La Casa Blanca contraatacó a la recién anunciada investigación republicana sobre la supuesta implicación del presidente Joe Biden en los negocios de su hijo Hunter en el extranjero, afirmando que repite con motivación política las «teorías conspirativas ampliamente desmentidas».
El 17 de noviembre, los representantes James Comer (R- Ky) y Jim Jordan (R-Ohio) anunciaron que el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes investigará si el presidente estuvo involucrado en los negocios de su hijo, afirmaciones que el mayor de los Biden ha negado.
Comer, que es el presidente entrante del Comité de Supervisión, declaró en una conferencia de prensa que, contrariamente a las afirmaciones del presidente, las pruebas de los denunciantes muestran que estuvo directamente involucrado en los negocios internacionales de su hijo Hunter.
«Esta es una investigación sobre Joe Biden, el presidente de Estados Unidos, y sobre por qué mintió al pueblo estadounidense sobre su conocimiento y participación en los negocios internacionales de su familia», dijo el representante.
El anuncio de la investigación provocó el rechazo de la Casa Blanca.
Ian Sams, portavoz de la oficina del consejero de la Casa Blanca, reaccionó al aviso de la investigación por parte del Partido Republicano emitiendo un comunicado crítico y anunciando que comenzaría a compartir en su cuenta oficial de trabajo en Twitter «los hechos» y respondiendo a las «incesantes amenazas de ‘investigación’ por motivos políticos de los republicanos contra el presidente Biden».
«Muchos emojis por venir», escribió Sams al tiempo que emitía una declaración en la que afirmaba que la investigación de los republicanos carece de méritos.
«En lugar de trabajar con el presidente Biden para abordar cuestiones importantes para el pueblo estadounidense, como la reducción de los costos, la principal prioridad de los republicanos del Congreso es ir tras el presidente Biden con ataques de motivación política cargados de teorías conspirativas desmentidas desde hace tiempo», dijo Sams en una declaración mientras acusaba a los republicanos de «perder tiempo y recursos en la venganza política».
A la protesta se unieron varias organizaciones sin ánimo de lucro y grupos activistas vinculados a los demócratas, como el Proyecto de Integridad del Congreso y Facts First USA.
El anuncio de la investigación del Partido Republicano y el rechazo a la misma crearon un tenso telón de fondo para la política estadounidense, ya que los republicanos se preparan para tomar el control de la Cámara de Representantes el 3 de enero de 2023.
«Durante años los medios de comunicación han cubierto a la familia Biden. Eso se acaba pronto. La verdadera rendición de cuentas por fin llega», dijo
en un posteo de Twitter el representante Steve Scalise (R-La.), quien está a punto de convertirse en el líder de la mayoría de la Cámara de Representantes.
Supuestas pruebas de los delitos
Los republicanos publicaron el 17 de noviembre un informe (pdf) en el que se exponen las denuncias de delitos federales cometidos por la familia Biden o en su beneficio.
«Los negocios de la familia Biden implican una amplia gama de delitos, desde el tráfico de personas hasta posibles violaciones de la Constitución», dijo Comer.
El representante indicó que los presuntos delitos incluyen la conspiración para defraudar a Estados Unidos, el fraude electrónico, la violación de la Ley de Registro de Agentes Extranjeros, las violaciones de la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero, la evasión de impuestos, el lavado de dinero y las violaciones de la Ley de Protección de las Víctimas de la Trata.
Citando informes de los medios de comunicación, Comer dijo que más de 150 transacciones de los negocios de los Biden fueron señaladas por los bancos estadounidenses mediante la presentación de informes de actividades sospechosas (SAR). La ley exige a los bancos estadounidenses que marquen las transacciones en efectivo que superen los 10,000 dólares diarios y que presenten automáticamente los SAR a una agencia del Departamento del Tesoro en un esfuerzo por prevenir actividades delictivas, como el blanqueo de dinero y la evasión fiscal.
«Un SAR generado por un banco estadounidense al Departamento del Tesoro conecta a Hunter Biden y a sus socios comerciales con el tráfico internacional de personas, entre otras actividades ilegales», indicó a continuación.
También señaló que los republicanos del comité han presionado al Departamento del Tesoro para que publique los registros de los SAR, pero el departamento se ha negado. Ellos seguirán buscando esos registros en el nuevo Congreso, dijo, cuando los republicanos tengan poder de citación.
«Como parte de nuestra investigación, tenemos pruebas de que las finanzas, las tarjetas de crédito y las cuentas bancarias de Hunter y Joe Biden estaban mezcladas, si no compartidas», agregó el representante.
Las pruebas muestran que el presidente tenía una participación del 10 % en un acuerdo de venta de gas natural a China, dijo Comer.
El presidente ha negado repetidamente cualquier implicación en los negocios de Hunter Biden y la semana pasada desechó la posibilidad de que los republicanos investiguen a su familia. «Mucha suerte en tu último año, como decía mi entrenador», dijo Biden.
Con la contribución de Eva Fu y Cathy He
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