliden los votos ilegítimos para su oponente», decía la demanda. «Eso es particularmente cierto en Pensilvania, uno de los pocos estados indecisos donde se están llevando a cabo recuentos u otros litigios y donde el margen de votos es estrecho».
La abogada de la campaña, Linda Kerns, hizo la denuncia en un tribunal federal. Nombró unos seis condados del estado de Keystone, alegando que esos funcionarios del condado permitieron ilegalmente que los votantes usaran boletas deficientes para emitir boletas de reemplazo por correo en ausencia antes de la elección del 3 de noviembre o boletas provisionales emitidas el día de la elección para «curar» los errores.
Bloomberg News informó por primera vez sobre la demanda el domingo.
La campaña intenta bloquear al estado para que no certifique casi 700,000 votos por correo de los condados más poblados, incluyendo Pittsburgh y Filadelfia—que se inclinan fuertemente hacia el Partido Demócrata.
La audiencia sobre la moción para desestimar la demanda está programada para el 17 de noviembre. El 19 de noviembre está prevista una audiencia separada sobre las pruebas, y el juez de distrito Matthew Brann—nombrado por el expresidente Barack Obama—decidirá el caso.
La oficina de la secretaria de estado de Pensilvania, Kathy Boockvar, aún no ha respondido a la solicitud de comentarios. Bloomberg informó que no pudo obtener comentarios de la oficina del fiscal general de Pensilvania, Josh Shapiro.
En una declaración anterior sobre otra de las demandas de Trump, Boockvar negó que hubiera irregularidades.
«Los votantes de Pensilvania han hablado», escribieron los abogados de Boockvar. «La Corte debería negar el intento desesperado e infundado de los demandantes de interferir» con el proceso de conteo de votos, afirmaron.
La demanda presentada el domingo hacía referencia al condado de Lancaster y a varios otros, diciendo que el condado era un ejemplo de cómo se debería llevar a cabo una elección.
«Los condados de Lancaster, York, Westmoreland y Berks, por ejemplo, no se pusieron en contacto con los votantes que presentaron boletas defectuosas ni les dieron la oportunidad de corregirlas. Simplemente siguieron la ley y trataron estas boletas como inválidas y se negaron a contarlas», dijo la demanda. Esos cuatro condados fueron a favor de Trump en lugar de Biden.
«Debido a que los condados que siguieron la ley estatal y no proporcionaron un proceso de corrección son fuertemente republicanos (y los condados que violaron la ley estatal y sí proporcionaron un proceso de corrección son fuertemente demócratas), la conducta de los demandados perjudicó a la campaña Trump. Privó al presidente de votos legales y otorgó a su oponente votos ilegales», sostenía la demanda.
Un demandante en el caso, John Henry, descrito como un votante, dijo que su voto defectuoso se consideraba diferente al de los votantes de otros condados. Alegó que violaba la Cláusula de Protección Igualitaria de la Constitución de EE.UU.
«En otras palabras, Henry emitió un voto defectuoso que no fue contado, pero otro votante de Pensilvania en otro condado podría emitir el mismo voto defectuoso y hacer que su voto fuera contado— únicamente basado en el lugar de residencia», dijo la campaña. «La insistencia de los condados demandados en contar las boletas ilegales favoreció a los condados de tendencia demócrata sobre los de tendencia republicana».
La demanda también alegó que los observadores electorales y los representantes del escrutinio fueron tratados injustamente o no se les permitió estar presentes «cuando las declaraciones requeridas en los sobres que contienen las boletas oficiales de ausencias y de correo son revisadas para comprobar su validez, cuando se abren los sobres de las boletas y cuando dichas boletas son contadas y registradas». En algunas zonas, era «físicamente imposible» ver las boletas o los sobres, dijo la campaña.
La campaña Trump pidió entonces al juez que emitiera una orden de emergencia para prohibir a los acusados certificar los resultados de la elección por las irregularidades y discrepancias.
La demanda añade: «Los demandantes solicitan una orden de emergencia que prohíba a los acusados certificar los resultados de las elecciones generales. Como alternativa, los demandantes solicitan una orden de emergencia que prohíba a los demandados certificar cualquier resultado de las elecciones generales que incluya la tabulación de las boletas en ausencia y por correo que no cumplan con el Código Electoral, incluyendo, sin limitación, la tabulación de las boletas en ausencia y por correo que se impidió que los observadores de la Campaña Trump pudieran vigilar o se basó en la tabulación de boletas en ausencia y por correo no válidas».
Los 67 condados de Pensilvania deben certificar los resultados de sus elecciones antes del 23 de noviembre. La semana pasada, Boockvar dijo que no ordenará un reconteo.
La demanda es parte del caso: Donald J. Trump para Presidente Inc. v. Boockvar, 4:20-cv-02078, Corte de Distrito de EE.UU. del Distrito Medio de Pensilvania (Williamsport).
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