El equipo jurídico del expresidente Donald Trump ha respondido a las afirmaciones de Timothy Parlatore, un abogado que dijo haber abandonado el equipo por desacuerdos sobre estrategias a raíz de la redada del FBI en Mar-a-Lago.
Parlatore habló de su salida del equipo jurídico de Trump en el programa «Newsroom» de la CNN el sábado, y dijo que la presencia de «ciertos individuos» en el equipo ha «hecho que defender al presidente sea mucho más difícil de lo que tenía que ser».
«Hay un individuo que trabaja para él, Boris Epshteyn, que realmente ha hecho todo lo posible para intentar bloquearnos, para impedirnos hacer lo que podíamos para defender al presidente», dijo Parlatore, que anunció el miércoles que abandonaba el equipo jurídico, a Paula Reid, de CNN.
Parlatore también acusó a Epshteyn de actuar como «un filtro» que impedía a los abogados proporcionar información a Trump y obtener información de Trump.
«Hubo ciertas cosas, como los registros, en las que intentó interferir», añadió Parlatore. No especificó si se refería al registro inicial del FBI en Mar-a-Lago el pasado agosto o a los registros adicionales realizados por el equipo jurídico en el complejo turístico después de eso.
Un portavoz de la campaña de Trump dijo en un comunicado que las afirmaciones de Parlatore son «categóricamente falsas».
«El señor Parlatore ya no es miembro del equipo jurídico», dijo el portavoz de Trump. «Sus afirmaciones sobre los miembros actuales del equipo jurídico son infundadas y categóricamente falsas».
Amigo de Eric Trump desde sus días en la Universidad de Georgetown, Epshteyn se unió por primera vez a la campaña de Trump de 2016 como asesor de comunicaciones. Fue asesor estratégico de la campaña de reelección de Trump y siguió siendo uno de sus confidentes tras las elecciones de 2020.
En noviembre de 2020, Epshteyn se unió célebremente a los entonces abogados de Trump, Rudy Giuliani y Sidney Powell, en una rueda de prensa en la sede del Comité Nacional Republicano en Washington, en la que afirmaron que los demócratas habían robado a Trump cientos de miles de votos en estados disputados clave, aunque él no tomó la palabra.
Más recientemente, Epshteyn acompañó a Trump en su viaje del mes pasado a un tribunal de Manhattan, donde el expresidente fue acusado de 34 delitos graves de falsificación de registros comerciales relacionados con los pagos a la actriz de cine para adultos Stormy Daniels antes de las elecciones de 2016. Trump se declaró inocente de todos los cargos.
En las fotos de la sala, se puede ver a Epshteyn sentado con Trump y otros abogados en la mesa de los acusados, aunque él no era uno de los abogados del caso.
Trump en la redada de Mar-a-Lago
El 8 de agosto de 2022, el FBI hizo una redada en el complejo Mar-a-Lago del expresidente Trump en Palm Beach (Florida), incautando cajas de material, algunas de las cuales incluían documentos clasificados. El registro se produjo tras los esfuerzos de la Administración Nacional de Archivos y Registros (NARA, por sus siglas en inglés) por recuperar el material que Trump se llevó consigo al final de su primer mandato.
Ya en noviembre de 2022, los abogados del presidente Joe Biden descubrieron documentos clasificados en el antiguo despacho del presidente en el Penn Biden Center de Washington. En diciembre, se encontraron documentos adicionales en su domicilio particular de Delaware. Ninguno de los dos descubrimientos se hizo público hasta este mes de enero, cuando los medios de comunicación hicieron pública la noticia y la Casa Blanca la confirmó.
Los abogados del ex vicepresidente Mike Pence también han informado de que habían encontrado «un pequeño número» de documentos clasificados en su casa de Indiana. Dijeron que el propio Pence decidió hacer el registro tras conocer los documentos clasificados que se habían descubierto en la residencia de Biden en Delaware.
En un foro ciudadano celebrado en New Hampshire a principios de mes, Trump dijo que «tenía todo el derecho» a llevarse esos documentos cuando abandonara la Casa Blanca.
«Cuando salimos de Washington, teníamos las cajas alineadas en la acera para todo el mundo», dijo Trump a la presentadora Kaitlan Collins, de la CNN. «La gente las estaba fotografiando. Todo el mundo sabía que nos llevábamos esas cajas».
En una carta de abril de 2023 al Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, el equipo jurídico de Trump ofreció una explicación de cómo acabaron mezclados documentos clasificados con material no clasificado, describiendo esa mala manipulación como lo que parece un problema crónico que afecta a múltiples administraciones presidenciales.
«Las prácticas institucionales de la Casa Blanca para el manejo de material clasificado —incluidos los procedimientos de desclasificación— son incoherentes con la forma en que la comunidad de inteligencia y el ejército manejan el material clasificado. Esto es indicativo de los procesos de empaquetado del personal y no de ninguna intención delictiva por parte del presidente Trump», decía la carta.
«El personal de la Casa Blanca se limitó a recoger todos los documentos del escritorio del presidente y de otras zonas en cajas, donde han permanecido desde entonces».
La carta también alegaba que el NARA «desgraciadamente se ha vuelto abiertamente político y se ha negado a proporcionar asistencia archivística al equipo de transición del presidente Trump».
«Como demuestra el descubrimiento de documentos marcado como clasificados en los domicilios del presidente Trump, el presidente Biden y el vicepresidente Pence, los deficientes procedimientos de manipulación y almacenamiento de documentos no se limitan a ninguna persona, administración o partido político», argumentaron los abogados. «Es necesaria una solución legislativa por parte del Congreso para impedir que el DOJ siga llevando a cabo investigaciones penales torpes de asuntos que intrínsecamente no son penales».
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