La Casa Blanca planea reponer y rediseñar la reserva estratégica de suministros críticos de la nación para hacer al país menos vulnerable a futuros eventos catastróficos, dijeron tres funcionarios de la administración a los reporteros en una conferencia telefónica el jueves.
Un concepto clave detrás de lo que se está facturando como la Reserva Estratégica Nacional 2.0 es construir una reserva de 90 días de suministros clave y abastecer más para la fabricación en Estados Unidos, dotando al sistema de «capacidad de crecimiento» para que sea posible aumentar rápidamente la producción ante futuros eventos catastróficos.
La escasez de suministros críticos, como las mascarillas N95 y los respiradores, ante el brote de COVID-19, la enfermedad causada por el virus del Partido Comunista Chino (PCCh), comúnmente conocido como el nuevo coronavirus, ha puesto de manifiesto las vulnerabilidades de la subcontratación de las cadenas de suministros claves.
«Nos estamos asegurando que, a medida que nos acercamos al descenso, estemos en una posición en la que Estados Unidos no tenga que volver a cerrarse», comentó uno de los altos funcionarios de la administración, refiriéndose a los cierres relacionados con el virus, uno de cuyos objetivos es evitar que el personal médico de primera línea se vea desbordado, ya que ha tenido que luchar contra la escasez de equipo.
El funcionario señaló que cuando COVID-19 irrumpió en el país, había solo de una a tres semanas de suministros de la reserva nacional para la mayoría.
«Al comienzo de esta pandemia teníamos 13 millones de mascarillas N95», destacó el funcionario. «Tenemos la aspiración de tener finalmente un billón de ellas. No vamos a tener todas ellas en los próximos 90 días para el otoño, pero anticipamos tener 300 millones».
«Teníamos dos millones de trajes protectores, esperamos tener de seis a siete millones», añadió el funcionario. «Para muchos de los medicamentos de cuidados críticos que son necesarios para las personas en respiradores, teníamos cero y ahora tendremos millones de mililitros de esos».
«Lo que estamos haciendo es crear una Reserva Estratégica Nacional mucho más sólida y mucho más capaz, y mucho menos vulnerable», expresó uno de los funcionarios.
El presidente Donald Trump anunciará la nueva iniciativa el jueves en Pensilvania mientras visita el centro de distribución Owens & Minor cerca de Allentown, en el condado de Lehigh.
El movimiento para reorganizar el arsenal estratégico nacional es parte de la estrategia de la «Administración de América de nuevo» de la administración Trump , que exige la capacidad de proporcionar suficiente equipo de protección personal y equipo médico crítico para manejar un aumento dramático ante la necesidad, y hacerlo «rápidamente» y sin tener que depender de proveedores extranjeros «.
La Reserva Nacional Estratégica, un depósito de productos farmacéuticos y equipos médicos controlado por el gobierno federal, se estableció originalmente como la Reserva Farmacéutica Nacional en 1999, luego se renombró en 2003 después de que se expandió para incluir equipo médico.
«El propósito principal de la Reserva Estratégica Nacional es estar preparado para responder a eventos químicos, biológicos, radiológicos y nucleares (CBRN)”, manifestó a Business Insider, Greg Burel, director de la SNS durante 12 años hasta su jubilación en enero.
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