Uno de los abogados del presidente Donald Trump en Georgia está pidiendo la auditoría de unas 45,000 firmas de boletas electorales que supuestamente fueron emitidas ilegalmente en el estado.
El abogado de Trump, Ray S. Smith, dijo en una carta (pdf) al secretario de Estado de Georgia, Brad Raffensberger, que es necesaria una «auditoría inmediata» de las firmas, según un comunicado de prensa.
«La Campaña Trump estima que entre 38,250 y 45,626 votos ilegales procedentes únicamente de los votos en ausencia fueron emitidos en el estado de Georgia –mucho más allá del margen actual de 12,670 votos que tiene la candidatura de Biden-Harris», se indica en el comunicado de prensa.
Smith concluyó que es imposible que la oficina del secretario de estado certifique los resultados de la carrera presidencial entre Trump y el demócrata Joe Biden a menos que se lleve a cabo una «auditoría exhaustiva» de las firmas. Señaló que la campaña hizo la solicitud cuatro veces anteriormente por escrito, pero fue rechazada.
«No se puede concluir de buena fe el recuento estatutario en curso hasta que se haya instituido una auditoría de cotejo de firmas», añadió Smith. En la carta, dijo que es inusual que Raffensberger no esté dispuesto a tomar medidas para auditar las firmas antes de que se lleve a cabo el actual recuento.
«Hasta que las firmas no se cotejen, el recuento de votos en Georgia es un completo fraude», añadió el exalcalde de la ciudad de Nueva York, Rudy Giuliani, en el comunicado de prensa. «No hay forma de saber qué boletas son honestas y cuáles son fraudulentas».
Por su parte, Raffensberger ha negado las acusaciones de fraude e irregularidades que anularían los resultados de las elecciones en el estado.
«Hay quienes están explotando las emociones de muchos partidarios de Trump con afirmaciones fantásticas, medias verdades, desinformación, y francamente, aparentemente también están engañando al Presidente», dijo el lunes, según CNN. Una auditoría postelectoral que incluía el cotejo de firmas junto con el actual recuento muestra que la elección fue justa, argumentó.
A principios de noviembre, Raffensberger dijo que es imposible para el estado hacer coincidir la firma del sobre exterior de la boleta con la boleta misma, un proceso que se estableció por motivos de privacidad. Los republicanos y Trump dijeron que la práctica es una invitación al fraude y a los errores.
Trump, en una publicación en Twitter el lunes, imploró al gobernador Brian Kemp, un republicano, que ejerciera su autoridad ejecutiva para anular la decisión de Raffensberger.
El presidente preguntó ¿por qué Kemp no «utiliza sus poderes de emergencia, lo que puede hacerse fácilmente, para anular a su obstinado secretario de estado, y hacer un cotejo de firmas en los sobres?» Continuó: «Sería una ‘mina de oro’ de fraude y GANARÍAMOS fácilmente el estado».
Un portavoz de Kemp, en respuesta, dijo que «la ley de Georgia prohíbe al Gobernador interferir en las elecciones. El secretario de Estado, que es un funcionario constitucional electo, supervisa las elecciones que no pueden ser anuladas por una orden ejecutiva». Kemp, cuando fue secretario de Estado, fue acusado por los demócratas de interferir en la elección del estado para ganar en 2018.
El martes, el teniente gobernador de Georgia, Geoff Duncan, afirmó que los reclamos de fraude electoral en el estado podrían arriesgar «la alienación de los votantes» antes de las dos carreras de desempate de enero para dos puestos en el Senado.
«Creo que somos mejores que esto», dijo a CNN. «Mi esperanza es que superemos esto tanto en Georgia como en el resto del país».
La oficina de Raffensberger no respondió a la petición de comentarios después de la reciente carta de Smith.
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