La policía española inició el 8 de agosto una persecución del exlíder catalán Carles Puigdemont, que regresó a Barcelona tras siete años viviendo en el exilio.
Puigdemont había anunciado previamente su intención de estar en España ese día, fecha en que el Parlamento de Cataluña toma juramento a un nuevo presidente, a pesar de que pesa sobre él una orden de detención pendiente.
El mandatario, de 61 años, vivió inicialmente en Bélgica tras abandonar España en 2017, pero se desconoce su lugar de residencia más reciente.
Puigdemont mantuvo en secreto sus movimientos antes de llegar a Cataluña, donde habló ante una multitud de simpatizantes en el centro de Barcelona.
Aunque había agentes de policía presentes en el acto, ellos no intentaron detener al buscado fugitivo.
Dirigiéndose a la multitud, Puigdemont acusó a las autoridades españolas de «mano dura» contra el movimiento por la secesión de Cataluña.
«Ellos pensaron que celebrarían mi detención y que este castigo nos disuadiría a nosotros y a ustedes. Pues se equivocan», dijo el separatista.
«Durante los últimos siete años hemos sido perseguidos porque queríamos escuchar la voz del pueblo catalán».
«Todos los pueblos tienen derecho a la autodeterminación», agregó Puigdemont.
Tras su discurso, el líder separatista desapareció en una carpa cercana, desde la que se dirigió a toda prisa a un vehículo que le esperaba, según un fotógrafo de The Associated Press que le vio salir.
La policía catalana detuvo a uno de sus agentes y los acusó de ayudar a Puigdemont en su huida.
Las autoridades habían establecido un cordón en el cercano Parlamento regional, donde se esperaba que el expresidente regional se dirigiera después de su discurso.
Puigdemont se enfrenta a cargos de malversación por su participación en el intento de convertir a Cataluña en una nación independiente en 2017.
Como presidente regional y líder del partido separatista en ese momento, fue una figura central en la celebración de un referéndum de independencia ilegal que desafió al gobierno nacional en Madrid, sumiendo a España en una crisis política de meses de duración.
El regreso, una «humillación insoportable»
El líder del Partido Popular, partido de oposición al gobierno de coalición de izquierda de España, que ha objetado durante mucho tiempo el movimiento independentista catalán, condenó el regreso de Puigdemont.
Alberto Núñez Feijóo publicó en la plataforma de redes sociales X que la reaparición de Puigdemont era una «humillación insoportable», diciendo que era «imperdonable dañar la imagen de España».
El Gobierno de Madrid alentó un acuerdo negociado tras meses de bloqueo entre el Partido Socialista Catalán de Salvador Illa y el otro principal partido separatista de izquierda, Esquerra Republicana. Ese acuerdo garantizó un apoyo suficiente en el Parlamento de Cataluña para que Illa se convirtiera en el nuevo presidente regional.
En un discurso ante los parlamentarios catalanes antes de la votación, Illa hizo un llamado a la reconciliación y al respeto de la polémica ley de amnistía española y prometió gobernar para toda Cataluña tras años de amargas divisiones y tensiones entre los separatistas y quienes desean seguir formando parte de España.
Un proyecto de ley de amnistía, elaborado por el gobierno de coalición, liderado por los socialistas españoles, podría potencialmente exculpar a Puigdemont y a cientos de otros separatistas de cualquier delito en las votaciones ilegales de 2017.
Pero el proyecto de ley, aprobado por el Parlamento español a principios de este año, está siendo impugnado por la Corte Suprema, que argumenta que el indulto no se aplica a la malversación, a diferencia de otros delitos de los que Puigdemont ha sido acusado.
Puigdemont podría ingresar en prisión preventiva si es detenido.
Él ha dedicado su carrera al objetivo de décadas de separar Cataluña de España y crear una nueva nación en la Península Ibérica.
Sin embargo, su estridente planteamiento independentista a lo largo de los años no solo le ha acarreado conflictos políticos con Madrid, sino que también ha provocado divisiones entre los separatistas dentro de Cataluña.
Con información de The Associated Press
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